ARTÍCULO DE ESTUDIO 2

Qué aprendemos del “discípulo al que Jesús amaba”

Qué aprendemos del “discípulo al que Jesús amaba”

“Sigamos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios” (1 JUAN 4:7).

CANCIÓN 3 “Dios es amor”

AVANCE *

1. ¿Cómo lo hace sentir el amor de Dios?

EL APÓSTOL Juan escribió una frase que suena sencilla pero que tiene un significado muy profundo: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). En efecto, Dios, que es la fuente de la vida, también es la fuente del amor. Jehová nos ama, y su amor nos hace sentir seguros, felices y satisfechos.

2. a) Según Mateo 22:37-40, ¿cuáles son los dos mandamientos más importantes? b) ¿Por qué se nos puede hacer un poquito más difícil obedecer el segundo?

2 Para los cristianos, mostrar amor no es algo que se pueda elegir; es un mandato (lea Mateo 22:37-40). Cuanto más conocemos a Jehová, más sencillo nos puede resultar obedecer el primer mandamiento, pues Jehová es perfecto y siempre nos trata con cariño y nos demuestra que se interesa por nosotros. Ahora bien, quizás nos cueste un poquito más obedecer el segundo. ¿Por qué? Porque los hermanos —que también son nuestro prójimo— son imperfectos y a veces pueden hacer o decir cosas poco amables o que nos hieran. Teniendo eso presente, Jehová hizo que algunos escritores de la Biblia hablaran sobre cómo y por qué mostrarnos amor unos a otros. Uno de ellos fue Juan (1 Juan 3:11, 12).

3. ¿Qué idea enfatizó Juan?

3 En los libros bíblicos que escribió, Juan enfatizó la idea de que los cristianos debemos mostrar amor. De hecho, en su Evangelio se menciona el amor más veces que en los otros tres Evangelios juntos. Él tenía unos 100 años de edad cuando escribió por inspiración su Evangelio y sus tres cartas. Lo que escribió deja claro que el amor debe motivar todo lo que hace el cristiano (1 Juan 4:10, 11). Esa fue una lección que al propio Juan le tomó un tiempo aprender.

4. Mencione algún caso en el que Juan no mostró amor.

4 Siendo joven, Juan no siempre actuó con amor. Por ejemplo, en cierta ocasión, Jesús y sus discípulos iban hacia Jerusalén atravesando Samaria, y en un pueblo samaritano no los recibieron con hospitalidad. ¿Cómo reaccionó Juan? Quiso mandar que bajara fuego del cielo y destruyera a todos sus habitantes (Luc. 9:52-56). En otra ocasión, fue muy desconsiderado con los demás apóstoles. Por lo visto, él y su hermano Santiago convencieron a su madre para que le pidiera a Jesús que les diera puestos importantes a su lado en el Reino. Cuando los demás se enteraron, se pusieron furiosos (Mat. 20:20, 21, 24). A pesar de los errores que Juan cometió, Jesús lo amaba (Juan 21:7).

5. ¿Qué analizaremos en este artículo?

5 En este artículo, analizaremos el ejemplo de Juan y algunas de las cosas que escribió acerca del amor. Aprenderemos cómo demostrar que amamos a nuestros hermanos y también veremos algo importante que pueden hacer los cabezas para demostrar que aman a su familia.

EL AMOR SE DEMUESTRA CON HECHOS

Jehová nos demostró su amor al enviar a su Hijo a la Tierra para que muriera por nosotros. (Vea los párrafos 6 y 7).

6. ¿Cómo nos ha demostrado Jehová que nos ama?

6 Si una persona ama a otra, no basta con que se lo diga con palabras. Hay un refrán que dice: “Obras son amores y no buenas razones”. En efecto, el amor se tiene que demostrar con acciones (compare con Santiago 2:17, 26). Por ejemplo, Jehová nos ama (1 Juan 4:19). Y nos expresa su amor con hermosas palabras en la Biblia (Sal. 25:10; Rom. 8:38, 39). No obstante, sabemos que nos ama no solo por lo que dice, sino también por lo que hace. Juan escribió: “Así es como el amor de Dios fue revelado en nuestro caso: Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que consiguiéramos la vida por medio de él” (1 Juan 4:9). Jehová permitió que su amado Hijo sufriera y muriera por nosotros (Juan 3:16). Así que estamos convencidos de que él nos ama.

7. ¿Cómo demostró Jesús que nos ama?

7 ¿Y qué hay de Jesús? Él les dijo a sus discípulos que los quería (Juan 13:1; 15:15). Pero demostró el profundo amor que sentía hacia ellos y que siente hacia nosotros no solo por lo que dijo, sino también por lo que hizo. Afirmó: “Nadie tiene amor más grande que quien da su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Al pensar en lo que Jehová y Jesús han hecho por nosotros, ¿qué debemos hacer?

8. Según 1 Juan 3:18, ¿qué debemos hacer?

8 Demostramos que amamos a Jehová y a Jesús obedeciéndolos (Juan 14:15; 1 Juan 5:3). Y Jesús nos mandó que nos amemos unos a otros (Juan 13:34, 35). Ese amor se lo debemos expresar a nuestros hermanos no solo con palabras, sino también con hechos (lea 1 Juan 3:18). Ahora bien, ¿qué cosas específicas podemos hacer?

AMEMOS A NUESTROS HERMANOS

9. ¿Qué hizo Juan por amor?

Juan pudo haberse quedado con su padre y ganar dinero trabajando en el negocio de pesca de su familia. Pero, en vez de eso, dedicó el resto de su larga vida a ayudar a otras personas a aprender la verdad sobre Jehová y Jesús. La vida que eligió llevar no fue sencilla. Lo persiguieron y, a finales del siglo primero, cuando ya era muy mayor, lo enviaron al exilio (Hech. 3:1; 4:1-3; 5:18; Apoc. 1:9). Incluso estando privado de libertad por predicar acerca de Jesús, demostró que pensaba en los demás. Por ejemplo, mientras estaba en la isla de Patmos, puso por escrito la revelación que recibió y se la envió a las congregaciones para que supieran “las cosas que tienen que suceder dentro de poco” (Apoc. 1:1). Más tarde, seguramente después de ser liberado de aquella isla, escribió su relato de la vida y el ministerio de Jesús. También les escribió tres cartas a sus hermanos a fin de animarlos y fortalecerlos. ¿Cómo podemos imitar el espíritu de sacrificio de Juan?

10. ¿Cómo podemos demostrar que amamos a las personas?

10 Podemos demostrar que amamos a las personas por lo que elegimos hacer con nuestra vida. El sistema de Satanás quiere que gastemos todo nuestro tiempo y energías intentando hacernos ricos o famosos. Sin embargo, por todo el mundo hay cristianos que dedican tanto tiempo como pueden a predicar las buenas noticias y a ayudar a las personas a acercarse a Jehová. Algunos incluso pueden hacerlo a tiempo completo.

Lo que hacemos por nuestros hermanos y por nuestra familia demuestra que los amamos. (Vea los párrafos 11 y 17). *

11. ¿Cómo demuestran muchos hermanos fieles que aman a Jehová y a sus hermanos?

11 Muchos cristianos fieles tienen que trabajar a tiempo completo para cubrir sus necesidades y las de su familia. Aun así, apoyan a la organización de Dios en todo lo que pueden. Por ejemplo, algunos colaboran con las labores de socorro, otros trabajan en obras de construcción, y todos podemos hacer donaciones para la obra mundial. Así demuestran su amor a Dios y al prójimo. Además, todas las semanas les demostramos amor a nuestros hermanos al asistir a las reuniones a pesar de estar cansados, al participar en ellas a pesar de ponernos nerviosos y al esforzarnos por animar a los demás antes o después de la reunión a pesar de que también tenemos nuestros problemas (Heb. 10:24, 25). Cuánto agradecemos todo lo que hacen nuestros queridos hermanos.

12. ¿De qué otra manera les demostró Juan su amor a los hermanos?

12 Juan les demostró su amor a los hermanos felicitándolos, pero también dándoles consejos. Por ejemplo, en sus cartas los elogió por su fe y sus buenas obras, pero además les dio una seria advertencia sobre el pecado (1 Juan 1:8-2:1, 13, 14). De manera parecida, hacemos bien en animar a nuestros hermanos por las cosas buenas que hacen. Pero, si notamos que alguien está desarrollando una mala actitud o un mal hábito, podemos demostrarle nuestro amor diciéndole con tacto lo que necesita oír. Se necesita valor para hacerlo, pero la Biblia dice que los amigos verdaderos se afilan, o corrigen, unos a otros (Prov. 27:17).

13. ¿Qué no debemos hacer?

13 También podemos demostrarles nuestro amor a los hermanos al no hacer ciertas cosas. Por ejemplo, no debemos ofendernos con facilidad por lo que digan. Pensemos en lo que pasó un tiempo antes de la muerte de Jesús. Él les dijo a sus discípulos que para tener la vida eterna debían comer su carne y beber su sangre (Juan 6:53-57). Muchos se escandalizaron y lo abandonaron. Pero sus verdaderos amigos, entre ellos Juan, fueron leales y se quedaron con él. No entendían a qué se refería y seguramente estaban desconcertados, pero no se ofendieron ni dieron por sentado que estaba equivocado. Al contrario, confiaron en él porque sabían que siempre decía la verdad (Juan 6:60, 66-69). Qué importante es que no nos ofendamos con facilidad por lo que digan nuestros hermanos, sino que les concedamos el beneficio de la duda (Prov. 18:13; Ecl. 7:9).

14. ¿Por qué no debemos odiar a nuestros hermanos?

14 Juan también nos advirtió que no debemos odiar a nuestros hermanos. Si no hacemos caso, nos exponemos a que Satanás nos manipule (1 Juan 2:11; 3:15). Eso mismo les sucedió a algunos a finales del siglo primero. Satanás hacía todo lo que podía por fomentar el odio y la división entre los siervos de Dios. Para cuando Juan les escribió, en la congregación se habían colado algunos que tenían ese mismo espíritu satánico. Uno de ellos era Diótrefes, que estaba provocando graves divisiones en una congregación. No les tenía ningún respeto a los superintendentes viajantes que enviaba el cuerpo gobernante. Era tan arrogante que hasta intentó echar de la congregación a quienes querían tratar con hospitalidad a los hermanos que a él no le caían bien (3 Juan 9, 10). Hoy día, Satanás sigue tratando por todos los medios de usar la táctica del “divide y vencerás”. Nunca permitamos que el odio nos divida.

AMEMOS A NUESTRA FAMILIA

Jesús le encargó a Juan que cuidara de su madre en sentido físico y espiritual. Hoy día, los cabezas también deben atender las necesidades de su familia. (Vea los párrafos 15 y 16).

15. ¿Qué deben recordar los cabezas de familia?

15 Por supuesto, una manera importante en la que un cabeza demuestra que ama a su familia es cubriendo sus necesidades materiales (1 Tim. 5:8). Pero nunca debe olvidar que lo más importante es que atienda sus necesidades espirituales (Mat. 5:3). Veamos el ejemplo de Jesús. Según el Evangelio de Juan, mientras Jesús estaba en el madero, seguía pensando en su familia. Juan y la madre de Jesús, María, estaban en el lugar de la ejecución. Jesús, a pesar de su intenso sufrimiento, le encargó a Juan que la cuidara (Juan 19:26, 27). María tenía otros hijos que sin duda atenderían sus necesidades materiales, pero al parecer ninguno de ellos se había hecho todavía discípulo de Jesús. Así que él se aseguró de que su madre estuviera bien atendida tanto física como espiritualmente.

16. ¿Qué responsabilidades tenía Juan?

16 Juan tenía muchas responsabilidades. Como era apóstol, tenía que dar el ejemplo en la predicación. Y, además, es posible que estuviera casado. En tal caso, tendría que encargarse de cuidar de su familia en sentido material pero también espiritual (1 Cor. 9:5). ¿Qué pueden aprender de él los cabezas de familia?

17. ¿Por qué es importante que los cabezas atiendan las necesidades espirituales de sus familias?

17 Los cabezas de familia también pueden tener varias responsabilidades importantes. Por ejemplo, deben ser buenos trabajadores para que su conducta hable bien de Jehová (Efes. 6:5, 6; Tito 2:9, 10). Y es posible que tengan responsabilidades en la congregación, como pastorear a los hermanos y ser buenos ejemplos en la predicación. Pero también es su responsabilidad estudiar la Biblia regularmente con su esposa y sus hijos. Sus familias agradecerán de corazón todo lo que ellos hagan por atenderlas en sentido físico, emocional y espiritual (Efes. 5:28, 29; 6:4).

“PERMANECERÁN EN MI AMOR”

18. ¿De qué estaba convencido Juan?

18 Juan vivió una vida larga y emocionante. Se enfrentó a todo tipo de situaciones difíciles que podrían haber debilitado su fe. Pero siempre hizo todo lo posible por obedecer los mandamientos de Jesús, entre ellos el de amar a sus hermanos. Por eso, Juan estaba convencido de que Jehová y Jesús lo amaban y de que le darían las fuerzas para superar cualquier obstáculo (Juan 14:15-17; 15:10; 1 Juan 4:16). Ni Satanás ni su mundo pudieron hacer nada para impedir que Juan les demostrara con palabras y con acciones a sus hermanos el amor que sentía por ellos.

19. ¿Qué nos anima a hacer 1 Juan 4:7, y por qué?

19 Al igual que Juan, vivimos en un mundo dominado por Satanás, que está lleno de odio (1 Juan 3:1, 10). Él quiere que dejemos de amar a nuestros hermanos, pero no podrá conseguirlo a menos que se lo permitamos. Por tanto, estemos decididos a amar a nuestros hermanos, a expresarlo con palabras y a demostrarlo con acciones. Entonces sentiremos la inmensa alegría de formar parte de la familia de Jehová y tendremos una vida realmente feliz (lea 1 Juan 4:7).

CANCIÓN 11 Alegremos el corazón de Jehová

^ párr. 5 Según se cree, el apóstol Juan era “el discípulo al que Jesús amaba” (Juan 21:7). Así que ya desde joven debía de tener muchas virtudes. Y, cuando era muy mayor, Jehová lo usó para que escribiera muchas cosas sobre el amor. En este artículo, analizaremos parte de lo que escribió y lo que podemos aprender de su ejemplo.

^ párr. 59 DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES: Un cabeza de familia muy activo participa en labores de socorro, hace donaciones para la obra mundial y celebra la adoración en familia junto con su esposa, sus hijos y un matrimonio al que han invitado.