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Cómo usar “Razonamiento a partir de las Escrituras”

Cómo usar “Razonamiento a partir de las Escrituras”

El dechado que se ha de seguir para ayudar a otros a entender la Biblia es el que nos suministraron Jesucristo y sus apóstoles. En respuesta a preguntas que se le hicieron, Jesús citó porciones de las Escrituras y a veces usó ilustraciones apropiadas que ayudarían a las personas de corazón recto a aceptar lo que la Biblia dice (Mat. 12:1-12). La costumbre del apóstol Pablo fue ‘razonar a partir de las Escrituras, explicando y probando por referencias’ lo que enseñaba (Hech. 17:2, 3). La información que contiene este libro puede serle útil, de modo similar, a usted.

En vez de cubrir cada asunto de manera extensa, general, Razonamiento a partir de las Escrituras concentra la atención primordialmente en preguntas que en la actualidad hacen muchas personas.

No se ha preparado esta publicación con el fin de ayudar a nadie a “ganar discusiones” con personas que no respetan la verdad. Más bien, le suministra a usted información valiosa para que la emplee al hablar con las personas que le permitan razonar con ellas. Algunas quizás hagan preguntas que realmente deseen que se les contesten satisfactoriamente. Puede ser que otras, a medida que la conversación se desarrolle, sencillamente declaren cuáles son sus creencias, y posiblemente lo hagan con alguna convicción. Pero ¿son personas razonables, dispuestas a prestar atención a un punto de vista diferente? Si así es, usted puede compartir con ellas lo que la Biblia dice, con la convicción de que los corazones de los que aman la verdad responderán con aprecio.

¿Cómo puede usted hallar en este manual la información específica que necesita? Con frecuencia la hallará con facilidad buscando directamente entre las secciones amplias de este manual —las principales— la que considera el asunto que le interesa. En todas estas secciones amplias podrá fácilmente hallar las preguntas de importancia primaria; están en letra de tipo grueso, o negrita, y contra el margen izquierdo. Si no encuentra rápidamente lo que necesita, consulte el Índice al final del libro.

Siempre es provechoso que se prepare de antemano para lo que desea considerar. Pero aunque no se haya familiarizado plenamente con ciertas secciones de este libro, todavía puede utilizarlas bien. ¿Cómo? Cuando encuentre la pregunta que más de cerca corresponda al punto que desee considerar, investigue cualquier subtítulo bajo esa pregunta. Estos subtítulos están en letras cursivas o bastardillas de trazo grueso y adentrados bajo las preguntas con las cuales se relacionan. Si usted ya tiene algún conocimiento de la materia, un repaso de estos subtítulos y un vistazo rápido a algunos de los pensamientos bajo ellos pueden ser todo lo que necesite, porque trazan una útil línea de razonamiento que pudiera usarse. No vacile en expresar las ideas en sus propias palabras.

¿Le parece que necesita más... quizás los textos bíblicos mismos, el razonamiento que pudiera usar con relación a ellos, algunas ilustraciones que le ayuden a aclarar lo razonable de lo que la Biblia dice, y así por el estilo? Si así es, quizás quiera mostrar a la persona con quien habla lo que usted tiene en este libro, y entonces leer junto con ella la porción que considera la pregunta que ha hecho. Aunque usted no haya estudiado la materia de antemano, todavía puede usarla para dar una respuesta satisfaciente. Todo se halla aquí mismo en el libro, declarado de modo sencillo y conciso.

Tenga presente que este libro es solo una ayuda. La Biblia es la autoridad. Esa es la Palabra de Dios. Cuando en el libro se cita de la Biblia, grabe este hecho en la mente de las personas con quienes habla. En todo caso posible, pídales que consigan su Biblia y busquen los textos para que vean que lo que usted dice en realidad se halla en su propio ejemplar de las Escrituras. Si algunas traducciones de la Biblia de uso popular vierten porciones clave de ciertos textos de diferente manera, por lo general se llama atención a esto, y se suministran para comparación las lecturas que presentan varias traducciones.

En armonía con el ejemplo que dio el apóstol Pablo, quien se refirió “A un Dios Desconocido” y citó algunas fuentes de información seglares de aceptación general cuando predicó a los atenienses (Hech. 17:22-28), este libro utiliza, de manera limitada, citas tomadas de la historia seglar, enciclopedias, libros de consulta religiosos y diccionarios o léxicos de los lenguajes bíblicos. Así, en vez de presentar aserciones sobre el origen de algunas prácticas religiosas falsas, el desarrollo de ciertas doctrinas y el significado de ciertos términos hebreos y griegos, el libro muestra por qué se hacen ciertas declaraciones. Sin embargo, dirige atención a la Biblia como la fuente básica de la verdad.

A fin de ayudarle más aún a preparar el camino para compartir la verdad bíblica con otras personas, hallará en las primeras secciones de este libro una lista de “Introducciones útiles para el ministerio en el campo” y una compilación de sugerencias en cuanto a “Cómo pudiera responder a expresiones que pudieran detener la conversación”. Muchas otras expresiones que pudieran detener la conversación se relacionan con creencias particulares, y se consideran al final de cada una de las secciones principales que tratan con tales creencias. No se pretende que usted se aprenda de memoria estas respuestas, pero indudablemente le será útil analizar por qué les han sido eficaces a otros; entonces exprese las ideas en sus propias palabras.

El uso de este manual debería ayudarle a cultivar la habilidad de razonar a partir de las Escrituras, y a usarlas con eficacia para ayudar a otras personas a instruirse en “las cosas magníficas de Dios”. (Hech. 2:11.)