Los demonios alegan falsamente que los muertos están vivos

Los demonios alegan falsamente que los muertos están vivos

La Biblia dice que Satanás está “extraviando a toda la tierra habitada” (Apocalipsis 12:9). Satanás y sus demonios no quieren que creamos lo que dice la Palabra de Dios, la Biblia. Tratan de hacer que la gente crea que los muertos están vivos en algún lugar en la región de los espíritus. Veamos cómo hacen eso.

Religión falsa

Todos —los seres humanos, los animales, los peces y las aves— son almas

Muchas religiones enseñan que todos los humanos tienen algo que sobrevive a la muerte. Dicen que cuando una persona muere, algo permanece vivo tras la muerte y va algún sitio donde viven los muertos.

Pero la Palabra de Dios no enseña eso. Por ejemplo, cuando se describe la creación de Adán, la Biblia dice: “Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente” (Génesis 2:7). Entonces, Dios no introdujo nada en el cuerpo de adán que pudiera sobrevivir tras la muerte.

La Biblia dice que cuando el hombre muere, nada sigue viviendo después de la muerte. Como la persona entera ha muerto, ya no es capaz de poder afectar a otros. Note en lo que sigue, lo que dicen las escrituras.

  • “Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).

  • Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. 10 Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas” (Eclesiastés 9:5, 10).

La Biblia muestra que el alma no es inmortal

Otros textos muestran como el hombre y los animales mueren de forma similar (Ecl. 3:19, 20). Aquellos que han muerto, no son conscientes de nada en absoluto. Por lo tanto, cuando una persona muere, nada de ella continúa viviendo.

Lea usted la Biblia desde el principio hasta el fin y nunca encontrarás que los muertos siguen viviendo en otro sitio. La enseñanza del alma inmortal no es una enseñanza bíblica. Es una enseñanza de Satanás y sus demonios. Jehová odia todas las mentiras religiosas (Proverbios 6:16-19; 1 Timoteo 4:1, 2).

El médium espiritista

Es un hecho que los demonios fingen ser espíritus de difuntos

Satanás también extravía a la gente por el uso del médium. Un médium es una persona que puede recibir mensajes directamente del mundo de los ­espíritus. Muchísimas personas, entre ellas el médium mismo, creen que estos mensajes vienen de ­espíritus de difuntos. Pero, como nos ha mostrado la Biblia, tal cosa es imposible (Eclesiastés 9:5, 6, 10).

Entonces, ¿de quiénes vienen estos mensajes? ¡De los ­demonios mismos! Los demonios pueden ­observar a alguien cuando está vivo; están al tanto de cómo hablaba la persona, la apariencia que presentaba, lo que hizo y lo que sabía. Por eso, para ellos es fácil imitar a personas que han muerto (1 Samuel 28:3-19).

Cuentos falsos

Satanás también promueve la mentira acerca de los muertos mediante cuentos falsos. ­Frecuentemente estos cuentos apartan de la verdad bíblica a la gente (2 Timoteo 4:4).

Algunos creen que han visto a personas que han regresado de entre los muertos

En África se oyen muchos cuentos acerca de personas a quienes se vio vivas después de su muerte. Lo típico es ver a la persona en algún lugar muy ­distante de donde vivía. Sin embar­go, pregúntese: ‘¿Parece razo­nable que si alguien pudiera regresar de entre los muertos ­regresara a un lugar muy alejado de su familia y amigos?’.

Además, ¿acaso no pudiera ser que la persona que alguien haya visto sencillamente se pareciera a la que murió? Por ejemplo, dos ministros cristianos que predicaban en una zona rural notaron que un hombre de edad avanzada los siguió por algunas horas. Cuando le preguntaron por qué los seguía, se enteraron de que aquel hombre creía que uno de aquellos ministros era un hermano suyo que había muerto años antes. Por supuesto, estaba equivocado, pero se negaba a creer que estuviera equivocado. ¡Imagínese lo que aquel anciano contó después a sus amigos y vecinos!

Visiones, sueños y voces

Los demonios extravían mediante sueños, visiones y voces

Usted probablemente sabe acerca de cosas raras que la gente ha visto, oído o soñado. Por lo general esas experiencias sobrenaturales asustan a los que las tienen. Marein, quien vivía en África occidental, solía oír la voz de su difunta abuela llamándola de noche. Aterrada, Marein gritaba y despertaba a toda su familia. Con el tiempo, perdió el juicio.

Pues bien, si los muertos en realidad estuvieran vivos, ¿sería razonable que aterrorizaran a sus seres queridos? Por supuesto que no. La fuente de esos men­sajes dañinos son los demonios.

Pero ¿qué se puede ­decir de mensajes que parecen útiles y confortantes? Por ejemplo, ­Gbassay, de Sierra Leona, estaba enferma. Tuvo un sueño en que se le apareció su difunto padre. Él le dijo que fuera a cierto árbol, le quitara una hoja, la mezclara con agua y se bebiera la mezcla. No debía hablar con nadie antes de hacer aquello. Ella siguió las instrucciones y sanó.

Otra señora dijo que su difunto esposo se le apareció cierta ­noche. Dijo que él presentaba muy buena apariencia y llevaba ropa elegante.

Esos mensajes y visiones pa­recen buenos y útiles. ¿Vienen de Dios? No; no vienen de él. Jehová es “el Dios de la verdad” (Salmo 31:5). Nunca concordaría en ­engañarnos. Solo los demonios hacen eso.

Pero ¿habrá demonios buenos? No. Aunque a veces quizás presenten la apariencia de dar ­ayuda, todos son malos. Cuando el Diablo habló con Eva, pareció amigable (Génesis 3:1). Pero ¿cuál fue el resultado para ella después de haberle prestado atención y haber hecho lo que él dijo? Murió.

Satanás dijo que Eva no moriría. Eva le creyó, pero al fin murió

Usted sabe que no es raro que una persona mala sea amigable con las personas a quienes desea engañar o a quienes quiere privar de algo. “Dientes blancos, corazón negro”, dice un proverbio africano. Y la Palabra de Dios dice: “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz” (2 Corintios 11:⁠14).

Dios ya no se comunica con la gente en la Tierra mediante sueños, visiones ni voces desde el mundo de los espíritus. Él guía e instruye a la gente mediante la Biblia, que puede hacer que uno esté “completamente equi­pado para toda buena obra” (2 ­Timoteo 3:17).

Así, cuando Jehová nos advierte de las tretas del Diablo lo hace porque nos ama. Sabe que los demonios son enemigos peligrosos.