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¿Qué tiene de malo ser novios en secreto?

¿Qué tiene de malo ser novios en secreto?

Los jóvenes preguntan...

¿Qué tiene de malo ser novios en secreto?

Natalia * se enfrentaba a un verdadero dilema. Todo comenzó cuando Hugo, un compañero de clase, se interesó en ella. “Era muy guapo —cuenta—, y mis amigas decían que nunca encontraría un chico mejor. Varias muchachas habían intentado conquistarlo, pero él no les hacía ni caso... solo tenía ojos para mí.”

Poco después, Hugo la invitó a salir. Ella relata: “Le expliqué que, como era testigo de Jehová, no me dejarían salir con alguien de otra religión. Entonces a él se le ocurrió algo: ‘¿Y no podemos ser novios sin que tus padres se enteren?’”.

SI ALGUIEN que te gustara te propusiera lo mismo, ¿qué le dirías? Tal vez te sorprenda saber que, en un principio, Natalia aceptó el plan de Hugo. “Estaba convencida de que si empezaba una relación con él, yo podría hacer que amara a Jehová”, explica. ¿Y qué sucedió? Luego lo sabremos. Pero primero veamos cómo es posible que jóvenes cristianos que, al igual que Natalia, son ejemplares en todo otro sentido caigan en la trampa de mantener una relación secreta.

Por qué lo hacen

Algunos jóvenes empiezan a salir en pareja desde muy temprana edad. “¡He visto parejitas de niños de 10 y 11 años!”, dice Susan, de Gran Bretaña. ¿Por qué tienen tanta prisa? Muchas veces, la atracción natural hacia el sexo opuesto y una buena dosis de presión de grupo es todo lo que hace falta. “Tienes las hormonas aceleradas, y todos en la escuela salen con alguien”, dice Lois, una chica de Australia.

Pero ¿por qué en secreto? “Tal vez tienen miedo de lo que dirán sus padres”, opina un joven británico llamado Jeffrey. Lo mismo piensa David, de Sudáfrica, quien comenta: “Saben que sus padres no lo aceptarán, así que no se lo dicen”. Y Jane, una joven de Australia, apunta otra posibilidad: “Es una forma de rebelión. Cuando crees que te están tratando como a un niño, decides hacer lo que te parezca sin decir nada a tus padres. Mantenerlo en secreto es muy sencillo”.

Desde luego, la Biblia te manda obedecer a tus padres (Efesios 6:1). Y si a ellos no les parece bien que salgas con alguien, seguramente tendrán buenas razones. Por ejemplo, si son testigos de Jehová, querrán que sus hijos solo entablen una relación sentimental con otro Testigo, y únicamente cuando ambos estén preparados para pensar en el matrimonio. * Con todo, no te sorprendas si te asaltan sentimientos como estos:

▪ Me siento como si fuera de otro planeta porque todos tienen pareja, menos yo.

▪ Me gusta una persona que no comparte mis creencias.

▪ Me gustaría salir con un compañero cristiano, aunque todavía no tengo edad para casarme.

Probablemente ya sepas lo que tus padres te dirían si te oyeran decir estas cosas y, en el fondo, sabes que tendrían razón. Pero aun así, quizás te identifiques con las palabras de una joven japonesa de nombre Manami: “La presión para salir en pareja es superfuerte, y a veces creo que no la voy a resistir. A los chicos de hoy no les entra en la cabeza que no salgas con alguien”. Bajo esa presión, algunos jóvenes empiezan una relación a escondidas de sus padres. ¿Cómo consiguen mantener el secreto?

“Nos dijeron que guardáramos el secreto”

Desde el momento en que se habla de “una relación secreta”, es porque hay cierta intención de engaño. Por ejemplo, algunos jóvenes mantienen el secreto comunicándose principalmente por teléfono o por Internet. Cuando hay gente, son solo amigos, pero en sus mensajes electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de texto... las cosas son muy distintas.

Caleb, de Nigeria, revela otra táctica: “Para que nadie se entere, algunos jóvenes hablan en clave y cambian los nombres cuando hay gente alrededor”. Otro método es organizar una salida en grupo para acabar emparejados. James, de Gran Bretaña, recuerda: “Una vez nos invitaron a varios jóvenes a ir a cierto sitio, y al final resultó que todo se había preparado para que dos de ellos pudieran estar juntos. Nos dijeron que guardáramos el secreto”.

Como señala James, a menudo la pareja mantiene el secreto gracias a la complicidad de sus amigos. “Por lo menos uno de ellos lo sabe, pero no dice nada para no traicionarlos”, explica Carol, de Escocia.

Con frecuencia se llega a mentir descaradamente. Beth, que vive en Canadá, explica: “Muchos mantienen el secreto mintiendo a sus padres. Les dicen que van a ir a un sitio cuando piensan ir a otro”. Misaki, de Japón, reconoce que eso fue lo que ella hizo: “Inventaba las historias con mucho cuidado. Procuraba no decir más mentiras que las justas para mantener oculta mi relación, y así no perder la confianza de mis padres”.

Los peligros de un noviazgo secreto

Si sientes la tentación de mantener un noviazgo secreto, o si ya lo tienes, te conviene pensar en lo siguiente:

¿Adónde me llevará esta actitud engañosa? ¿Piensas casarte con esa persona en un plazo razonablemente corto? “Salir con alguien sin la intención de casarte es como ofrecer algo que no quieres vender”, argumenta Evan, de Estados Unidos. Proverbios 13:12 advierte que “la expectación pospuesta enferma el corazón”. ¿De veras deseas romperle el corazón a alguien que quieres?

¿Qué piensa Jehová de lo que estoy haciendo? La Biblia dice que “todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:13). Si estás ocultando tu relación —o la de un amigo—, recuerda que Jehová lo ve todo. Y si de algún modo estás engañando a alguien, preocúpate, porque Jehová detesta las mentiras. De hecho, la Biblia dice que entre las cosas que más odia figura “una lengua falsa” (Proverbios 6:16-19).

La verdad es que mantener en secreto una relación priva a la pareja de la protección que ofrece un noviazgo conocido por todos. Por eso no sorprende que algunos caigan en la trampa de la inmoralidad sexual. Jane, quien vive en Australia, cuenta que una amiga suya llevaba una doble vida y se veía a escondidas con un chico de la escuela. “Para cuando su papá lo descubrió, ya estaba embarazada”, relata ella.

Si estás manteniendo una relación secreta, lo mejor que puedes hacer es hablar con tus padres o con otro adulto que sea un cristiano maduro. Y si es un amigo quien está en esa situación, no te conviertas en su cómplice (1 Timoteo 5:22). ¿Cómo te sentirías si, al final, alguien saliera perjudicado? ¿No tendrías al menos parte de la culpa? Imagínate que tienes un amigo diabético que come dulces a escondidas. Cuando lo descubres, te ruega que no se lo digas a nadie. ¿Cuál sería tu principal preocupación: encubrir a tu amigo, o hacer algo que quizás le salve la vida?

Pues bien, la situación es la misma cuando sabes que alguien mantiene una relación en secreto. No te preocupes por la posibilidad de acabar para siempre con esa amistad; un verdadero amigo acabará reconociendo que si hablaste, fue por su bien (Proverbios 27:6).

“Supe lo que tenía que hacer”

Natalia, a quien mencionamos al principio, cambió de opinión al oír la experiencia de otra cristiana que se había enfrentado al mismo dilema. “Cuando ella contó que había roto con su novio, supe lo que tenía que hacer”, recuerda Natalia. ¿Le fue fácil romper con Hugo? ¡Claro que no! “Fue el único chico por el que de verdad había sentido algo especial —relata—. Me pasé varias semanas llorando.”

Pero Natalia tenía una cosa muy clara: que amaba a Jehová. Aunque se había equivocado, deseaba sinceramente hacer lo correcto, y el tiempo se encargó de sanar las heridas. “Ahora mi relación con Jehová está mejor que nunca —dice ella—. Me siento muy agradecida de que él nos dé la guía que necesitamos en el momento preciso.”

Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan...” en www.watchtower.org/yps

[Notas]

^ párr. 3 Se han cambiado algunos nombres.

^ párr. 9 Consulta el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cuándo podré salir con alguien?”, de nuestro número de enero de 2007.

PARA PENSAR

▪ Vuelve a leer las tres situaciones en letra negrita de la página 27. ¿Describe alguna de ellas lo que a veces sientes?

▪ ¿Cómo harías frente a la situación sin mantener una relación secreta?

[Recuadro de la página 28]

¿Secreta, o discreta?

En lo que tiene que ver con las relaciones románticas, una cosa es engañar y otra muy distinta ser discretos. Digamos, por ejemplo, que dos jóvenes con edad para casarse quieren conocerse mejor, pero de momento prefieren ser discretos y no divulgarlo a los cuatro vientos. ¿Por qué razón? Tal vez, como dice un muchacho llamado Thomas, “no desean que los acosen con preguntas como ‘¿Y para cuándo es la boda?’”.

Sin duda, la presión de los demás puede hacer mucho daño (El Cantar de los Cantares 2:7). Por eso, algunas parejas optan por ser discretas al principio, pero teniendo cuidado de no aislarse (Proverbios 10:19). Anna, de 20 años de edad, explica: “Así, los dos tienen tiempo para decidir si quieren entrar en una relación seria. Cuando estén seguros, entonces pueden hacerlo público”.

Al mismo tiempo, no estaría bien ocultar tu relación a las personas que tienen derecho a enterarse de ella, como tus padres o los de tu pareja. Y si te cuesta hablar del tema, pregúntate por qué. ¿Te estarás pareciendo a Natalia, la joven de la que hablamos al principio del artículo? ¿Será porque en el fondo sabes que tus padres tendrán buenas razones para oponerse a tu relación?

[Recuadro de la página 29]

UNAS PALABRAS A LOS PADRES

Al leer el anterior artículo, puede que se pregunten si su hijo o su hija se está viendo con alguien a sus espaldas. Varios jóvenes explicaron a ¡Despertad! por qué algunos se sienten tentados a hacerlo. Fíjense en sus comentarios, y luego reflexionen en las preguntas que se plantean.

“Algunos jóvenes no encuentran en casa el apoyo emocional que necesitan, así que lo buscan en un amigo o amiga.”—Wendy.

¿Qué pueden hacer para apoyar emocionalmente a sus hijos? ¿En qué aspectos podrían mejorar?

“Cuando tenía 14 años, un estudiante de intercambio me pidió que fuera su novia. Yo acepté. Pensé que sería genial que un chico me abrazara.”—Diane.

Si Diane fuera su hija, ¿qué harían?

“Con el celular es sencillísimo mantenerlo en secreto. ¡Los padres no tienen ni idea de lo que está pasando!”—Annette.

¿Qué precauciones pueden tomar si sus hijos tienen teléfono celular?

“Mantenerlo en secreto es mucho más fácil cuando los padres no están muy al tanto de lo que hacen sus hijos y con quién.”—Thomas.

¿Cómo podrían estar más presentes en la vida de sus hijos y, aun así, permitirles un margen razonable de libertad?

“Los hijos suelen pasar mucho tiempo solos en casa. O tal vez los padres son muy confiados y los dejan ir a cualquier sitio con quien sea.”—Nicholas.

Piensen en el mejor amigo de su hijo. ¿De verdad saben qué es lo que hacen ellos cuando andan juntos?

“Cuando los padres son demasiado estrictos, es más probable que los hijos salgan en secreto con alguien.”—Paul.

Sin violar las leyes y los principios bíblicos, ¿cómo pueden demostrar que son personas razonables? (Filipenses 4:5.)

“Cuando entré en la adolescencia, me faltaba amor propio y necesitaba que los demás me tomaran en cuenta. Empecé a escribirme por Internet con un muchacho de otra congregación y me enamoré de él. Me hizo sentir que yo era especial.”—Linda.

¿Cómo creen que los padres de Linda pudieran haber atendido mejor sus necesidades?

¿Por qué no usan este artículo y esta página para conversar con sus hijos? A fin de evitar que los jóvenes oculten las cosas, no hay nada mejor que la comunicación sincera. Reconocer las necesidades de un joven exige tiempo y paciencia, pero las recompensas hacen que valga la pena (Proverbios 20:5).