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La lucha de la Biblia por vivir

La lucha de la Biblia por vivir

Capítulo 2

La lucha de la Biblia por vivir

Las pruebas de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios pudieran compararse a las hebras de una cuerda. Cada hebra es fuerte, pero cuando todas se unen, forman una cuerda irrompible. En este capítulo y el siguiente consideraremos solo una hebra de prueba: la historia de la Biblia como libro. En verdad es un milagro que este libro maravilloso haya sobrevivido hasta hoy. Considere usted mismo los hechos.

1. ¿Qué detalles se nos dan acerca de la Biblia?

LA Biblia es más que solo un libro. Es una preciosa biblioteca de 66 libros —algunos cortos y otros bastante largos— que contienen ley, profecía, historia, poesía, consejo y mucho más. Siglos antes del nacimiento de Cristo, judíos o israelitas fieles escribieron (principalmente en hebreo) los primeros 39 libros. Esta es la parte de la Biblia llamada con frecuencia el Antiguo Testamento. Los últimos 27 libros fueron escritos en griego por cristianos, y son muy conocidos como el Nuevo Testamento. Según las pruebas internas y las tradiciones más antiguas, los 66 libros fueron escritos durante un período de unos 1.600 años, desde cuando Egipto era una potencia dominante hasta cuando Roma controlaba el mundo.

Solo la Biblia sobrevivió

2. a) ¿En qué situación se hallaba Israel cuando empezó a escribirse la Biblia? b) ¿Qué otras obras literarias llegaron a existir durante aquel período?

2 Más de 3.000 años atrás, cuando empezó a escribirse la Biblia, Israel era simplemente una nación pequeña entre muchas del Oriente Medio. Jehová era su Dios, mientras que las naciones circundantes tenían una confusa variedad de dioses y diosas. En aquel tiempo los israelitas no eran los únicos envueltos en la producción de literatura religiosa. Otras naciones también estaban escribiendo literatura que reflejaba sus creencias religiosas y valores nacionales. Por ejemplo, la leyenda acadia de Gilgamés, de Mesopotamia, y las epopeyas de Ras-Shamra, escritas en ugarítico (un idioma que se hablaba en lo que ahora es el norte de Siria), sin duda eran muy populares. Entre la vasta literatura de aquella época también había obras como Las amonestaciones de Ipu-wer y La profecía de Nefer-rohu, en egipcio, himnos a diferentes divinidades en sumerio y obras proféticas en acadio⁠1.

3. ¿Cómo difiere la Biblia de otra literatura religiosa producida en el Oriente Medio durante el mismo período?

3 Sin embargo, a todas aquellas obras del Oriente Medio les pasó lo mismo. Fueron olvidadas, y hasta los idiomas en que se escribieron dejaron de existir. Solo en años recientes se han enterado arqueólogos y filólogos de la existencia de aquellas obras y han descubierto cómo leerlas. Por otra parte, los primeros libros escritos de la Biblia hebrea han sobrevivido hasta nuestros tiempos y todavía se leen extensamente. En ocasiones ciertos eruditos han alegado que de algún modo los libros bíblicos hebreos se derivaron de aquella literatura de la antigüedad. Sin embargo, la supervivencia de la Biblia hebrea —en contraste con tanta de aquella literatura que pasó al olvido— la marca como significativamente diferente.

Los guardianes de la Palabra

4. ¿Qué problemas graves de los israelitas pudieron haber puesto en duda la supervivencia de la Biblia?

4 Debe comprenderse que desde el punto de vista humano la supervivencia de la Biblia no era de esperarse. Las comunidades que la produjeron experimentaron pruebas tan difíciles y opresión tan enconada que realmente es extraordinario que la Biblia haya sobrevivido hasta la actualidad. En los años antes de Cristo los judíos que produjeron las Escrituras Hebreas (el “Antiguo Testamento”) eran una nación relativamente pequeña. Moraron en peligro entre poderosos estados políticos envueltos en luchas por la supremacía. Para sobrevivir, Israel tuvo que pelear contra una sucesión de naciones, como los filisteos, los moabitas, los ammonitas y los edomitas. Durante una época en que los hebreos estuvieron divididos en dos reinos, el cruel Imperio Asirio casi eliminó el reino del norte, mientras que los babilonios destruyeron el reino del sur y se llevaron en cautiverio al pueblo; y solo un resto regresó a su tierra 70 años después.

5, 6. ¿Qué atentados pusieron en peligro la existencia de los hebreos mismos como pueblo distinto?

5 Hasta hay informes de intentos de genocidio contra los israelitas. Allá en los días de Moisés, Faraón ordenó el asesinato de todos los varoncitos israelitas recién nacidos. De haberse llevado a cabo su orden, se habría aniquilado a los hebreos. (Éxodo 1:15-22.) Mucho tiempo después, cuando los persas dominaban a los judíos, enemigos de los judíos procuraron que se aprobara una ley para exterminarlos. (Ester 3:1-15.) El fracaso de aquella conspiración todavía se celebra en la fiesta judía de Purim.

6 Después, cuando los judíos fueron subyugados por Siria, el rey Antíoco IV se empeñó en helenizar a la nación judía mediante obligarla a seguir las costumbres griegas y adorar a los dioses griegos. Aquellos esfuerzos también fracasaron. En vez de ser eliminados o asimilados, los judíos sobrevivieron, en contraste con la mayoría de los grupos nacionales a su alrededor, que desaparecieron del escenario mundial. Y las Escrituras Hebreas de la Biblia sobrevivieron con ellos.

7, 8. ¿Cómo fueron una amenaza para la Biblia las tribulaciones de los cristianos?

7 Los cristianos, que produjeron la segunda parte de la Biblia (el “Nuevo Testamento”), también fueron un grupo oprimido. A Jesús, su caudillo, se le dio muerte como a un criminal común. En los primeros días después de Su muerte las autoridades judías de Palestina trataron de acabar con los cristianos. Cuando el cristianismo se esparció a otros países, los judíos los persiguieron tenazmente y obstaculizaron su obra misional. (Hechos 5:27, 28; 7:58-60; 11:19-21; 13:45; 14:19; 18:5, 6.)

8 La tolerancia inicial de las autoridades romanas cesó en los tiempos de Nerón. Tácito se jactó de las “torturas intensas” que aquel cruel emperador infligió a los cristianos, y desde su tiempo en adelante el ser cristiano fue un delito castigable con pena de muerte⁠2. En 303 E.C. el emperador Diocleciano obró directamente contra la Biblia *. Para acabar con el cristianismo, ordenó la quema de todas las Biblias cristianas⁠3.

9. ¿Qué habría pasado si las campañas de exterminio contra los judíos y los cristianos hubieran triunfado?

9 Aquellas campañas de opresión y genocidio verdaderamente ponían en peligro la supervivencia de la Biblia. Si a los judíos les hubiera ocurrido lo mismo que a los filisteos y los moabitas, o si hubieran tenido éxito los esfuerzos de —primero— las autoridades judías, y —después— las autoridades romanas por acabar con el cristianismo, ¿quiénes habrían escrito y conservado la Biblia? Felizmente, los guardianes de la Biblia —primero los judíos y después los cristianos— no fueron eliminados, y la Biblia sobrevivió. Pero surgió otra seria amenaza, si no contra la supervivencia de la Biblia, por lo menos contra su integridad.

Copias falibles

10. ¿Cómo se conservó originalmente la Biblia?

10 Muchas de las obras antiguas ya mencionadas que al fin pasaron al olvido se habían tallado en piedra o grabado en tablillas de barro duraderas. No fue así con la Biblia. Esta fue escrita originalmente en papiro o en pergamino... materiales mucho menos durables. El resultado de esto fue que los manuscritos originales desaparecieron hace muchísimo. Entonces, ¿cómo se conservó la Biblia? Mediante incontables miles de copias hechas laboriosamente a mano. Así se reproducía por lo general un libro antes de la invención de la imprenta.

11. ¿Qué sucede, inevitablemente, cuando los manuscritos se copian a mano?

11 Pero hay un peligro cuando algo se copia a mano. Sir Frederic Kenyon, el famoso arqueólogo que fue bibliotecario del Museo Británico, explicó: “Hasta ahora no se han creado la mano ni el cerebro humanos que puedan copiar completamente una obra larga sin cometer algún error. [...] De seguro se introducirían errores”⁠4. Cuando un error se introducía en un manuscrito, se repetía cuando ese manuscrito se usaba como la base para copias futuras. Cuando se hacían muchas copias durante un largo período de tiempo, se introducían muchos errores humanos.

12, 13. ¿Quiénes asumieron la responsabilidad de conservar el texto de las Escrituras Hebreas?

12 En vista de los muchos miles de copias que se hicieron de la Biblia, ¿cómo sabemos que este proceso no la cambió hasta hacerla irreconocible? Pues bien, considere el caso de la Biblia hebrea, el “Antiguo Testamento”. En la segunda mitad del siglo VI a.E.C., cuando los judíos regresaron del exilio en Babilonia, un grupo de hebraístas conocido como los soferim, “escribas”, llegaron a ser los guardianes del texto de la Biblia hebrea, con la responsabilidad de copiar aquellas Escrituras para su uso en la adoración pública y privada. Eran hombres muy devotos a su labor, profesionales, y su obra fue de la mejor calidad.

13 Desde el siglo VII hasta el X E.C. los que hicieron la obra que antes hacían los soferim fueron los masoretas. Su nombre se deriva de una palabra hebrea que significa “tradición”, y básicamente ellos también eran escribas encargados de conservar el texto hebreo tradicional. Los masoretas eran meticulosos. Por ejemplo, el escriba tenía que usar como texto maestro una copia debidamente autenticada, y no se le permitía escribir nada de memoria. Tenía que verificar cada letra antes de escribirla⁠5. El profesor Norman K. Gottwald informa: “Una indicación del cuidado con que cumplían sus deberes era el requisito rabínico de que todos los manuscritos nuevos se sometieran a corrección de pruebas y las copias defectuosas se descartaran inmediatamente”⁠6.

14. ¿Qué descubrimiento hizo posible confirmar que los soferim y los masoretas habían transmitido el texto bíblico?

14 ¿Con cuánta exactitud transmitieron el texto los soferim y los masoretas? Hasta 1947 era difícil contestar esa pregunta, pues los más antiguos manuscritos hebreos completos eran del siglo X E.C. Sin embargo, en 1947 se hallaron fragmentos de manuscritos muy antiguos en ciertas cavernas cerca del mar Muerto, y entre estos había partes de libros de la Biblia hebrea. Algunos fragmentos eran de antes del tiempo de Cristo. Los escriturarios los compararon con los manuscritos hebreos existentes para ver cuán exactamente se había transmitido el texto. ¿Qué resultado tuvo esta comparación?

15. a) ¿Qué quedó claro al compararse con el texto masorético el rollo de Isaías hallado en la vecindad del mar Muerto? b) ¿A qué conclusión debe llevarnos el que algunos manuscritos del mar Muerto muestren cierta variación textual? (Véase la nota.)

15 Entre las obras de más antigüedad descubiertas estuvo todo el libro de Isaías, y la similitud de su texto con el de la Biblia masorética que tenemos hoy es asombrosa. El profesor Millar Burrows escribe: “Muchas de las diferencias entre el rollo de Isaías [descubierto recientemente] [...] y el texto masorético pueden explicarse como errores al copiar. Aparte de estos, en general hay una notable concordancia con el texto de los manuscritos medievales. Tal concordancia en un manuscrito de mucha más antigüedad ciertamente es testimonio de la exactitud del texto tradicional en conjunto”⁠7. Burrows añade: “Maravilla el que por unos mil años el texto experimentara alteraciones tan leves” *.

16, 17. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que el texto de las Escrituras Griegas Cristianas es válido? b) ¿Qué testificó sir Frederic Kenyon sobre el texto de las Escrituras Griegas?

16 En cuanto a la parte de la Biblia escrita en griego por los cristianos —el llamado Nuevo Testamento—, los copistas eran más como aficionados talentosos que como los muy educados y profesionales soferim. Pero por trabajar como lo hacían bajo la amenaza del castigo de las autoridades, tomaban muy en serio su obra. Y hay dos cosas que nos aseguran que hoy tenemos un texto que en esencia es el mismo que se escribió originalmente. Primero, tenemos manuscritos de una fecha mucho más cercana a la de los escritos originales que los manuscritos de la parte hebrea de la Biblia. De hecho, un fragmento del Evangelio de Juan es de la primera mitad del segundo siglo, o sea, de menos de 50 años después de cuando Juan probablemente lo escribió. Segundo, por sí misma la gran cantidad de manuscritos existentes hace posible una formidable demostración de lo válido del texto.

17 Sobre esto sir Frederic Kenyon testificó: “Hay que enfatizar vigorosamente la seguridad sustancial del texto de la Biblia. Esto se puede decir especialmente del Nuevo Testamento. Tan grande es la cantidad de manuscritos del Nuevo Testamento, de sus traducciones desde los primeros tiempos y de citas de él por los escritores más antiguos de la Iglesia, que es casi seguro que la verdadera lectura de todo pasaje dudoso está en alguna de esas autoridades antiguas. No se puede decir eso de ningún otro libro antiguo del mundo”⁠10.

El pueblo y sus idiomas

18, 19. ¿Por qué no quedó limitada la Biblia a sus idiomas originales?

18 Los idiomas originales usados en la Biblia obstaculizaban también, al cabo, su supervivencia. Los primeros 39 libros se escribieron principalmente en hebreo, la lengua de los israelitas. Pero el hebreo nunca ha sido lengua extensamente conocida. Si la Biblia hubiera seguido en aquel idioma, su influencia nunca habría trascendido de la nación judía y de los pocos extranjeros que podían leerla. Sin embargo, en el siglo III a.E.C. se comenzó a traducir la parte hebrea de la Biblia al griego para beneficio de los hebreos que vivían en Alejandría, Egipto. En aquel tiempo el griego era lengua internacional. Así los no judíos tuvieron fácil acceso a la Biblia hebrea.

19 Cuando llegó el tiempo para que se escribiera la segunda parte de la Biblia, el griego todavía se hablaba extensamente, y por eso los últimos 27 libros de la Biblia se escribieron en esa lengua. Pero no todo el mundo entendía el griego. Por eso, poco después empezaron a aparecer traducciones de la parte hebrea y de la parte griega de la Biblia en los idiomas de uso diario en aquellos primeros siglos de la era común, tales como siriaco, copto, armenio, georgiano, gótico y etiópico. El idioma oficial del Imperio Romano era el latín, y se hicieron tantas traducciones al latín que fue necesario mandar hacer una “versión autorizada”. Esta se terminó alrededor de 405 E.C. y llegó a ser conocida como la Vulgata (que significa “popular” o “común”).

20, 21. ¿Qué obstáculos afrontó la Biblia para sobrevivir, y por qué salió vencedora?

20 Como se ve, a pesar de muchos obstáculos la Biblia sobrevivió hasta los primeros siglos de nuestra era común. Los que la produjeron eran minorías despreciadas y perseguidas que vivían una vida difícil en un mundo hostil. En el proceso de copiarla su significado pudo haberse torcido gravemente, pero eso no sucedió. Además, escapó del peligro de que solo pudieran leerla personas de ciertos idiomas.

21 ¿Por qué fue tan difícil la supervivencia de la Biblia? Ella misma dice: “El mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19.) Por eso, esperaríamos que el mundo fuera hostil a la verdad publicada, y así ha sucedido. Entonces, ¿por qué sobrevivió la Biblia cuando tantas otras obras literarias que no afrontaron las mismas dificultades fueron olvidadas? La Biblia contesta esto también. Dice: “El dicho de Jehová dura para siempre”. (1 Pedro 1:25.) Si la Biblia es en verdad la Palabra de Dios, ningún poder humano puede destruirla. Y hasta este siglo XX, esa es la realidad.

22. ¿Qué cambio hubo a principios del siglo IV E.C.?

22 Sin embargo, en el siglo IV E.C. sucedió algo que con el tiempo tuvo como consecuencia nuevos ataques contra la Biblia y afectó profundamente el curso de la historia europea. Solo diez años después de haber intentado Diocleciano destruir toda copia de la Biblia, la política imperial cambió y el “cristianismo” fue legalizado. Doce años después, en 325 E.C., un emperador romano presidió el concilio “cristiano” de Nicea. ¿Por qué resultaría ser peligroso para la Biblia algo que parecía ser tan favorable? En el capítulo siguiente veremos la respuesta a esa pregunta.

[Notas]

^ párr. 8 En esta publicación, en vez de las abreviaturas tradicionales “d. de J.C.” y “a. de J.C.”, o “d.C.” y “a.C”, se usan las abreviaturas más exactas “E.C.” (era común) y “a.E.C.” (antes de la era común).

^ párr. 15 No todos los manuscritos del mar Muerto mostraron concordancia tan estrecha con el texto bíblico existente. Algunos mostraban considerable variación textual. Sin embargo, esas variaciones no indican un torcimiento del significado esencial del texto. Según Patrick W. Skehan, de la Universidad Católica de los Estados Unidos, la mayoría de las variaciones representan una “reelaboración [del texto bíblico] sobre la base de su propia lógica integral, de modo que la forma se extiende, pero la sustancia permanece igual [...] La actitud fundamental es una de reverencia explícita a un texto considerado sagrado, una actitud de explicar (como diríamos nosotros) la Biblia por medio de la Biblia en la misma transmisión del texto”⁠8.

Otro comentarista añade: “A pesar de todas las incertidumbres, queda en pie el hecho importante de que en su mayoría el texto como lo tenemos ahora representa bien las mismas palabras de los autores, algunos de los cuales vivieron casi tres mil años atrás, y no hay razón para dudar seriamente, con relación a la corrupción textual, la validez del mensaje que nos da el Antiguo Testamento”⁠9.

[Preguntas del estudio]

[Recuadro de la página 19]

El bien establecido texto de la Biblia

Para saber lo bien establecido que está el texto de la Biblia, basta compararlo con otro conjunto de escritos de la antigüedad: la literatura clásica de Grecia y Roma. En realidad la mayor parte de esa literatura se escribió después de haberse completado las Escrituras Hebreas. No hay registro de intentos de genocidio contra los griegos ni los romanos, y sus escritos no se conservaron frente a persecución. Sin embargo, note estos comentarios del profesor F. F. Bruce:

“Para la Guerra de las Galias de César (obra compuesta entre 58 y 50 a.C.) hay varios mss. existentes, pero solo 9 ó 10 son buenos, y el más antiguo es de unos 900 años después de los días de César.

“De los 142 libros escritos por Livio sobre la historia romana (59 a.C.-17 d.C.), solo se conservan 35; los conocemos por no más de 20 mss. de alguna importancia, solo uno de los cuales —y ese con fragmentos de los libros III-VI— se remonta al siglo IV.

“De los 14 libros de las Historias de Tácito (c. 100 d.C.) solo sobreviven cuatro y medio; de los 16 libros de los Anales, sobreviven 10 libros completos y 2 en parte. El texto de las porciones existentes de sus dos grandes obras históricas depende enteramente de dos mss., uno del siglo IX y otro del siglo XI. [...]

“Conocemos la Historia de Tucídides (c. 460-400 a.C.) por ocho mss., de los cuales el más antiguo data de c. 900 d.C., y unos cuantos fragmentos de papiro, de más o menos el principio de la era cristiana.

“Lo mismo es cierto de la Historia de Heródoto (c. de 488-428 a.C.). Sin embargo, ningún humanista prestaría atención al argumento de que la autenticidad de Heródoto o Tucídides está en duda porque los mss. más antiguos de sus obras que podemos usar fueron escritos más de 1.300 años después de los originales” (The Books and the Parchments, [Los libros y los pergaminos], página 180).

Compare esto con el hecho de que hay miles de manuscritos de diversas partes de la Biblia. Y algunos manuscritos de las Escrituras Griegas Cristianas datan de menos de cien años desde el tiempo de su escritura original.

[Fotografía de la página 13]

Los hebreos eran una nación pequeña, siempre amenazada por naciones más fuertes. En esta escultura antigua se ve a hebreos llevados al cautiverio por los asirios

[Fotografía de la página 14]

Las Escrituras se copiaban a mano antes de la invención de la imprenta

[Fotografía de la página 16]

Nerón hizo que el ser cristiano fuera un delito castigable con pena de muerte

[Fotografía de la página 21]

Por el rollo de Isaías hallado en la vecindad del mar Muerto se probó que ese libro había permanecido inalterado por unos 1.000 años

[Fotografía de la página 23]

El emperador Diocleciano no pudo destruir la Biblia