Ir al contenido

Ir al índice

LECCIÓN 9

Jeremías no dejó de hablar acerca de Jehová

Jeremías no dejó de hablar acerca de Jehová

¿Por qué está enojada la gente con Jeremías?

Jehová se encargó de que a Jeremías lo sacaran del pozo

Cuando les hablamos acerca de Jehová, algunas personas se enojan o se burlan de nosotros. Eso nos hace sentir mal, ¿verdad? Tal vez pensemos: “Ya no voy a hablar más de Jehová”. ¿Alguna vez te ha pasado eso?... La Biblia cuenta la historia de un hombre que amaba a Jehová, pero casi dejó de hablar de él. Este hombre se llamaba Jeremías. Veamos qué le pasó.

Cuando Jeremías era joven, Jehová le dijo que debía dar un mensaje muy importante. Tenía que decirle a la gente que dejara de hacer cosas malas. Como esto era muy difícil, a Jeremías le dio miedo. Por eso, él le dijo a Jehová: “Soy demasiado joven y no sé qué decirles”. Pero Jehová le contestó: “No tengas miedo, yo te ayudaré”.

Entonces Jeremías comenzó a decirle al pueblo: “Si no cambian, serán castigados”. ¿Le hicieron caso?... No, unos se burlaron de él y otros se enojaron mucho. ¡Algunos hasta trataron de matarlo! ¿Cómo crees que se sintió Jeremías?... Le dio mucho miedo y dijo: “Ya no quiero hablar más de Jehová”. Pero ¿lo diría en serio? ¿De veras dejó de hablar de Jehová?... La verdad es que no. Como Jeremías amaba tanto a Jehová, no pudo dejar de hablar de él. No se dio por vencido, y por eso Jehová lo protegió de sus enemigos.

Por ejemplo, una vez unos hombres muy malos tiraron a Jeremías en un pozo profundo. Jeremías estaba hundiéndose en el pozo, y encima, no tenía ni agua ni comida. ¡Esos hombres querían que se muriera! Pero ¿se salvó Jeremías? Sí, porque Jehová se encargó de que lo sacaran del pozo.

En esta historia hemos visto que, aunque a veces sintió miedo, Jeremías no dejó de hablar acerca de Jehová. ¿Qué puedes aprender de su ejemplo?... Que tal vez algunas personas también se burlen de ti o se enojen cuando les hables de Dios. O hasta te dé vergüenza o miedo. Pero nunca dejes de hablar de Jehová. Recuerda que él siempre te ayudará, igual que ayudó a Jeremías.