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La araña que se hace pasar por hormiga

La araña que se hace pasar por hormiga

La araña que se hace pasar por hormiga

EXISTE una pequeña araña que se introduce sigilosamente en los hormigueros y vive encubierta en medio de sus enemigas. Puesto que las hormigas se vuelven muy agresivas si las perturban, es importante que la araña pase inadvertida, por lo que modifica su apariencia y conducta. Pero disfrazarse es todo un reto, ya que su cuerpo es muy distinto.

La hormiga tiene seis patas y dos antenas; la araña, ocho patas, y no tiene antenas. ¿Cómo logra hacerse pasar por una hormiga? Pues bien, al desplazarse por el hormiguero, va andando sobre seis patas y levantando las otras dos para que parezcan antenas.

No solo eso, sino que menea las antenas de imitación de tal forma y con tanta naturalidad, que parecen auténticas. Esta maestra del disfraz imita incluso el caminar nervioso y zigzagueante de las hormigas.

La impostora se esmera por ser la hormiga perfecta en todo sentido, pues para mantenerse a salvo es esencial que la reconozcan como miembro de la colonia. En el interior del hormiguero, la araña está protegida de sus enemigos naturales, como las avispas cazadoras de arañas. Los pájaros cantores, para los que las arañas son una exquisitez, ni siquiera se le acercan. Incluso las arañas que cazan otras arañas son engañadas por las “antenas” de la farsante.

Ahora bien, si un pájaro, una lagartija u otra criatura ataca la colonia de hormigas, la araña no tarda en asumir su verdadera identidad y escapar. Como tiene mejor vista y además puede saltar, algo que las hormigas son incapaces de hacer, huye con facilidad.

Durante el día, la araña hace cuanto puede por pasar desapercibida en el interior del hormiguero. Por la noche, no obstante, se halla muy ocupada cazando hormigas en el mismísimo sitio en el que ha hecho su hogar. Si la descubren, aprovecha sus ocho patas y emprende la veloz huida.

Es posible que una hembra se reúna con el macho, instalado ya en un hormiguero. Además de convertirse en su fiel compañera, demuestra un buen grado de iniciativa: fabrica en la galería un capullo de seda que no solo protege al macho, sino también a los huevos.

Sin duda alguna, queda mucho por aprender de esta araña, si bien puede decirse lo mismo de casi todas las demás especies animales que habitan el planeta. ¡Qué hermoso será el día en que podamos aprender más detalles de las interesantes creaciones de Dios!

[Ilustración de la página 31]

Una araña entre dos hormigas

[Reconocimiento]

Bill Beatty