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CAPÍTULO 23

“Él nos amó primero”

“Él nos amó primero”

1-3. ¿Por qué la muerte de Jesús es tan diferente de cualquier otra?

 HACE casi 2.000 años se juzgó a un hombre inocente. Lo declararon culpable de delitos que no había cometido y lo torturaron hasta la muerte. No era la primera vez que alguien sufría una muerte cruel e injusta, y por desgracia tampoco fue la última. Pero aquel caso fue muy diferente.

2 Poco antes de su muerte, algo extraño en el cielo demostró la importancia de lo que estaba pasando. En pleno mediodía, de pronto todo se oscureció. Como dijo un historiador y escritor bíblico, “la luz del sol se fue” (Lucas 23:44, 45). Luego, justo antes de que diera su último aliento, aquel hombre pronunció estas memorables palabras: “¡Se ha cumplido!”. Y es que, al entregar su vida, logró algo maravilloso. Su sacrificio fue la mayor muestra de amor de parte de un ser humano (Juan 15:13; 19:30).

3 Quizá ya se imagine que aquel hombre era Jesús. Todo el mundo sabe las cosas terribles que sufrió aquel día, el 14 de nisán del año 33 de nuestra era. Pero hay algo en lo que casi nadie se ha puesto a pensar: aunque Jesús sintió mucho dolor, hubo alguien que sufrió todavía más. Y, de hecho, esa persona hizo el mayor sacrificio y la mayor demostración de amor que jamás se haya hecho. ¿Qué hizo? Veamos la respuesta a esta pregunta. Eso dará pie al asunto más importante que podamos tratar: el amor de Jehová.

La mayor muestra de amor

4. ¿Cómo se dio cuenta un centurión de que Jesús no era un hombre común y corriente, y qué reconoció?

4 Aquel día, después de que todo se oscureció, hubo un terremoto muy fuerte. El centurión romano que estuvo a cargo de la ejecución de Jesús se quedó tan impresionado que reconoció: “Está claro que era el Hijo de Dios” (Mateo 27:54). Sin duda, Jesús no era un hombre común y corriente. Aquel centurión había participado en la muerte del propio Hijo del Dios Altísimo. ¿Y cuánto cariño le tenía el Padre a su Hijo unigénito?

5. ¿Qué nos puede ayudar a darnos una idea de todo el tiempo que Jehová y su Hijo pasaron juntos en el cielo?

5 La Biblia llama a Jesús “el primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15). Piénselo: el Hijo de Dios ya existía antes de que existiera el universo. Entonces, ¿cuánto tiempo estuvieron juntos Padre e Hijo? La ciencia calcula que el universo tiene 13.000 millones de años. ¿Puede darse una idea de cuánto tiempo es eso? Para ayudar a la gente a comprender esa cantidad, en un planetario se trazó una línea de tiempo de 110 metros (360 pies) de largo. Cada paso que da un visitante equivale a 75 millones de años en la existencia del universo. Al final de la línea, hay una raya del grosor de un cabello que representa toda la historia del hombre. Sea que estos cálculos sean exactos o no, la línea entera siempre será más corta que la vida del Hijo de Jehová. ¿Y qué hizo Jesús durante tantos millones de años?

6. a) ¿Qué hizo el Hijo de Jehová antes de venir a la Tierra? b) ¿Qué es lo que une a Jehová y su Hijo?

6 El Hijo fue el “obrero experto” de su Padre, y eso lo hacía muy feliz (Proverbios 8:30). La Biblia dice: “Todas las cosas llegaron a existir por medio de él, y sin él no llegó a existir ni siquiera una sola cosa” (Juan 1:3). Así que Jehová y Jesús trabajaron juntos para hacerlo todo. ¡Cuánto debieron haber disfrutado! Todos sabemos que a los padres y a los hijos los une un cariño muy fuerte. De hecho, el amor “es un lazo de unión perfecto” (Colosenses 3:14). Pues imagínese lo fuerte que debe ser el amor que une a Jehová y Jesús, que pasaron tantísimo tiempo juntos. Está claro que los unen los lazos más fuertes que pueda haber.

7. ¿Cómo expresó Dios lo que sintió cuando su Hijo se bautizó?

7 Aunque Jehová amaba tanto a su Hijo, estuvo dispuesto a separarse de él por algunas décadas y lo envió a la Tierra para que naciera como un ser humano. Desde el cielo, vio crecer a ese bebé hasta que llegó a ser un hombre perfecto. Cuando Jesús tenía unos 30 años, se bautizó. ¿Y qué sintió su Padre celestial en ese momento? Él mismo dijo desde el cielo: “Este es mi Hijo amado; él tiene mi aprobación” (Mateo 3:17). ¡Qué contento debió sentirse Jehová al ir viendo cómo su Hijo cumplía fielmente todas las profecías y hacía todo lo que le había pedido! (Juan 5:36; 17:4).

8, 9. a) ¿Qué tuvo que soportar Jesús el 14 de nisán del año 33, y cómo debió sentirse su Padre celestial? b) ¿Por qué permitió Jehová que su Hijo sufriera y muriera?

8 Ahora bien, pensemos en lo que ocurrió el 14 de nisán del año 33 y en cómo debió sentirse Jehová al ver que traicionaban a Jesús, que una multitud lo arrestaba, que sus amigos lo abandonaban, que las autoridades le hacían un juicio ilegal y que los soldados se burlaban de él, le escupían, lo golpeaban y le daban latigazos hasta destrozarle la espalda. ¿Y qué sentiría cuando vio que lo colgaron de un poste clavándole las manos y los pies mientras la gente lo insultaba? Sí, ¿cómo debió sentirse cuando su querido Hijo le pidió ayuda agonizando, cuando dio su último aliento y cuando, por primera vez desde el principio de la creación, dejó de existir? (Mateo 26:14-16, 46, 47, 56, 59, 67; 27:38-44, 46; Juan 19:1).

9 No hay palabras que describan el dolor que Jehová sintió cuando vio morir a su Hijo. Pero sí hay palabras para describir por qué estuvo dispuesto a sufrir tanto. En Juan 3:16, un versículo tan importante que se le ha llamado el Evangelio en miniatura, Jehová nos dice algo maravilloso: “Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna”. Los motivos de Jehová se resumen en una sola palabra: amor. Haber enviado a su Hijo para que sufriera y muriera por nosotros fue todo un regalo de parte de Jehová. Fue la mayor muestra de amor de todos los tiempos.

“Dios [...] entregó a su Hijo unigénito”.

Qué es el amor de Dios

10. ¿Qué necesidad tenemos todos, y qué ha pasado con el significado de la palabra amor?

10 ¿Qué es el amor? Se dice que es la mayor necesidad del ser humano. Y es que a todos nos gusta sentirnos queridos desde que nacemos. El amor es algo que nos hace felices. En cambio, la falta de amor puede acabar con nosotros. Y, a pesar de todo esto, es muy difícil definirlo. Todo el mundo habla del amor y hay un montón de libros, canciones y poemas sobre él. Pero la verdad es que no dejan claro lo que significa. De hecho, se abusa tanto de esta palabra que cada vez cuesta más saber qué es realmente.

11, 12. a) ¿Dónde podemos aprender mucho sobre lo que es el amor, y por qué? b) ¿Qué palabras había en griego para referirse a cada tipo de amor, y cuál es la que más aparece en la Biblia? (Vea también la nota). c) ¿Qué suele significar agápē en la Biblia?

11 Un diccionario bíblico explica que “el amor solo puede conocerse a base de las acciones que provoca” (Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo, de Vine). La Biblia nos habla de las acciones mediante las que Jehová le ha demostrado su amor y bondad al ser humano. Así que es en la Biblia donde podemos aprender lo que es el amor. Como vimos, la mayor demostración del amor de Jehová fue entregar a su Hijo por nosotros. ¿Hay algo que pueda describir mejor lo que implica esta cualidad? En los siguientes capítulos, analizaremos muchos otros casos en los que vemos el amor de Jehová en acción. Pero primero veamos lo que nos enseñan las palabras originales que se usan en la Biblia. En griego antiguo había cuatro palabras para referirse al amor. a La que se usa con más frecuencia en las Escrituras Griegas Cristianas es agápē. Un diccionario bíblico dice que “esta es la palabra con más fuerza para referirse al amor”. ¿Por qué?

12 En la Biblia, agápē suele referirse al amor que se guía por principios, al amor cristiano. No se basa solo en nuestras emociones o en lo que sentimos hacia otra persona. Más bien, decidimos demostrárselo a todo el mundo porque sabemos que eso es lo correcto. De hecho, quien tiene este amor se desvive por los demás. Por ejemplo, volvamos a Juan 3:16: “Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito”. ¿Qué es ese “mundo”? Son todos los seres humanos que pueden beneficiarse del rescate. Muchos de ellos llevan un estilo de vida que a Dios no le gusta. Claro, Jehová no los quiere como si fueran sus amigos íntimos, tanto como quería a Abrahán (Santiago 2:23). Pero él les ofrece a todos la oportunidad de beneficiarse de su amor y bondad, y para eso tuvo que pagar un precio muy alto. Él quiere que todos se arrepientan y cambien (2 Pedro 3:9). Muchos lo hacen, y entonces él los acepta con gusto como sus amigos.

13, 14. ¿Qué demuestra que el amor cristiano suele ir acompañado de ternura?

13 Algunas personas creen que la Biblia se refiere al término agápē como algo frío e intelectual, pero están equivocadas. Más bien, este tipo de amor implica sentir tierno cariño por alguien. Por ejemplo, Juan 3:35 dice: “El Padre ama al Hijo”. Aquí se usó una forma de la palabra agápē. ¿Significa, entonces, que no sentía cariño por su Hijo? No. En Juan 5:20, donde se usó una forma de la palabra filéō, Jesús mismo dijo “El Padre quiere al Hijo” o, como dice la nota, “le tiene cariño”. Así que el amor de Jehová suele ir acompañado de ternura. Pero no se deja llevar por el sentimentalismo, sino que se basa en los principios de Dios, siempre sabios y justos.

14 Como ya vimos, todas las cualidades de Jehová son perfectas y atrayentes. Pero la que más nos atrae es el amor. Nada nos impulsa tanto a acercarnos a Dios. ¡Y qué bueno es que esa sea su cualidad principal! Veamos por qué.

“Dios es amor”

15. ¿Qué dice la Biblia sobre el amor de Jehová, y por qué es eso tan especial? (Vea también la nota).

15 La Biblia habla del amor de una forma especial. Por ejemplo, nunca afirma que Dios es poder, justicia ni sabiduría. Claro, él tiene estas tres cualidades. De hecho, es la fuente de ellas y nadie las demuestra como él. Pero, a diferencia de estas cualidades, la Biblia dice algo único sobre la cuarta virtud fundamental de Jehová: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). b ¿Qué significa esto?

16-18. a) ¿Por qué dice la Biblia que “Dios es amor”? b) ¿Por qué es el hombre un símbolo adecuado del amor de Jehová?

16 La frase “Dios es amor” no significa que el amor y Dios sean lo mismo. No podemos invertir el orden y decir: “El amor es Dios”. Jehová es mucho más que una cualidad; es una persona con una amplia gama de sentimientos y cualidades, aparte del amor. Con todo y eso, el amor impregna todo su ser. Por eso una obra de consulta dice lo siguiente sobre este versículo: “La esencia o la naturaleza de Dios es el amor”. ¿Y qué quiere decir esto? Pues bien, el poder de Jehová hace posible que él actúe. Su justicia y su sabiduría rigen su manera de actuar. Pero es su amor lo que lo motiva a actuar. Demuestre la cualidad que demuestre, su amor siempre está presente, porque todo lo hace con amor.

17 Se dice que Jehová es la personificación del amor. Por tanto, para saber más del amor basado en principios, hay que conocer a Dios. Claro, los seres humanos también podemos mostrar esta hermosa cualidad. ¿Y por qué? Fíjese en lo que Jehová le dijo a su Hijo cuando nos creó: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” (Génesis 1:26). Por eso, de todos los seres vivos que hay en la Tierra, los humanos somos los únicos que podemos amar por voluntad propia, igual que lo hace nuestro Padre celestial. ¿Recuerda que Jehová usó varios seres vivos para representar sus virtudes fundamentales? Pues eligió al hombre, su obra maestra en la Tierra, como símbolo de su principal cualidad: el amor (Ezequiel 1:10).

18 Cuando demostramos amor desinteresado, basado en principios, reflejamos la cualidad más importante de Jehová. Es justo como escribió el apóstol Juan: “Nosotros amamos porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Ahora bien, ¿en qué sentido nos amó primero?

Jehová tomó la iniciativa

19. ¿Qué impulsó a Jehová a comenzar la creación?

19 El amor siempre ha existido. Piense en esto: ¿qué impulsó a Jehová a comenzar la creación? No fue que se sintiera solo y necesitara compañía. Jehová es completo, no depende de nadie y no le hace falta nada que otros puedan darle. Pero, por su amor —que es una cualidad activa—, quiso compartir la satisfacción de vivir. Y por eso les dio el regalo de la vida a seres que pudieran valorarlo. Apocalipsis 3:14 dice que “el principio de la creación de Dios” fue su Hijo unigénito. Luego, Jehová se valió de este obrero experto para hacer todo lo demás, comenzando por los ángeles (Job 38:4, 7; Colosenses 1:16). Como les dio libertad, inteligencia y sentimientos, estos poderosos espíritus podían formar una amistad entrañable con otros ángeles y, sobre todo, con Jehová (2 Corintios 3:17). Así que ellos amaban porque Dios los amó primero.

20, 21. ¿Qué pruebas tenían Adán y Eva de que Jehová los amaba, pero cómo le pagaron ellos?

20 ¿Y qué puede decirse de los seres humanos? Pasó lo mismo. Desde el comienzo, Adán y Eva vivieron rodeados del amor de su Padre. Podían ver pruebas de este amor en todos los rincones del jardín de Edén, el paraíso donde vivían. Génesis 2:8 dice: “Jehová Dios preparó un jardín en Edén, hacia el este, y allí puso al hombre que había formado”. ¿Alguna vez ha visitado un jardín o parque muy muy hermoso? ¿Qué fue lo que más le gustó? ¿La luz filtrándose entre las hojas de los árboles? ¿La variedad de tonos de una alfombra de flores? ¿La relajante música de un arroyo? ¿El canto de las aves? ¿El suave sonido de los insectos? ¿El aroma de los árboles, las frutas y las flores? Pues nada de esto puede compararse al jardín de Edén. ¿Por qué?

21 ¡Porque Jehová mismo lo preparó! No hay palabras para describir lo impresionante que debía ser aquel jardín. Era muy grande y había mucha agua. Había una gran variedad de árboles muy bellos, de frutos deliciosos y de animales fascinantes. Adán y Eva tenían todo lo que necesitaban para ser felices y disfrutar de la vida: la alegría de estar juntos y un trabajo gratificante, entre muchas otras cosas. Su Padre celestial los amó primero, y ellos tenían razones de sobra para corresponder a su amor. Pero no lo hicieron. En vez de corresponderle obedeciéndolo, fueron egoístas y se rebelaron contra él (Génesis, capítulo 2).

22. ¿Cómo reaccionó Jehová cuando Adán y Eva se rebelaron, y cómo demuestra esto que su amor es leal?

22 ¡Cuánto debió dolerle esto a Jehová! Pero ¿se amargó y dejó de querer a los seres humanos? No, porque “su amor leal dura para siempre” (Salmo 136:1). Y fue por amor que tomó medidas de inmediato para salvar a los descendientes de Adán y Eva que tuvieran un buen corazón. Como ya vimos, esas medidas incluían algo muy doloroso para Jehová: dar a su querido Hijo como rescate por la humanidad (1 Juan 4:10).

23. ¿Cuál es una razón por la que Jehová es el “Dios feliz”, y qué importante pregunta se responderá en el próximo capítulo?

23 Desde el principio, Jehová siempre ha tomado la iniciativa en demostrarle amor a la humanidad. De hecho, en muchísimos sentidos, “él nos amó primero”. Y por eso Jehová es el “Dios feliz”, pues el amor produce paz y felicidad (1 Timoteo 1:11). Pero quizás usted se pregunte: “¿De verdad Jehová me ama a mí?”. Esta importante pregunta se responderá en el próximo capítulo.

a El verbo filéō se refiere al cariño entre amigos íntimos o hermanos, y se usa mucho en las Escrituras Griegas Cristianas. La palabra storguḗ se refiere al amor por la familia, y según 2 Timoteo 3:3 muchos no sentirían esa clase de amor en los últimos días. La palabra éros se refiere al amor entre un hombre y una mujer; no se utiliza en las Escrituras Griegas Cristianas, pero la Biblia sí habla de este tipo de amor (Proverbios 5:15-20).

b La Biblia usa expresiones parecidas a esta. Por ejemplo, dice: “Dios es luz” o “Dios es un fuego voraz” (1 Juan 1:5; Hebreos 12:29). Pero estas son solo metáforas que representan a Jehová con cosas físicas. Él es como la luz en el sentido de que es santo y justo; “en él no hay oscuridad”, o impurezas. Y también es como el fuego por la forma en que usa su poder para destruir.