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El silbido, una ingeniosa forma de “hablar”

El silbido, una ingeniosa forma de “hablar”

El silbido, una ingeniosa forma de “hablar”

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

▪ En la sierra de Oaxaca (México), los mazatecos no tienen teléfonos de ninguna clase. Aun así, se las arreglan para comunicarse incluso cuando los separan distancias superiores a los dos kilómetros (más de una milla), quizás mientras trabajan en los empinados cafetales. Resulta que, hace mucho tiempo, esta comunidad inventó una forma silbada de su idioma. Pedro, un joven mazateco, nos cuenta: “Nuestro idioma es un lenguaje tonal. Cuando silbamos, copiamos el tono y ritmo del lenguaje hablado. Silbamos solamente con los labios, sin la ayuda de los dedos”. *

Fidencio, amigo de Pedro, explica las ventajas del lenguaje silbado: “Empleamos esta forma de comunicarnos a largas distancias, pero solo en conversaciones cortas. Por ejemplo, quizás un padre haya enviado a su hijo a la tienda a comprar, digamos tortillas, pero olvidó decirle que también comprara tomates. Si el hijo se encuentra muy lejos para escuchar sus palabras, el padre le puede indicar silbando lo que desea que compre”.

Pedro, que es testigo de Jehová, cuenta: “Cuando visito territorios aislados y quiero pedirle a algún hermano que me acompañe, para no ir hasta su casa, le chiflo nada más.

”Para identificarnos —continúa explicando Pedro—, cada uno tenemos un chiflido especial. Pero, por lo regular, son los hombres los únicos que se comunican silbando. Algunas mujeres sí saben chiflar, pero lo hacen solo con su familia, pues no se vería bien que le silbaran a otra persona.”

El lenguaje silbado no es exclusivo de los mazatecos. Se practica también en Canarias, China y Papúa Nueva Guinea. Quienes lo “hablan” normalmente viven en las montañas y los bosques. De hecho, se calcula que existen 70 de estos lenguajes, de los cuales 12 han sido estudiados.

No podemos sino maravillarnos de la inteligencia humana. Y cuando se combina con el deseo imperante de comunicarse, no hay más límites que los de la imaginación, y estos parecen no existir.

[Nota]

^ párr. 3 Cierta obra de consulta señala: “Mediante variaciones en la velocidad, el timbre y la intensidad del silbido, los mazatecos llegan a intercambiar una gran cantidad de conceptos”.