“Andaré en tu verdad”

“Andaré en tu verdad”

“Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad” (SAL. 86:11).

CANCIONES: 26, 10

1-3. a) ¿Cómo debemos ver la verdad de la Biblia? Dé un ejemplo (vea las imágenes del principio). b) ¿Qué preguntas responderemos en este artículo?

HOY día, es muy común que las personas compren cosas y después las devuelvan. Se calcula que en algunos países devuelven casi un 9% de lo que compran en las tiendas. En el caso de Internet, las devoluciones pueden superar el 30%. Quizás lo hacen porque no están satisfechas con el producto, le encuentran algún defecto o simplemente no les gusta. Así que deciden cambiarlo o pedir que les reembolsen el dinero.

2 Esto es algo que jamás queremos hacer con el “conocimiento exacto” de la Biblia. Una vez que compramos o aprendemos la verdad, no queremos venderla o renunciar a ella (1 Tim. 2:4; lea Proverbios 23:23). Como vimos en el artículo anterior, para adquirir la verdad, tuvimos que invertir mucho tiempo. Algunos tal vez tuvieron que renunciar a una carrera que les daba mucho dinero o hacer frente a cambios en la relación con familiares o amigos. Otros tuvieron que cambiar su forma de pensar o actuar, y tal vez abandonar costumbres y tradiciones antibíblicas. Sea cual sea nuestro caso, el precio que pagamos es muy pequeño en comparación con las bendiciones que recibimos.

3 Para mostrar lo valiosa que es la verdad del Reino de Dios para quienes la hallan, Jesús habló de un comerciante que viajaba buscando perlas. Cuando encontró una de gran valor, enseguida “vendió todas las cosas que tenía” para comprarla (Mat. 13:45, 46). De manera parecida, la verdad del Reino de Dios y las demás enseñanzas de la Biblia son tan valiosas para nosotros que enseguida hacemos los sacrificios que sean necesarios para obtenerlas. Mientras sigamos valorándolas, nunca las venderemos. Por desgracia, algunos siervos de Dios han dejado de valorar la verdad y hasta la han vendido. Jamás hagamos eso. Más bien, sigamos el mandato bíblico de continuar “andando en la verdad” (3 Juan 2-4). Esto implica darle prioridad en la vida y comportarnos en armonía con ella. En este artículo, responderemos las siguientes preguntas: ¿Qué ha llevado a algunos a vender la verdad, y cómo lo han hecho? ¿Qué nos ayudará a no cometer ese error tan lamentable? ¿Qué fortalecerá nuestro deseo de seguir “andando en la verdad”?

POR QUÉ Y CÓMO HAN VENDIDO ALGUNOS LA VERDAD

4. En el siglo primero, ¿por qué motivo vendieron algunos la verdad?

4 En el siglo primero, hubo algunos que al principio aceptaron las enseñanzas de Jesús pero luego dejaron de andar en la verdad. Por ejemplo, en cierta ocasión, Jesús hizo un milagro para alimentar a una multitud que lo seguía. Más tarde, la gente cruzó con él a la otra orilla del mar de Galilea. Pero allí Jesús les dijo algo que los dejó perplejos: “A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes”. En vez de pedirle que les explicara sus palabras, dijeron: “Este discurso es ofensivo; ¿quién puede escucharlo?”. Como resultado, “muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás, y ya no andaban con él” (Juan 6:53-66).

5. ¿Por qué han decidido algunos hoy día dejar la verdad?

5 Por desgracia, hoy día ha habido quienes han dejado la verdad. Algunos han tropezado por alguna aclaración de un pasaje de la Biblia o por algo que hizo o dijo un hermano conocido. Otros se han ofendido porque recibieron algún consejo bíblico o tuvieron un choque de personalidad con un hermano. Y otros quizás se han puesto de parte de apóstatas o de personas que se oponen a nuestras creencias. Sea por un motivo u otro, han decidido “alejarse” de Jehová y de la congregación (Heb. 3:12-14). Habría sido mucho mejor que hubieran mantenido la fe y la confianza en Jesús, como hizo el apóstol Pedro. Cuando Jesús les preguntó a los apóstoles si querían irse, Pedro le contestó de inmediato: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna” (Juan 6:67-69).

6. ¿Cómo han ido otros alejándose de la verdad?

6 En cambio, otros han dejado la verdad poco a poco, puede que incluso sin darse cuenta de ello. La Biblia los compara a un barco que va “a la deriva” y se aleja lentamente de la orilla (Heb. 2:1). Por lo general, no tenían la intención de dejar la verdad, pero permitieron que su relación con Jehová se fuera debilitando hasta que al final la perdieron. ¿Cómo podemos evitar que nos suceda algo tan lamentable?

QUÉ NOS AYUDARÁ A NO VENDER LA VERDAD

7. ¿Qué nos ayudará a no vender nunca la verdad?

7 Para andar en la verdad, tenemos que aceptar y obedecer todo lo que Jehová nos enseña. Debemos darle a la verdad prioridad en nuestra vida y guiarnos por los principios bíblicos. En cierta ocasión, el rey David le dijo a Jehová con mucha seguridad: “Andaré en tu verdad” (Sal. 86:11). Como él, tenemos que estar decididos a seguir andando en la verdad de Dios. Si no lo estamos, podríamos empezar a pensar en lo que pagamos para comprar la verdad e incluso sentir el deseo de recuperar parte de ese precio. Pero eso es algo que nunca deberíamos hacer. Sabemos que no podemos elegir qué enseñanzas aceptamos y cuáles no, pues tenemos que andar en “toda la verdad” (Juan 16:13). En el artículo anterior, hablamos de cinco cosas a las que tal vez tuvimos que renunciar con el fin de aprender la verdad y ponerla en práctica. Veamos cómo asegurarnos de no volver a ninguna de esas cosas (Mat. 6:19).

8. ¿Cómo podríamos alejarnos de la verdad sin darnos cuenta? Dé un ejemplo.

8 Tiempo. Para no alejarnos de la verdad sin darnos cuenta, debemos usar bien nuestro tiempo. Si no tenemos cuidado, podríamos empezar a dedicar demasiadas horas al entretenimiento, las aficiones, Internet o la televisión. Aunque estas cosas no son malas en sí, pueden robarnos el tiempo que antes usábamos para el estudio personal y otras actividades espirituales. Veamos lo que le pasó a una hermana llamada Emma. Vaya a JW Broadcasting y entre en la sección ENTREVISTAS Y EXPERIENCIAS > LA VERDAD CAMBIA LA VIDA DE LAS PERSONAS. Desde que era niña, le encantaba montar a caballo. Lo hacía cada vez que tenía oportunidad. Pero llegó a sentirse incómoda con el tiempo que le dedicaba, así que decidió hacer algunos cambios. También la animó la historia de Cory Wells, que hacía acrobacias a caballo en espectáculos de rodeo. Hoy día, Emma pasa más tiempo en las actividades espirituales y con sus amigos y familiares cristianos. Se siente más cerca de Jehová y está en paz consigo misma porque sabe que está aprovechando bien el tiempo.

9. ¿Qué cuidado debemos tener con las cosas materiales?

9 Cosas materiales. Si queremos seguir andando en la verdad, debemos mantener las cosas materiales en su debido lugar. Cuando aprendimos de Jehová, nuestro interés por lo material pasó a un segundo lugar, por detrás de los asuntos espirituales. Hicimos con gusto sacrificios a fin de andar en la verdad. Pero, al pasar el tiempo, tal vez veamos que otros se compran los últimos aparatos electrónicos o disfrutan de otras ventajas materiales, y quizás sintamos que nos estamos perdiendo algo. Si ya no estamos satisfechos con las cosas básicas, podemos dejar a un lado los asuntos espirituales a fin de acumular más cosas. Esto nos recuerda el caso de Demas. Su amor por “el presente sistema de cosas” lo llevó a abandonar una vida de servicio junto al apóstol Pablo (2 Tim. 4:10). La Biblia no aclara si es que Demas amó las cosas materiales más que su servicio a Dios, o si es que ya no quiso sacrificarse para servir con Pablo. En cualquier caso, esto nos enseña que no debemos reavivar el amor por las cosas materiales, pues eso puede enfriar nuestro amor por la verdad.

10. Para continuar andando en la verdad, ¿a qué presión no debemos ceder?

10 Nuestra relación con amigos y familiares. Para continuar andando en la verdad, no debemos ceder a la presión de los demás. Cuando conocimos la verdad, nuestra relación con amigos y familiares no Testigos cambió. Algunos respetaron nuestras nuevas creencias, pero otros las rechazaron de plano (1 Ped. 4:4). Es cierto que nos esforzamos por mantener una buena relación con nuestros parientes y tratarlos bien. Pero debemos tener cuidado para no desobedecer a Jehová con tal de agradarlos. En vista de la clara advertencia de 1 Corintios 15:33, solo seremos amigos de las personas que aman a Jehová.

11. ¿Qué nos ayudará a evitar los malos pensamientos y acciones?

11 Malos pensamientos y acciones. Quienes andan en la verdad tienen que ser santos (Is. 35:8; lea 1 Pedro 1:14-16). Cuando aprendimos las normas justas de la Biblia, todos tuvimos que hacer cambios. Algunos tuvieron que darle un giro radical a su vida. En cualquier caso, nunca debemos cambiar nuestra limpieza por la suciedad moral de este mundo. ¿Qué nos ayudará? Reflexionar en el precio tan alto que Jehová pagó para que seamos santos: la sangre preciosa de su Hijo, Jesucristo (1 Ped. 1:18, 19). Si en nuestra mente y corazón tenemos bien grabado el valor del sacrificio de Jesús, seguiremos limpios ante Jehová.

12, 13. a) ¿Por qué es tan importante que veamos las festividades como Jehová las ve? b) ¿Qué veremos a continuación?

12 Costumbres y tradiciones antibíblicas. Puede que nuestros familiares y los compañeros de clase o trabajo nos inviten a celebrar con ellos ciertas festividades. ¿Qué nos ayudará a resistir la presión de participar en costumbres y fiestas que Jehová odia? Tener claro por qué las ve así. También es útil repasar lo que han dicho nuestras publicaciones sobre el origen de esas celebraciones. Cuando nos recordamos los motivos bíblicos por los que no participamos en ellas, nos convencemos de que andamos en el camino que le agrada a Dios (Efes. 5:10). Confiar en Jehová y en su Palabra nos protegerá del miedo al qué dirán (Prov. 29:25).

13 Esperamos andar en la verdad por toda la eternidad. ¿Cómo podemos fortalecer aún más nuestro deseo de continuar andando en ella? Veamos tres maneras.

QUÉ FORTALECERÁ NUESTRO DESEO DE ANDAR EN LA VERDAD

14. a) ¿Por qué seguir comprando la verdad fortalecerá nuestro deseo de no venderla nunca? b) ¿Por qué son tan importantes la sabiduría, el entendimiento y la disciplina?

14 Primero, sigamos apartando tiempo con regularidad para estudiar las valiosas verdades de la Palabra de Dios y meditemos en ellas. Mientras más estudiemos, más amaremos la verdad y fortaleceremos nuestro deseo de no venderla nunca. Pero no basta con tener conocimiento, también hay que actuar. Proverbios 23:23 dice que, además de comprar la verdad, debemos adquirir “sabiduría y disciplina y entendimiento”. Comprar sabiduría significa poner en práctica lo que aprendemos. Cuando tenemos entendimiento, relacionamos lo que aprendemos con lo que ya sabemos. Además, a veces la verdad nos disciplina, pues nos muestra los cambios que necesitamos hacer. Siempre debemos aceptar enseguida la disciplina, pues la Biblia enseña que es mucho más valiosa que la plata (Prov. 8:10).

15. ¿Cómo nos protege el cinturón de la verdad?

15 Segundo, resolvámonos a vivir de acuerdo con la verdad todos los días. Llevemos puesto el cinturón de la verdad (Efes. 6:14). En tiempos bíblicos, los soldados se ponían un cinturón que les protegía la cintura y los órganos internos. Eso sí, tenían que ajustárselo bien, pues de otro modo no cumpliría esta función. La verdad de la Biblia es como un cinturón en sentido espiritual. Si lo llevamos bien apretado, nos protegerá de ideas falsas y nos ayudará a tomar decisiones sensatas. Y, cuando nos veamos ante una prueba o tentación, fortalecerá nuestro deseo de hacer lo correcto. Un soldado jamás pensaría en ir a la batalla sin el cinturón. De manera parecida, tenemos que estar decididos a nunca quitarnos o aflojarnos el cinturón de la verdad. Al contrario, llevémoslo bien puesto viviendo de acuerdo con ella. Por otro lado, el cinturón también le servía al soldado para llevar la espada. Esto nos conduce a la siguiente manera de fortalecer nuestro deseo de continuar andando en la verdad.

16. ¿Por qué enseñarles la verdad a otros fortalece nuestro deseo de continuar andando en la verdad?

16 Tercero, participemos todo lo posible en enseñarles la verdad de la Biblia a otros. Así como el soldado debía tener bien agarrada su espada, nosotros debemos tener bien agarrada “la palabra de Dios” (Efes. 6:17). Todos podemos esforzarnos por mejorar como maestros y llegar a manejar “la palabra de la verdad correctamente” (2 Tim. 2:15). Si usamos la Biblia para ayudar al prójimo a comprar la verdad y rechazar las falsedades de este mundo, grabamos aún más las enseñanzas divinas en nuestra mente y corazón. Esto fortalece nuestro deseo de continuar andando en la verdad.

17. ¿Por qué valora usted la verdad?

17 La verdad es un valioso regalo de nuestro Padre celestial. Gracias a ella, tenemos nuestra posesión más preciada: nuestra amistad con él. Todo lo que Dios nos ha enseñado es apenas el principio, pues nos ha prometido que podremos seguir comprando la verdad por toda la eternidad. Por eso, veamos la verdad como una perla de gran valor. Sigamos comprándola y nunca la vendamos. Entonces, como David, cumpliremos nuestra promesa a Jehová de continuar andando en la verdad (Sal. 86:11).