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Último refugio para especies en peligro

Último refugio para especies en peligro

Último refugio para especies en peligro

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN ESPAÑA

LA FLORA y fauna mundial se enfrenta a serias amenazas, pues se calcula que todos los años se extinguen miles de especies. Afortunadamente, los macizos montañosos suponen un refugio vital para plantas y animales que antaño poblaban zonas más extensas. Pero incluso en estos reductos, la polución y el avance de la civilización presentan un grave peligro. Quizás no haya lugar donde se vea esto con mayor claridad que en Europa, una de las regiones del planeta más densamente pobladas.

En los Pirineos, la cadena montañosa que separa Francia de España, existen varios parques nacionales que dan refugio a la flora y fauna del lugar. En sus entrañas, los visitantes tienen la oportunidad de ver lo que se ha convertido en el último refugio de muchas especies en peligro. Veamos qué nos ofrecen estos parques.

La lucha por sobrevivir

Flores. Algunas de las más bellas flores silvestres crecen en altitudes superiores a los 1.500 metros (5.000 pies). Por ejemplo, la genciana nival y la gentiana clusii (1), con sus pétalos de color azul intenso, cubren las laderas desprovistas de árboles. Y algo más abajo, arropados por las hayas, florecen los zuecos de Venus (2). Son tantos los amantes de la naturaleza que visitan anualmente este lugar que los guardabosques vigilan la zona catorce horas al día para asegurarse de que nadie dañe o desarraigue estas preciosas flores.

Mariposas. Los prados alpinos repletos de flores son un refugio para las mariposas multicolores. La enorme mariposa apolo (3), cuyas alas ostentan encendidas manchas rojas, revolotea entre los cardos. Flores más pequeñas acogen gustosas las constantes visitas de las mariposas cobrizas (4) y azules de la familia de las Lycaenidae. Y las mariposas cardera y ortiguera recorren con su rápido aleteo las altas laderas.

Mamíferos. Los grandes mamíferos europeos poblaban en tiempos remotos gran parte del continente, pero la caza ha llevado a algunos al borde de la extinción. Lobos, osos, linces (5), bisontes, rebecos y cabras monteses (6) sobreviven ahora en tan solo algunas cordilleras o en los lejanos territorios del norte. Los majestuosos animales de estas reservas pirenaicas son un vestigio de la vida que en su día abundó en estos parajes. No es de extrañar que algunos visitantes se pregunten qué futuro les espera a estas especies.

Estamos seguros de que el Creador, Jehová, Aquel “a quien pertenecen los picos de las montañas”, se preocupa por la fauna y flora que los habitan (Salmo 95:4). En uno de los salmos dice: “[A mí] me pertenece todo animal silvestre del bosque, las bestias sobre mil montañas. Conozco bien toda criatura alada de las montañas” (Salmo 50:10, 11). El interés de Jehová por la Tierra y sus criaturas nos permite confiar en que nunca dejará que las especies alpinas desaparezcan por completo.

[Reconocimiento de la página 17]

La Cuniacha