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¿Recuerda usted?

¿Recuerda usted?

¿Ha leído con atención los últimos números de La Atalaya? Compruebe si sabe contestar las siguientes preguntas:

¿Qué es la bibliomancia, y cómo debe considerarla el cristiano?

Es la práctica de abrir la Biblia al azar pensando que el primer versículo que uno vea contendrá la ayuda que necesita. Los cristianos verdaderos no buscan agüeros, sino que estudian la Biblia para adquirir conocimiento exacto y dejarse guiar por Dios (15/12, página 3).

¿Qué es “el mundo” que tiene que pasar?

Son los seres humanos que no hacen la voluntad de Dios (1 Juan 2:17). La Tierra y los seres humanos fieles seguirán existiendo (1/1, páginas 5 a 7).

Si Abel murió, ¿cómo es que todavía habla? (Heb. 11:4.)

Por medio de su fe. Podemos examinar cómo demostró su fe y esforzarnos por imitarlo. Su ejemplo continúa vivo (1/1, página 12).

¿En qué aspectos no debemos permitir que nada nos aleje de Jehová?

Algunos son estos: el empleo, las diversiones que escogemos, los lazos familiares con expulsados, el uso de la tecnología, la preocupación por la salud, un punto de vista erróneo en cuanto al dinero y darles demasiada importancia a nuestras opiniones o a las responsabilidades que tenemos (15/1, páginas 12 a 21).

¿Qué nos enseña el ejemplo de humildad de Moisés?

En vez de dejar que el poder se le subiera a la cabeza, confió en Dios. No debemos permitir que el poder, la autoridad o nuestras aptitudes se nos suban a la cabeza; debemos confiar en Jehová (Prov. 3:5, 6) (1/2, página 5).

¿Dónde vivirán los resucitados?

Algunos —144.000— vivirán en el cielo. La mayoría, sin embargo, resucitará en la Tierra para vivir eternamente en ella (1/3, página 6).

¿Qué hacía “incircuncisos de corazón” a los israelitas? (Jer. 9:26.)

Sus corazones insistían en rebelarse, así que tenían que liberarse de todo lo que los hacía insensibles: los pensamientos, deseos o motivos que estuvieran en conflicto con las normas divinas (Jer. 5:23, 24) (15/3, páginas 9 y 10).

¿Qué hizo que la vida de Jesús tuviera sentido?

Tenía un propósito en la vida: hacer la voluntad de Dios. Amaba a su Padre con todo el corazón y amaba a la gente. Por tanto, sabía que contaba con el amor y la aprobación de su Padre. Estos son aspectos clave para darle sentido a la vida (1/4, páginas 4 y 5).

¿Cómo se compone la parte terrestre de la organización de Dios?

Está compuesta por el Cuerpo Gobernante, los Comités de Sucursal, los superintendentes viajantes, los cuerpos de ancianos, las congregaciones y los Testigos a nivel individual (15/4, página 29).

¿Qué demuestra que los castigos de Dios no fueron crueles?

Jehová no se complace en la muerte de los malvados (Ezeq. 33:11). Sus actos del pasado muestran que advierte con amor antes de administrar su castigo. Esto nos da esperanza de que podremos sobrevivir a los castigos que Dios traerá en el futuro (1/5, páginas 5 y 6).

¿Ejecutaban los israelitas a los criminales colgándolos de un madero?

No. Otras naciones sí lo hacían, pero no los israelitas. Al menos en tiempos de las Escrituras Hebreas, el criminal era ejecutado primero, quizás lapidándolo (Lev. 20:2, 27). Luego tal vez se colgara su cadáver en un poste para que sirviera de advertencia (15/5, página 13).

¿Por qué es tan difícil alcanzar la paz mundial?

Si bien la humanidad ha alcanzado grandes logros, no fuimos creados con la capacidad de dirigir nuestros pasos (Jer. 10:23). Satanás tiene al mundo bajo su control. Por eso el hombre no logrará la paz (1 Juan 5:19) (1/6, página 16).