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Observando el mundo

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Los bebés tienen sentido musical

“Antes de adquirir el don del lenguaje, los bebés ya muestran una habilidad extraordinaria para reaccionar ante la música”, comenta la revista Investigación y Ciencia. Según el reportaje, el recién nacido puede detectar diferencias de tono, cambios de tempo (velocidad) y de ritmo, y reconocer una melodía, aunque se interprete en otro tono. Incluso desde los dos meses en adelante, los bebés prefieren los sonidos consonantes, o armónicos, a los discordantes. “Peter Hepper, de la Universidad Queen’s de Belfast —prosigue el artículo—, observó que quince días antes del parto, los fetos distinguían entre una canción nueva y la sintonía de [una conocida] serie de televisión [...], escuchada a diario por sus madres durante semanas de embarazo.”

Pasajeros en paz, carreteras seguras

“Los ocupantes de un coche deberían evitar las riñas a toda costa”, aconseja la asociación de control técnico TÜV, de Alemania, en el rotativo Berliner Morgenpost. La razón es que “el conductor se vuelve inconscientemente más agresivo, lo que eleva el riesgo de tener accidentes”. Cualquier “crisis” dentro del vehículo puede degenerar con rapidez en disputa, señala el artículo, sobre todo porque los límites físicos del auto impiden retirarse. Por ello se recomienda evitar temas delicados que puedan provocar discusiones. Todos deberían considerarse miembros de un equipo con una meta en común. El artículo destaca que “antes de partir, debería quedar claro cómo puede el pasajero del asiento delantero ayudar a encontrar la ruta, sintonizar la radio o manejar situaciones difíciles”.

El mar Negro en recuperación

El periódico ucraniano Demokratychna Ukraina informa que, en comparación con años atrás, el mar Negro tiene ahora más delfines, cangrejos y camarones, criaturas que normalmente evitan las aguas contaminadas. Hasta el puerto de Odesa, que suele considerarse la zona con mayor contaminación, cuenta de nuevo con una amplia población de caballitos de mar. “La recuperación de los ecosistemas de los mares Negro y de Azov, tras una prolongada enfermedad, es lenta pero constante”, afirmó Borys Aleksandrov, director de la sucursal de Odesa del Instituto de Biología de los Mares del Sur. ¿Qué ocurrió? “Con la caída del comunismo —señala la revista Science News—, las presiones económicas en Rusia, Ucrania, Moldavia, Rumania y Bulgaria redujeron drásticamente el gasto agrícola en fertilizantes, de modo que el vertido de nitratos en el mar Negro se desplomó en la década de 1990.” A pesar de estos beneficios ecológicos, “el derrumbe económico o la disminución de la actividad agrícola no son una buena estrategia para controlar zonas [marítimas] muertas”, indica la citada revista. Laurence Mee, profesor de Normativas para la protección de la zona litoral y marina, de la Universidad de Plymouth (Inglaterra), propone otra alternativa: “Deberíamos aprender a ser un poco más inteligentes en asuntos agrícolas, de modo que limitáramos el vertido de tales nutrientes”.

Riego con aguas negras

“Una décima parte de los cultivos rentables del mundo se riega con aguas residuales”, informa Der Standard, un diario austriaco. Así sucede en el caso de productos tan diversos como el tomate y los cocos. “En su mayoría, las aguas servidas no están tratadas, sino que pasan directamente de las grandes ciudades al sistema de riego”, señala el rotativo. Citando a Chris Scott, experto del Instituto Internacional para el Manejo del Agua de Sri Lanka, el diario explica: “En la periferia de las megaciudades de crecimiento acelerado, este es el único recurso disponible para hacer frente a la escasez de agua”. Se informa que, en unos 20.000.000 de hectáreas [50 millones de acres] de tierras cultivables del planeta, los agricultores tienen pocas opciones: las aguas de desecho no solo llevan fertilizantes gratis, sino que a menudo son las únicas que hay o que pueden pagar.

Tráfico humano

“El tráfico de personas se ha convertido en la tercera fuente de ingresos de las mafias internacionales —después del tráfico de estupefacientes y el de armas—, pues genera entre 6.000 y 9.000 millones de dólares al año”, informa la edición internacional del periódico The Miami Herald. John Miller, director de la Oficina para Vigilar y Combatir la Trata de Personas, del Departamento de Estado norteamericano, dijo en una conferencia de prensa reciente en la capital de México que todos los años entran de contrabando unas diecisiete mil quinientas personas a Estados Unidos, y que la tercera parte de ellas provienen de México o entran al país a través de sus fronteras. “No me refiero a inmigrantes ilegales, sino a hombres, mujeres y niños obligados a trabajar en condiciones de esclavitud”, afirmó. Dijo que la explotación sexual y laboral constituye “uno de los grandes retos a los derechos humanos del siglo XXI”.

Las embarazadas y el sol

“Un estudio de los niveles de vitamina D en mujeres embarazadas encontró que un alarmante número de ellas tiene un peligroso déficit que amenaza a la criatura”, señala el rotativo australiano The Sun-Herald. Los bebés con deficiencia de vitamina D corren el riesgo de que se les arqueen las piernas o de que sufran convulsiones o raquitismo (un trastorno de los huesos). Mil mujeres embarazadas fueron examinadas en el Hospital St. George, de Sydney, y se descubrió que “1 de cada 10 de piel clara y 1 de cada 5 de piel oscura presentaban deficiencia de vitamina D”. El remedio parece sencillo. Al exponer la piel a una cantidad moderada de luz solar, el cuerpo produce un 90% de la vitamina D que necesita. Por ello, “la mayoría de las mujeres solo [requieren] unos diez minutos de sol al día, o una hora a la semana, para obtener los niveles adecuados de vitamina D”, apunta el periódico.

Síndrome de la mujer atlética

Las mujeres que acostumbran hacer ejercicio demasiado vigoroso se arriesgan a padecer osteoporosis, trastornos del apetito y amenorrea (interrupción del ciclo menstrual), según el diario brasileño Folha. Turíbio Leite de Barros Neto, coordinador del Centro de Medicina de Actividades Físicas y Deportivas de la Universidad de São Paulo, comentó: “Lo ideal es que la mujer tenga un 10% más de grasa corporal que el hombre; es decir, ellas no deben tener menos del 15% de grasa corporal”. Si ese porcentaje disminuye, el cuerpo femenino tiene problemas para sintetizar las hormonas que regulan la menstruación, lo cual podría reducir la acumulación de calcio en los huesos y ocasionar osteoporosis, señaló el rotativo.