¿Sabes quién es la niña que aparece en el dibujo?... La Biblia no dice su nombre, pero nos cuenta que su papá se llamaba Jefté. Jehová y Jefté se pusieron muy contentos por algo que ella hizo. ¿Te gustaría saber más acerca de Jefté y su hija?

Jefté era un hombre muy bueno. Además, pasaba mucho tiempo con su hija enseñándole sobre Jehová. También era un hombre fuerte que sabía cómo dirigir al pueblo. Por eso los israelitas le dijeron: “¿Quieres ser nuestro jefe en la guerra?”.

Jefté le pidió a Jehová que les ayudara a ganar la guerra. Le prometió que si ganaban, iba a hacer esto: cuando volviera a su casa, la primera persona que saliera a darle la bienvenida sería para Jehová. ¿Qué quería decir eso? Que esa persona  tendría que vivir y trabajar el resto de su vida en el tabernáculo de Dios. El tabernáculo era el lugar donde la gente iba a adorar a Jehová. ¿Ganó Jefté la batalla? Sí. Y cuando regresó a su casa, ¿te imaginas quién salió primero?...

¡Fue su hija! Ella era su única hija, y ahora Jefté tenía que enviarla a vivir en el tabernáculo. Eso lo puso muy triste, pero él le había hecho una promesa a Jehová, ¿recuerdas? Por eso, ella le dijo: “Papá, le hiciste una promesa a Jehová y tienes que cumplirla”.

Ella también se sintió triste al principio. ¿Por qué? Porque cuando viviera en el tabernáculo, no podría casarse ni tener hijos. Pero ella quería cumplir la promesa que su padre había hecho. Y también quería que Jehová estuviera contento con ella. Eso era más importante para ella que casarse o tener hijos. Por eso se fue al tabernáculo y vivió allí el resto de su vida.

¿Crees que Jehová y Jefté estaban contentos con ella?... ¡Claro que sí! Y tú también puedes ser como la hija de Jefté. Si eres obediente y amas mucho a Jehová, él estará muy contento contigo. Y papá y mamá también se pondrán muy contentos.