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Plovdiv, una ciudad moderna con raíces antiguas

Plovdiv, una ciudad moderna con raíces antiguas

Plovdiv, una ciudad moderna con raíces antiguas

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN BULGARIA

PLOVDIV es más antigua que Roma, Cartago o Constantinopla. Esta ciudad, asentada sobre siete colinas en el corazón de la Bulgaria meridional, cuenta con unos 350.000 habitantes.

Al caminar por sus calles antiguas, encontrará numerosos testimonios de un pasado tanto espléndido como agitado. Verá edificios construidos por los tracios, una raza temida que vivió siglos antes de nuestra era, así como pilares griegos, teatros romanos y minaretes turcos.

La ciudad “más hermosa”

Los descubrimientos arqueológicos, tanto en la ciudad como en sus alrededores, revelan que ya estaba habitada con mucha anterioridad al año 1000 antes de la era común (a.e.c.). El historiador romano Amiano Marcelino escribió que, antes del siglo IV a.e.c., existió un asentamiento tracio fortificado llamado Eumolpias. Dicha población ocupaba el lugar donde se halla la actual Plovdiv. En el año 342 a.e.c., Eumolpias fue conquistada por Filipo II de Macedonia —padre de Alejandro Magno—, que cambió el nombre de la ciudad a Filipópolis.

Cuando los romanos la conquistaron en el año 46 de nuestra era, la llamaron Trimontium y la convirtieron en la capital de Tracia. Ellos deseaban el control de esta ciudad porque por ella pasaba la Via Diagonalis, un importante cruce de caminos en la región balcánica. Los romanos le añadieron un estadio, un anfiteatro (foto superior), numerosos baños y muchos otros edificios típicos de su cultura.

Luciano de Samosata describió la belleza natural de esta urbe, situada entre tres colinas al pie de los Montes Ródope, cerca del río Maritza y frente a la fértil llanura tracia (véase el recuadro  “La ciudad de las siete colinas”, en la página 18). En sus escritos, Luciano afirmó que Trimontium era “la ciudad más grande y más hermosa”.

Tras la decadencia de Roma, durante la Edad del Oscurantismo, pueblos eslavos se establecieron en la zona. Posteriormente, los cruzados saquearon Trimontium cuatro veces en el transcurso de pocos siglos. Entonces, en el siglo XIV se produjo un cambio político cuando la ciudad cayó en manos de los turcos, que le cambiaron el nombre a Filibe y la tuvieron bajo su control hasta 1878. La mezquita Djoumaia, con su minarete y su reloj de sol, perdura como recordatorio de aquella época.

Cuando Rusia derrotó a Turquía en 1878, el nombre de la ciudad cambió de Filibe a Plovdiv. Esta recibió un empuje económico en 1892, tras ser la sede de una feria comercial. A partir de entonces, Plovdiv se convirtió en el principal centro de comercio de Bulgaria. Durante la segunda guerra mundial, los nazis controlaron la ciudad durante un breve período, pero los soviéticos los echaron en 1944. Plovdiv se libró del control de este imperio poderoso en 1989, tras la desintegración de la Unión Soviética. Es posible que algunos de quienes controlaron Plovdiv en el pasado hayan actuado de buena fe, aunque estaban limitados por las imperfecciones que caracterizan a los gobiernos humanos.

Las “buenas nuevas” llegan a Plovdiv

Ya en 1938 se formó y registró una corporación llamada Nabludatelna Kula (Watch Tower), cuyo objetivo era imprimir y distribuir Biblias y publicaciones bíblicas en Bulgaria. A pesar del empeño que el gobierno comunista puso en oprimir a los Testigos, ellos siguieron llevando a los residentes de Plovdiv las buenas nuevas de un gobierno celestial perfecto que habría de venir (Mateo 24:14). Algunos reaccionaron de forma positiva a dicho mensaje. En la actualidad, más de doscientos habitantes de Plovdiv se han puesto de parte de Jehová y están organizados en dos congregaciones.

La mayoría de estos Testigos son búlgaros. Pero, conforme a la historia multiétnica de la ciudad, también los hay de muchas otras nacionalidades: británicos, canadienses, estadounidenses, italianos, moldavos y polacos. Todos ellos les hablan a sus vecinos de la perspectiva de vivir bajo un gobierno perfecto. Cuando llegue ese momento, los habitantes de Plovdiv y los de todo el mundo disfrutarán de seguridad “cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que [los] haga temblar” (Miqueas 4:4).

[Ilustración y recuadro de la página 18]

“LA CIUDAD DE LAS SIETE COLINAS”

  A quien visite la Plovdiv moderna puede resultarle difícil localizar las famosas siete colinas, o tepes, de la ciudad. Hace cien años, una de las colinas, Markovo Tepe, fue derribada para facilitar la expansión urbana. Las seis colinas restantes permanecen como testigos mudos del pasado de Plovdiv.

Hay tres colinas que el visitante verá sin problemas: Bunardjik Tepe, Djendem Tepe y Sahat Tepe, nombre que le pusieron los turcos en alusión a la torre del reloj edificada sobre ella. Trimontium, nombre que los romanos le dieron a Plovdiv, abarca las tres colinas restantes: Djambaz Tepe —la más alta y extensa—, Taksim Tepe y Nebet Tepe, que en turco significa “colina de guardia”.

Un paseo por el área de Trimontium le llevará al corazón del pasado de Plovdiv, desde las ruinas y murallas antiguas de Filipópolis hasta el teatro romano, que todavía está en uso. También le resultarán de interés las casas bien conservadas de la época del renacimiento búlgaro, que flanquean las estrechas calles adoquinadas.

[Reconocimiento]

© Caro/Andreas Bastian

[Mapa de la página 16]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

BULGARIA

SOFÍA

Plovdiv

[Reconocimientos de la página 17]

Foto superior: © Wojtek Buss/age fotostock; foto inferior: David Ewing/Insadco Photography/age fotostock