Miles de testigos de Jehová permanecen en zonas de Ucrania muy afectadas por la guerra, que comenzó el 24 de febrero de 2022. Motivados por el amor fraternal, un grupo de 21 Testigos de las ciudades ucranianas de Kremenchuk y Poltava han estado viajando a las zonas de combate para rescatar a sus hermanos y para llevar ayuda humanitaria.

En seis semanas, estos Testigos hicieron unos 80 viajes y recorrieron alrededor de 50.000 kilómetros (31.000 millas). Llegaron a varias zonas castigadas por la guerra —como la ciudad de Járkov— y rescataron a casi 400 hermanos y hermanas.

Hasta el momento, han entregado 23 toneladas de comida, además de medicamentos, gasolina y otros artículos. Antes de comenzar cada viaje, nuestros hermanos investigan cuáles son las rutas más seguras para evitar los lugares donde haya combates en ese momento. Los viajes pueden durar hasta 19 horas porque tienen que detenerse en los puestos de control donde les revisan sus vehículos.

Durante el trayecto, nuestros hermanos ven aviones de combate sobrevolando encima de ellos. También se encuentran con edificios, autos y tanques destruidos por las bombas. A veces, cuando hay bombardeos cerca de donde están, sienten que el suelo tiembla.

El 2 de abril de 2022, Román se estaba preparando para llevar la ayuda a los hermanos de Járkov cuando una lluvia de misiles empezó a caer en las calles. Así que tuvo que refugiarse en un edificio cercano. Media hora más tarde, vio que el camino que estaba a punto de tomar había sido bombardeado.

En vista de las condiciones tan peligrosas a las que se enfrentan, Volodimir, otro de los valientes voluntarios, dice: “Siempre le pedimos a Jehová que nos dé sabiduría para tomar buenas decisiones”.

Olexánder vivía en Járkov con sus padres ya mayores y su esposa, Valentina. Durante los enfrentamientos, por la ventana podían ver explosiones a solo 100 metros (330 pies) de su casa. Como no tenían auto, no tenían forma de escapar.

Entonces los hermanos llegaron a rescatarlos. Olexánder dice: “Le dimos las gracias a Jehová por la ayuda que nos dieron nuestros hermanos”.

Vasil, su esposa, Natalia, y sus tres hijos estuvieron varios días escondidos en el sótano de su casa. El 28 de febrero de 2022, una bomba cayó muy cerca de allí, y la explosión destruyó su hogar. Vasil recuerda que el ruido fue ensordecedor y que todas las luces del sótano se apagaron.

Cuando la situación se calmó un poco, la familia se escondió en el sótano de un edificio cercano. El 3 de marzo de 2022, los hermanos los encontraron y se encargaron de llevarlos a una zona más segura del país.

Vasil cuenta cómo se sintieron cuando los rescataron y los llevaron a un lugar más seguro: “Estábamos tan agradecidos con Jehová… Por primera vez, después de una semana que se nos hizo eterna, pudimos sentarnos a cenar en paz sin tener que preocuparnos por la seguridad de nuestros hijos”.

Olexánder, uno de los voluntarios, dice que las misiones de rescate demuestran la unidad que hay en el pueblo de Jehová. Él dice: “Esto me ha ayudado a ver lo mucho que Jehová se preocupa por todos nosotros. Me siento tan feliz cuando veo las caritas de agradecimiento de mis hermanos”.

Estamos muy agradecidos por tener hermanos tan valientes. Le pedimos a Jehová que los siga bendiciendo por mostrar tanto amor y abnegación (Romanos 12:10).