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¿Qué hago si uno de mis padres abusa del alcohol o las drogas?

¿Qué hago si uno de mis padres abusa del alcohol o las drogas?

CAPÍTULO 23

¿Qué hago si uno de mis padres abusa del alcohol o las drogas?

“Mi padre dijo que salía a arreglar la camioneta, y ya no supimos nada más de él en todo el día. Mamá lo llamó por teléfono, pero no contestó. Poco después la vi preparándose para salir. ‘Voy a buscar a papá’, me dijo preocupada.

”Volvió sola. ‘No lo encontraste, ¿verdad?’, le pregunté. Y ella me contestó que no.

”En ese momento supe que mi padre había vuelto a lo mismo de siempre. Es que... mi padre consume drogas. Cuando por fin llegó a casa, mamá y yo teníamos los nervios destrozados. Me enojé tanto con él que pasé un día entero sin hablarle. Y para colmo, después me sentí mal por haberlo tratado así.” (Karen, de 14 años)

TENER un padre o una madre que abusa de las drogas o el alcohol es un grave problema que soportan día tras día millones de jóvenes. Si tú eres uno de ellos, puede que la conducta de tus padres te avergüence, te frustre o hasta te enoje.

El padre de Mary, por ejemplo, era encantador... al menos así lo creía todo el mundo. Pero en realidad era un alcohólico que, en la privacidad del hogar, utilizaba lenguaje vulgar y sometía a la familia a toda clase de abusos. Mary recuerda con cierta amargura: “La gente solía decirnos lo afortunados que éramos por tener un padre tan maravilloso”. *

Pues bien, ¿qué puedes hacer si tu padre abusa del alcohol o las drogas? *

Causas de la adicción

Antes que nada, te será útil conocer mejor el problema. Proverbios 1:5 dice: “El entendido es el que adquiere dirección diestra”, es decir, el que se informa para saber cómo actuar. Así pues, es bueno que averigües todo lo que implica un problema de adicción, qué tipo de personas abusan del alcohol o las drogas, y por qué lo hacen.

Por ejemplo, la persona alcohólica no es simplemente alguien que bebe demasiado de vez en cuando, sino alguien que tiene un trastorno crónico relacionado con la bebida. Por lo general, vive pendiente del alcohol, llegando a veces a obsesionarse con él. En cuanto empieza a beber, no es capaz de parar. Es tanta su dependencia que la familia, el trabajo y la salud salen perjudicados.

Aunque es posible que algunas personas tengan cierta predisposición genética, parece ser que el alcoholismo también está relacionado con factores emocionales. Hay muchos alcohólicos que tienen problemas de autoestima (Proverbios 14:13). Otros se han criado en hogares con padres alcohólicos y, en muchos casos, recurren a la bebida para aliviar el dolor provocado por sus traumas infantiles. Y lo mismo puede decirse de los que consumen drogas.

Desgraciadamente, el alcohol y las drogas solo empeoran la situación de estas personas, pues nublan todavía más su juicio y alteran sus emociones. De ahí que para desintoxicarse, necesiten acudir a un profesional.

Ten expectativas realistas

Obviamente, entender la causa de la adicción de tu padre o tu madre no va a hacer que el problema desaparezca. Pero al menos despertará en ti cierto grado de compasión por su situación.

Imagina que tu padre se ha roto una pierna en un accidente. ¿Verdad que no esperarías que jugara contigo al fútbol? ¿Esperarías algo diferente si se hubiera roto la pierna haciendo una tontería? Claro, seguramente estarías decepcionado y algo molesto. Pero como sabes que de todas formas no podrá jugar contigo hasta que se recupere, no te cuesta cambiar tus expectativas.

Pues bien, cuando uno de tus padres abusa del alcohol o las drogas, queda “lesionado” en sentido emocional y mental. Y es verdad que se encuentra en ese estado porque se lo ha buscado y que tú tienes motivos para estar molesto por su forma de actuar tan irresponsable. Pero lo cierto es que no puedes esperar que se ocupe de ti como es debido hasta que busque ayuda y se recupere. Así que ver su adicción como algo que lo incapacita te ayudará a ser realista en lo que puedes esperar de él.

¿Qué puedes hacer?

Lamentablemente, hasta que tu padre cambie, vas a tener que sufrir, hasta cierto punto, las consecuencias de sus actos. ¿Qué puedes hacer mientras tanto?

No cargues con una responsabilidad que no es tuya. Recuerda que es tu padre quien debe hacerse responsable de su problema de adicción. Gálatas 6:5 dice que “cada uno llevará su propia carga de responsabilidad”. De modo que no te corresponde a ti librarlo de su adicción. Tampoco estás obligado a protegerlo de las consecuencias de sus actos. Por ejemplo: no tienes que mentir a su jefe para salvar su empleo ni meterlo a rastras en la cama cuando te lo encuentras tirado en el piso completamente borracho.

Dile que busque ayuda. Quizá lo que más trabajo le cueste a quien tiene problemas de adicción sea admitir su dependencia. Para que pueda hacerlo, su cónyuge y algunos de los hijos mayores podrían buscar un momento en que esté sobrio y calmado, y entonces explicarle cómo su adicción está afectando a la familia y lo que debería hacer.

Además, sería bueno que pusiera por escrito las respuestas a estas preguntas: “¿Qué nos pasará a mi familia y a mí si sigo bebiendo o drogándome? ¿Y qué nos pasará si dejo este vicio? ¿Qué debo hacer para conseguir ayuda?”.

Si se caldean los ánimos, márchate. Como dice Proverbios 17:14: “Antes que haya estallado la riña, retírate”. Si hay una discusión, no te metas; puedes buscarte problemas. Mejor vete a tu habitación o a la casa de un amigo. En los casos en que la situación amenace con ponerse violenta, tal vez tengas que pedir ayuda.

No te culpes por tus sentimientos. Algunos jóvenes se enojan con el padre o la madre que tiene la adicción. Y es normal que se sientan así, sobre todo cuando no reciben el amor y el apoyo que tanto necesitan. Sin embargo, luego se sienten culpables de haberse enojado. Puede que piensen: “Es que la Biblia manda honrar a los padres” (Efesios 6:2, 3). Tal vez a ti te pase lo mismo. Pero ¿sabes qué significa exactamente ese mandato? Quiere decir que debes respetar la autoridad de tus padres, tal como respetarías la autoridad de un juez o un policía. En ningún caso significa aprobar la adicción de uno de tus padres (Romanos 12:9). ¿Y si te causa repulsión ver la situación a la que ha llegado por culpa del alcohol o las drogas? No te sientas mal por tener esos sentimientos. A fin de cuentas, el consumo de cualquier sustancia adictiva realmente es algo repulsivo (Proverbios 23:29-35).

Rodéate de buenos amigos. El caos que hay en tu casa puede distorsionar tu idea de lo que es normal. Por eso es importante que te relaciones con personas espirituales y emocionalmente equilibradas. En la congregación cristiana encontrarás mucho ánimo y apoyo, y claro está, el respiro que de vez en cuando quizá necesites para recuperarte de la tensión que vives en tu hogar (Proverbios 17:17). En compañía de familias cristianas disfrutarás de un ambiente diferente del que hay en tu hogar y tendrás un buen modelo de vida familiar.

Busca ayuda para ti. Algo que te ayudará mucho es desahogarte con alguien maduro, un adulto en quien confíes. A lo mejor podrías hablar con un anciano cristiano de la congregación. La Biblia dice que los ancianos pueden ser “como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada” (Isaías 32:2). Por tanto, no tiene que darte miedo ni vergüenza acudir a ellos en busca de consejos y consuelo.

Escribe cuál de estos seis pasos vas a poner en práctica primero. ․․․․․

Quizá no puedas cambiar tu situación familiar, pero sí puedes hacer algo para que no te afecte tanto. En vez de intentar controlar la mala conducta de tu padre o de tu madre, centra tus esfuerzos en la única persona sobre la que sí tienes control: tú mismo. El apóstol Pablo dijo que cada uno debe esforzarse por lograr “su propia salvación” (Filipenses 2:12). Esto te ayudará a no perder el optimismo, y quién sabe... tal vez tu padre o tu madre se anime a buscar ayuda.

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

¿Discuten tus padres constantemente? ¿Quieres saber cómo enfrentarte a la situación?

[Notas]

^ párr. 7 Si uno de tus padres es alcohólico y te maltrata, busca ayuda. Habla con un adulto en quien confíes. Si eres testigo de Jehová, puedes abordar a un anciano de la congregación o a otro cristiano maduro.

^ párr. 8 Aunque en este capítulo en ocasiones usamos el género masculino y hablamos de un padre alcohólico o drogadicto, los principios que aquí se tratan también son aplicables a las madres con problemas de adicción.

TEXTO BÍBLICO CLAVE

“La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera.” (Proverbios 19:11)

UNA SUGERENCIA

No odies a tus padres; odia su mala conducta (Proverbios 8:13; Judas 23).

¿SABÍAS ESTO?

En la Biblia, honrar a alguien significa reconocer su autoridad legítima (Efesios 6:1, 2). De modo que honrar a tus padres no significa que siempre tengas que aprobar su comportamiento.

¡MANOS A LA OBRA!

Si alguno de mis padres me maltrata verbal o físicamente, voy a... ․․․․․

Si quiero animarlo a que busque ayuda, tengo que... ․․․․․

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

¿Por qué abusan algunas personas del alcohol o las drogas?

Si uno de tus padres tiene un problema de este tipo, ¿por qué no deberías culparte?

¿Qué aspectos de tu situación puedes controlar? ¿Cómo lo vas a hacer?

[Comentario de la página 192]

“Sé que mis padres seguirán haciéndome pasar vergüenza, pero también sé que si confío en Jehová, él me dará las fuerzas para aguantar.” (Julián)

[Recuadro de la página 198]

si uno de tus padres deja a Jehová

Si tu padre o tu madre deja de seguir los principios bíblicos o expresa su deseo de abandonar la congregación, ¿qué puedes hacer?

Recuerda que Jehová no te considera responsable de lo que hacen tus padres. La Biblia dice: “Cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios” (Romanos 14:12).

No te compares con otros adolescentes que están en una situación mejor que la tuya (Gálatas 5:26). Cierto joven, cuyo padre se fue de la casa, aconseja: “En vez de compararte con los demás, céntrate en cómo puedes salir adelante. Te será más útil”.

Sin importar lo que hagan tus padres, debes respetarlos. Además, siempre que no te pidan algo que esté en contra de las normas divinas, debes obedecerles. Cuando Jehová manda honrar a los padres, no hace diferencias entre los que son cristianos y los que no (Efesios 6:1-3). Si honras y obedeces a tus padres pese a sus errores, estarás demostrando que amas a Jehová (1 Juan 5:3).

Relaciónate estrechamente con los miembros de la congregación. Ellos son una gran familia espiritual y te consolarán cuando lo necesites (Marcos 10:30). Un joven llamado David pensó que los hermanos cristianos marginarían a su familia porque su padre había abandonado a Jehová. Pero pronto descubrió lo equivocado que estaba. “Nunca nos evitaron”, dice. Y luego añade: “Me di cuenta de que para la congregación éramos muy importantes”.

[Ilustración de la página 194]

Ver la adicción de tu padre como una lesión que lo deja incapacitado te ayudará a tener expectativas realistas