Josué 22:1-34

  • Las tribus del este regresan a sus tierras (1-8)

  • Construyen un altar junto al Jordán (9-12)

  • Explican el propósito del altar (13-29)

  • Se resuelve el conflicto (30-34)

22  Entonces Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés,  y les dijo: “Ustedes han hecho todo lo que Moisés, el siervo de Jehová, les mandó,+ y me han obedecido en todo lo que les mandé.+  No han abandonado a sus hermanos en todo este tiempo, hasta el día de hoy;+ y han cumplido lo que mandó Jehová su Dios.+  Ahora Jehová su Dios les ha dado paz* a sus hermanos, tal como les prometió.+ Así que ahora ustedes pueden volver a sus tiendas* en la tierra que Moisés, el siervo de Jehová, les dio en propiedad al otro lado* del Jordán.+  Pero asegúrense bien de cumplir los mandamientos y la Ley que les dio Moisés, el siervo de Jehová,+ amando a Jehová su Dios,+ andando en todos sus caminos,+ obedeciendo sus mandamientos,+ manteniéndose unidos a él+ y sirviéndole+ con todo su corazón y con toda su alma”.*+  Luego Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.  A la media tribu de Manasés, Moisés le había dado una herencia en Basán+ y, a la otra mitad de la tribu, Josué le dio tierras al oeste del Jordán,+ junto a sus hermanos. Además, cuando Josué los mandó de vuelta a sus tiendas, los bendijo  y les dijo: “Vuelvan a sus tiendas con muchas riquezas, con muchísimo ganado, con plata, oro, cobre, hierro y ropa en grandes cantidades.+ Llévense lo que les corresponde del botín+ de sus enemigos y compártanlo con sus hermanos”.  Después de eso, los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés se separaron de los otros israelitas, se fueron de Siló, que está en la tierra de Canaán, y volvieron a la tierra de Galaad,+ la tierra que recibieron en propiedad y en la que se habían establecido por la orden que Jehová dio mediante Moisés.+ 10  Cuando llegaron a las regiones del Jordán en la tierra de Canaán, los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés construyeron un altar allí junto al Jordán, un altar enorme, impresionante. 11  Más tarde, los otros israelitas oyeron+ decir: “¡Mira! Los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés han construido un altar en la frontera de la tierra de Canaán, en las regiones del Jordán, del lado que pertenece a los israelitas”. 12  Cuando los israelitas se enteraron, todo el pueblo* de Israel se reunió en Siló+ para ir a luchar contra ellos. 13  Entonces, los israelitas mandaron a Finehás+ hijo del sacerdote Eleazar adonde estaban los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, 14  y había 10 jefes con él, un jefe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel; cada uno de ellos era jefe de su casa paterna entre los clanes* de Israel.+ 15  Cuando llegaron adonde estaban los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, les dijeron: 16  “Esto es lo que todo el pueblo de Jehová dice: ‘¿Cómo pudieron cometer semejante acto de infidelidad+ contra el Dios de Israel? Hoy han dejado de seguir a Jehová al construirse un altar y rebelarse contra Jehová.+ 17  ¿No teníamos bastante con el error cometido en Peor? Hasta el día de hoy, no hemos podido limpiarnos de él, y eso que una plaga azotó al pueblo de Jehová.+ 18  ¡¿Y ustedes quieren dejar de seguir a Jehová?! Si hoy ustedes se rebelan contra Jehová, entonces mañana él estará indignado contra todo el pueblo de Israel.+ 19  Ahora bien, si es porque la tierra que les pertenece es impura, pásense a la tierra que le pertenece a Jehová+ donde está el tabernáculo de Jehová+ y quédense a vivir entre nosotros; pero no se rebelen contra Jehová y no nos conviertan en rebeldes por construirse otro altar aparte del altar de Jehová nuestro Dios.+ 20  Cuando Acán+ hijo de Zérah cometió un acto de infidelidad con lo que se había reservado para la destrucción,* ¿no hubo indignación contra todo el pueblo de Israel?+ Y él no fue el único hombre que murió por su error’”.+ 21  Entonces los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés les contestaron a los jefes de los clanes* de Israel:+ 22  “¡El Dios de dioses, Jehová!* ¡El Dios de dioses, Jehová!+ Él sabe, e Israel también sabrá. Si fuimos rebeldes e infieles con Jehová, entonces no nos libres hoy. 23  Si nos construimos un altar para dejar de seguir a Jehová y para ofrecer en él ofrendas quemadas, ofrendas de grano y sacrificios de paz, Jehová pedirá cuentas.+ 24  Pero no, nosotros lo hicimos por otra cosa que nos preocupaba. Dijimos: ‘En el futuro, los hijos de ustedes les dirán a los nuestros: “¿Qué tienen que ver ustedes con Jehová, el Dios de Israel? 25  Jehová ha puesto el Jordán como frontera entre nosotros y ustedes, los rubenitas y los gaditas. Ustedes no tienen nada que ver con Jehová”. Y los hijos de ustedes les impedirán a los nuestros que adoren* a Jehová’. 26  ”Así que dijimos: ‘Tomemos medidas al respecto y construyamos un altar no para ofrendas quemadas ni sacrificios, 27  sino para que sea un testigo entre ustedes y nosotros+ y nuestros descendientes* de que realizaremos nuestro servicio a Jehová delante de él con nuestras ofrendas quemadas y nuestros sacrificios y nuestros sacrificios de paz,+ para que los hijos de ustedes no les digan en el futuro a los nuestros: “Ustedes no tienen nada que ver con Jehová”’. 28  Así que dijimos: ‘Si ellos nos dicen eso a nosotros y a nuestros descendientes* en el futuro, nosotros entonces diremos: “Vean la réplica del altar de Jehová que nuestros antepasados hicieron no para ofrendas quemadas ni sacrificios, sino para que fuera un testigo entre ustedes y nosotros”’. 29  ¡Nosotros jamás nos rebelaríamos contra Jehová ni dejaríamos de seguir a Jehová+ construyendo otro altar para ofrendas quemadas, ofrendas de grano y sacrificios aparte del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo!”.+ 30  Cuando el sacerdote Finehás, los jefes del pueblo y los jefes de los clanes* de Israel que estaban con él oyeron las palabras que dijeron los descendientes de Rubén, Gad y Manasés, quedaron satisfechos.+ 31  De modo que Finehás hijo del sacerdote Eleazar les dijo a los descendientes de Rubén, Gad y Manasés: “Ahora sabemos que Jehová está entre nosotros, porque no han cometido esa infidelidad contra Jehová. Ustedes han librado a los israelitas de las manos de Jehová”. 32  Luego Finehás hijo del sacerdote Eleazar y los jefes dejaron a los rubenitas y los gaditas en la tierra de Galaad, volvieron a la tierra de Canaán e informaron a los otros israelitas. 33  Los israelitas quedaron satisfechos con el informe. Y los israelitas entonces alabaron a Dios y no volvieron a decir nada sobre ir a luchar contra los rubenitas y los gaditas para acabar con la tierra donde vivían. 34  Entonces los rubenitas y los gaditas le pusieron nombre al altar,* pues “es testigo entre nosotros de que Jehová es el Dios verdadero”.

Notas

Lit. “descanso”.
O “carpas”.
Es decir, el lado este.
Lit. “toda la asamblea”.
O “grupos familiares”. Lit. “millares”.
O “entregado a la destrucción”.
O “grupos familiares”. Lit. “millares”.
O “El Divino, Dios, Jehová”.
Lit. “teman”.
Lit. “nuestras generaciones después de nosotros”.
Lit. “nuestras generaciones”.
O “grupos familiares”. Lit. “millares”.
Por la explicación que se da, probablemente al altar se le llamó Testigo.