1. ¿Ibu be imaggoe ebbenne ibmar Bibliagi soglesad be durdagbi iddogega?

 “ME ENCANTA estudiar las profecías bíblicas”, dice un hermano joven llamado Ben. ¿Siente usted lo mismo? ¿O piensa que las profecías son un tema muy complicado o incluso aburrido? En ese caso, puede que cambie de opinión si entiende mejor por qué Jehová quiso que en su Palabra se escribieran profecías.

2. ¿Ibu igargi sunmaglesoggali?

² En este artículo, veremos por qué debemos conocer bien las profecías de la Biblia y también qué hace falta para estudiarlas. Después analizaremos dos profecías del libro de Daniel y veremos que entender su significado nos ayuda ahora.

3. Ebbenne ibmar soglesmalad mag iddo guega, ¿ibu be saoe?

³ Para entender las profecías bíblicas, tenemos que pedir ayuda. Pensemos en el siguiente ejemplo. Imagine que está de visita en una ciudad en la que nunca ha estado, pero lo acompaña un amigo que conoce ese lugar como la palma de su mano. Su amigo sabe exactamente en qué punto de la ciudad se encuentran y adónde lleva cada calle. ¡Qué bueno que este amigo quiso acompañarlo! De manera parecida, Jehová sabe en qué punto de la historia nos encontramos y también lo que nos queda por delante. Así que, para entender las profecías de la Biblia, tenemos que pedirle humildemente que nos ayude (Dan. 2:28; 2 Ped. 1:19, 20).

4. ¿Ibiga Jehova ebbenne ibmar gusmalad Bibliagi narmaggega imasa? (Jeremías 29:11; sobar naid dagbalo).

⁴ Como cualquier buen padre, Jehová quiere que a sus hijos les vaya bien en el futuro (lea Jeremías 29:11). Pero, a diferencia de los padres humanos, Jehová tiene la capacidad de predecir el futuro hasta el más mínimo detalle.  Quiso que en su Palabra se escribieran profecías para que podamos conocer con antelación los sucesos importantes que van a ocurrir (Is. 46:10). Podríamos decir que las profecías son regalos que nuestro Padre celestial nos da con mucho amor. ¿Pero cómo podemos estar seguros de que se harán realidad?

5. Max ibmar imagsad, ¿ibu igargi nusganagan odurdagge?

⁵ En la escuela, los jóvenes Testigos están rodeados de personas que sienten muy poco respeto o ninguno por la Biblia. Puede que lo que digan o hagan esas personas los lleve a dudar de sus creencias. Veamos el caso de un hermano llamado Max. Él cuenta: “Cuando era adolescente, empecé a dudar de si la religión que me estaban enseñando mis papás era la verdadera y de si la Biblia realmente venía de Dios”. ¿Qué hicieron sus padres? Max dice: “Yo sabía que estaban preocupados, pero no perdieron la calma”. Sus padres usaron la Biblia para contestar sus preguntas, y Max no se quedó de brazos cruzados. Él explica: “Me puse a estudiar las profecías de la Biblia, y comentaba con otros jóvenes de la congregación lo que aprendía”. ¿Cuál fue el resultado? Max dice: “Después de eso, me convencí de que la Biblia está inspirada por Dios”.

6. Ebbenne ibmar soglesad be aggu iddogele, ¿ibu be imaggoe, ibiga deyob be saoe?

⁶ ¿Y si igual que Max usted empieza a tener dudas sobre si la Biblia dice la verdad? No se sienta culpable, pero no se quede de brazos cruzados. Las dudas son como el óxido. Si algo valioso tiene óxido y no hacemos nada para eliminarlo, acabará echándose a perder. ¿Cómo puede quitar el “óxido” que le haya salido a su fe? Primero pregúntese: “¿Creo lo que dice la Biblia sobre el futuro?”. Si no está seguro, entonces es necesario que estudie las profecías que ya se han cumplido. ¿Qué lo ayudará en ese proceso?

7. ¿Daniel igi Biblia durdag daena, ibu be egi durdagge? (Daniel 12:10; sobar naid dagbalo).

⁷ Para estudiar las profecías es bueno que nos fijemos en el ejemplo de Daniel. Él las estudiaba con el motivo correcto: quería saber la verdad. También lo ayudó ser humilde. Reconocía que Jehová les da entendimiento a los que lo conocen y obedecen sus normas justas y puras (Dan. 2:27, 28; lea Daniel 12:10). Daniel demostró su humildad al acudir a Jehová por ayuda (Dan. 2:18). Además, estudiaba con detenimiento las Escrituras. Investigaba a fondo los escritos sagrados que existían en su tiempo (Jer. 25:11, 12; Dan. 9:2). ¿Cómo podemos seguir su ejemplo?

8. Abar dulemar, ¿ibiga ebbenne ibmar soglesad durdagbi damala, be ibiga durdagbimoga?

⁸ Analice sus motivos. ¿Por qué estudia las profecías de la Biblia? ¿Es porque desea realmente conocer la verdad? Si es así, Jehová lo ayudará (Juan 4:23, 24;  14:16, 17). Sin embargo, algunas personas estudian la Biblia con otras intenciones. Pretenden hallar pruebas de que no viene de Dios. Tratan de buscar una excusa para decidir por ellas mismas lo que está bien y lo que está mal, y así hacer con su vida lo que quieren. Pero, al estudiar las profecías, debemos tener el motivo correcto. Además, para entenderlas hace falta una cualidad importante.

9. Ebbenne ibmar soglesad mag iddo guega, ¿igi daed be abelege?

⁹ Sea humilde. Jehová promete ayudar a los humildes (Sant. 4:6). Por eso, si queremos entender las profecías bíblicas, tenemos que orarle para que nos ayude. Si somos humildes, también aceptaremos la ayuda del esclavo fiel, que es el medio que Jehová utiliza para darnos el alimento espiritual al tiempo debido (Luc. 12:42). Como Jehová es un Dios ordenado, es lógico que use solo un medio para ayudarnos a entender las verdades bíblicas (1 Cor. 14:33; Efes. 4:4-6).

10. ¿Ibu igargi Esther, be durdagge?

¹⁰ Estudie con detenimiento las Escrituras. Piense en una profecía que le guste y empiece por ahí. Eso es lo que hizo una hermana llamada Esther. A ella le llamaban la atención las profecías que anunciaban la llegada del Mesías. Cuenta: “Cuando tenía 15 años, quería comprobar por mí misma si esas profecías realmente se habían escrito antes de que Jesús viniera a la Tierra”. Entonces, ¿qué hizo? Se puso a leer sobre los Rollos del mar Muerto, y lo que descubrió le quitó las dudas. Esther dice: “Algunos de esos rollos se escribieron antes de la época de Jesús. Así que las profecías que hay en ellos tenían que venir de Dios”. Pero admite: “Algunas cosas las tuve que leer unas cuantas veces para entenderlas”. Aun así, siente que valió la pena el esfuerzo. Ella dice cómo se sintió después de estudiar a fondo varias profecías: “Me quedó clarísimo que la Biblia dice la verdad, y lo comprobé por mí misma”.

11. Bibliag ibmar soglenaid gaggansuli be wisile, ¿igi be bendaggoe?

¹¹ Cuando comprobamos cómo se han cumplido algunas profecías de la Palabra de Dios, nuestra confianza en Jehová y en las instrucciones que nos da se vuelve indestructible. Además, las profecías bíblicas nos ayudan a no perder la esperanza y a mantener una actitud positiva pase lo que pase. A continuación, vamos a analizar brevemente dos profecías del libro de Daniel que se están cumpliendo en nuestros días. Entender su significado nos ayudará a tomar buenas decisiones.

12. Enag sobaled esgorogi, nabsagi, ¿ibu obarisa? (Daniel 2:41, 43 se).

¹² (Lea Daniel 2:41-43). El rey Nabucodonosor tuvo un sueño en el que vio una estatua que tenía los pies de “hierro mezclado con barro húmedo”. Al comparar esta profecía con otras de Daniel y de Apocalipsis, llegamos a la conclusión de  que los pies representan a la alianza formada por el Reino Unido y Estados Unidos, que es la potencia mundial dominante en nuestros días. Cuando Daniel le explicó a Nabucodonosor el significado de su sueño, dijo lo siguiente sobre esta potencia mundial: “El reino será en parte fuerte y en parte frágil”. ¿Por qué en parte frágil? Porque la gente común, representada por el barro húmedo, no lo deja actuar con la fuerza del hierro. b

13. Ebbenne ibmar soglesad, ¿igi emi ibagi deyob ibmar gunai?

¹³ Lo que dice Daniel sobre la estatua del sueño y en especial sobre sus pies nos ayuda a entender varias verdades importantes. Primero, la potencia mundial formada por el Reino Unido y Estados Unidos ha demostrado que es fuerte. Por ejemplo, contribuyó de forma decisiva a la victoria del bando ganador en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Pero esta potencia se ha debilitado y seguirá debilitándose debido a los conflictos internos que hay entre sus ciudadanos. Segundo, esta será la última potencia mundial que exista antes de que el Reino de Dios acabe con todos los gobiernos humanos. Aunque puede que de vez en cuando otras naciones la desafíen, no la reemplazarán. Lo sabemos porque según la profecía “la piedra” —es decir, el Reino de Dios— hará añicos los pies de la estatua (Dan. 2:34, 35, 44, 45).

14. Enag esgorogi nabsagi sobarye soglenaid be mag iddogele, ¿igi be bendaggoe?

¹⁴ ¿Está usted convencido de que lo que dijo Daniel sobre los pies de la estatua es cierto? Si es así, se notará en su vida. Por ejemplo, no buscará seguridad económica en un mundo que tiene los días contados (Luc. 12:16-21; 1 Juan 2:15-17). Además, entender esta profecía lo ayudará a darle a la obra de predicar y hacer discípulos la importancia que merece (Mat. 6:33; 28:18-20). Entonces, ahora que hemos repasado esta profecía, es bueno que se pregunte: “¿Demuestran mis decisiones que estoy convencido de que el Reino de Dios pronto acabará con todos los gobiernos humanos?”.

15. ¿Doamargi sunmagnai rey birisiggidye, rey urbalidye? (Daniel 11:40).

¹⁵ (Lea Daniel 11:40). El capítulo 11 de Daniel habla de dos reyes o gobiernos que luchan el uno con el otro por controlar el mundo. Comparando esta y otras profecías de la Biblia, sabemos que hoy en día “el rey del norte” es Rusia y sus aliados, y que “el rey del sur” es la potencia mundial formada por el Reino Unido y Estados Unidos. c

16. Rey birisiggid maidgi bugmaladga, ¿igi neg gunai?

¹⁶ “El rey del norte” está persiguiendo a los siervos de Dios que viven en los territorios que domina. A algunos Testigos los han golpeado y encarcelado debido a sus creencias. Pero nuestros hermanos no se han dejado intimidar por las acciones del “rey del norte”. Al contrario, su fe ahora es más fuerte. ¿Por qué? Porque saben que esta persecución se predijo en el libro que escribió Daniel (Dan. 11:41). d Tener  presente el cumplimiento de este detalle de la profecía también nos ayudará a nosotros a mantener viva nuestra esperanza y a seguir siendo leales a Jehová.

17. Rey urbalid maidgi bugmaladga, ¿igi neg gunamoga?

¹⁷ En el pasado, “el rey del sur” también lanzó ataques directos contra el pueblo de Jehová. Durante la primera mitad del siglo veinte se encarceló a muchos hermanos y se expulsó de las escuelas a algunos niños Testigos por ser neutrales. Pero, en los últimos años, la lealtad de los siervos de Jehová al Reino de Dios se ha puesto a prueba de otras maneras menos directas. Por ejemplo, durante las campañas electorales, puede que un cristiano se sienta tentado a apoyar a un partido político o a un candidato. Claro, aunque no votará por nadie, quizás en su mente y en su corazón prefiera que alguno gane. Pero, para ser completamente neutrales, debemos tener cuidado no solo con lo que hacemos, sino también con lo que pensamos  y lo que sentimos (Juan 15:18, 19; 18:36).

18. Reymar warbogwad gaenanaile, ¿bedi igi iddomogoe? (Sobar naid dagbalo).

¹⁸ Es posible que quienes no tienen fe en las profecías bíblicas se sientan muy angustiados cuando ven que “el rey del sur” está chocando sus “cuernos” con “el rey del norte” (Dan. 11:40, nota). Con el armamento nuclear que tienen, los dos reyes podrían acabar con la vida en la Tierra. Pero sabemos que Jehová no va a permitir que eso pase (Is. 45:18). Así que no estamos preocupados ni sentimos miedo. Al contrario, cuando vemos la rivalidad que hay entre “el rey del norte” y “el rey del sur”, nuestra fe se hace más fuerte, pues eso confirma que el fin de este sistema está cerca.

19. ¿Ebbenne ibmar soglesad bela be mag iddogodibe?

¹⁹ No sabemos cómo se cumplirán algunas profecías bíblicas. Ni siquiera el profeta Daniel entendía el significado de todo lo que escribía (Dan. 12:8, 9). Pero el hecho de que no entendamos por completo cómo se cumplirá una profecía no significa que no se vaya a cumplir. Estamos plenamente convencidos de que Jehová nos irá revelando en el momento preciso lo que necesitemos saber, tal como hizo en el pasado (Amós 3:7).

20. ¿Ibu ibmar ebbenne soglesad guedsegoe, bedi ibu imagged abelegoe?

²⁰ Las naciones proclamarán “¡Paz y seguridad!” (1 Tes. 5:3). Entonces los gobiernos de este mundo atacarán a las religiones falsas y las destruirán por completo (Apoc. 17:16, 17). Después atacarán al pueblo de Dios (Ezeq. 38:18, 19). Y luego comenzará la batalla final de Armagedón (Apoc. 16:14, 16). Estamos completamente seguros de que todo esto sucederá muy pronto. Mientras tanto, sigamos demostrando nuestra gratitud a nuestro buen Padre celestial estando pendientes de las profecías bíblicas y ayudando a otras personas a hacer lo mismo.