Gathie Barnett, de 9 años, y su hermana de 8 años, Marie, se quedaron de pie respetuosamente y en silencio mientras sus compañeros de clase saludaban la bandera. Las niñas no sabían que su acto de fe las convertiría en las protagonistas de un caso histórico ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1943. Las hermanas Barnett creían que solo debían prometer lealtad a Dios. Igual que ellas, miles de hijos de testigos de Jehová han seguido los dictados de su conciencia cristiana (Hechos 5:29).
Por negarse con valor a saludar la bandera, Gathie y Marie fueron expulsadas de la escuela primaria Slip Hill de Virginia Occidental. Su padre apeló hasta llegar al Tribunal Supremo de Estados Unidos. El 14 de junio de 1943, el Tribunal decidió que las escuelas no pueden obligar a los niños a saludar la bandera y dejó claro que los testigos de Jehová no pretenden “faltar al respeto a la bandera ni al país”. La decisión que se tomó en el caso La Junta de Educación de Virginia Occidental contra Barnette revocó la del Distrito escolar de Minersville contra Gobitis, que solo tres años antes había otorgado a las escuelas el derecho de exigir a los estudiantes el saludo a la bandera.a
Al redactar la decisión que el Tribunal Supremo tomó por mayoría de 6 votos a 3, el juez Robert Jackson declaró con elocuencia: “Si hay alguna estrella fija en nuestra constelación constitucional, es que ninguna autoridad, de mayor o menor rango, puede prescribir lo que es ortodoxo en política, nacionalismo, religión u otros asuntos de opinión, ni obligar a los ciudadanos a confesar de palabra o de hecho su fe en ellas”.
Aunque los niños Testigos fueron los primeros en beneficiarse de esta decisión, el profesor de Derecho de la Universidad Northwestern Andrew Koppelman declara: “Los defensores de los derechos civiles de Estados Unidos les deben mucho a los testigos de Jehová, que aguantaron una violenta y cruel persecución en Estados Unidos al luchar por los derechos civiles de los que disfrutamos todos nosotros hoy día”.
Además del impacto que tuvo este caso en la jurisprudencia de Estados Unidos, Philip Brumley, responsable del departamento jurídico de los testigos de Jehová, explica: “El impacto de la decisión del caso Barnette se ve en que otros Tribunales Supremos, como el de Argentina, Canadá, Costa Rica, Filipinas, Ghana, India y Ruanda, así como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, han alabado la decisión y han seguido la misma línea de razonamiento”.
En el 2006, Gathie y Marie recibieron una invitación para hablar de la importancia de su caso junto con un panel de expertos en el Centro Robert H. Jackson de Nueva York. Marie dijo: “Lo que me hace más feliz es que esto ayudó a todos los demás niños”. Gathie añadió: “Recuerdo cuando mandaron a mi hijo mayor a la oficina del director por no saludar la bandera. El director le dijo: ‘Obviamente, tu profesor no se acuerda de la decisión del Tribunal Supremo’”.
Gathie expresó los sentimientos de todos los testigos de Jehová al decir: “Respetamos la bandera y lo que representa. No tenemos nada en contra de esto. Simplemente no creemos que debamos adorarla o saludarla” (1 Juan 5:21).
a Los secretarios de los tribunales escribieron mal los apellidos de los hijos de los Gobitas y los Barnett.