“Dios [...] les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido” (Apocalipsis 21:3, 4, Traducción del Nuevo Mundo, 2019).

Tendremos trabajo productivo y satisfactorio (Isaías 65:21-23).

Dejaremos de sufrir y de padecer enfermedades (Isaías 25:8; 33:24).

Viviremos felices con nuestra familia y nuestros amigos para siempre (Salmo 37:11, 29).

Sí, al menos dos:

• Dios tiene el poder de cumplir esta promesa. En la Biblia, solo a Dios se le llama “el Todopoderoso”, pues su poder es ilimitado (Apocalipsis 15:3). Así que es perfectamente capaz de cumplir su promesa de transformar el mundo en un lugar mejor. Como dice la Biblia, “para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

• Dios tiene el deseo de cumplir esta promesa. Por ejemplo, en el caso de las personas que han muerto, la Biblia dice que Jehová ansía devolverles la vida (Job 14:14, 15).

  También menciona que Jesús, el Hijo de Dios, curó a los enfermos. ¿Y por qué lo hizo? Porque ese era su deseo (Marcos 1:40, 41). Sus acciones fueron un fiel reflejo del deseo de su Padre de ayudar a los necesitados (Juan 5:19).

  Por eso podemos estar seguros de que tanto Jehová como Jesús quieren que tengamos un futuro maravilloso (Salmo 72:12-14; 145:16; 2 Pedro 3:9).