Apoyemos la soberanía de Jehová
“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas” (REV. 4:11).
CANCIONES: 2, 49
1, 2. ¿De qué debemos estar convencidos? (Vea el dibujo del principio).
COMO vimos en el artículo anterior, el Diablo asegura que Jehová no tiene el derecho a ser el Soberano y que a los seres humanos les iría mejor si se gobernaran a sí mismos. Pero ¿es cierto? Supongamos que quienes deciden gobernarse solos vivieran para siempre. ¿Les iría mejor que si los gobernara Dios? ¿Cree usted que sería más feliz si tuviera libertad absoluta y además vida eterna?
2 Nadie puede responder por usted. Todos tenemos que pensar bien en el asunto. No debería quedarnos ninguna duda de que Dios tiene el derecho a gobernar y de que su gobernación es la mejor y merece todo nuestro apoyo. La Biblia nos da buenas razones para tener esta seguridad. Por ejemplo, veamos lo que nos dice sobre el derecho de Jehová a ser el Soberano.
JEHOVÁ TIENE EL DERECHO A GOBERNAR
3. ¿Por qué es Jehová el único con derecho a gobernar?
3 Jehová es el único con derecho a gobernar, porque es el Dios todopoderoso y el Creador (1 Crón. 29:11; Hech. 4:24). En una visión, los 144.000 que gobernarán con Cristo dicen: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas” (Rev. 4:11). Jehová lo hizo todo, así que tiene pleno derecho a gobernar a los seres humanos y a los ángeles.
4. ¿Por qué oponerse a la soberanía de Jehová es darle mal uso a la libertad de elección?
4 Satanás no tiene ningún derecho de gobernar el universo porque no ha creado nada. Cuando él y la primera pareja se rebelaron contra la soberanía de Jehová, actuaron con arrogancia (Jer. 10:23). Es verdad que tenían libertad de elección y que por eso podían decidir independizarse de Dios, pero ¿tenían el derecho de hacerlo? No. Esta libertad nos permite tomar muchas buenas decisiones todos los días, pero no nos da el derecho de rebelarnos contra nuestro Creador. Queda claro que oponerse a Jehová es darle mal uso a la libertad de elección. Los humanos necesitamos que Dios nos gobierne.
5. ¿Por qué podemos estar seguros de que las decisiones de Dios son justas?
5 Hay otra razón por la que Jehová tiene el derecho a gobernar: ejerce su autoridad con justicia perfecta. Él mismo declara: “Yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito” (Jer. 9:24). Él es la fuente de la justicia. No tiene que consultar ninguna ley hecha por hombres imperfectos para decidir qué es justo. Y las leyes escritas que le dio al hombre se basan en su justicia perfecta. La Biblia dice: “Justicia y juicio son el lugar establecido de tu trono [el de Jehová]”. Por eso, podemos estar seguros de que todas sus leyes, principios y decisiones son justas (Sal. 89:14; 119:128). En cambio, Satanás, que asegura que la forma de gobernar de Jehová no es buena, ha sido incapaz de producir un mundo en el que siempre haya justicia.
6. ¿Cuál es una razón por la que Jehová tiene el derecho a gobernar el mundo?
6 Una razón más por la que Jehová tiene el derecho a ser el Soberano es que posee el conocimiento y la sabiduría que se necesitan para cuidar de toda la creación. Pensemos, por ejemplo, en el poder que le dio a su Hijo para sanar enfermedades que ningún doctor podía curar (Mat. 4:23, 24; Mar. 5:25-29). Lo que Jesús hizo no fue un milagro para Dios, que sabe cómo funciona el cuerpo y puede curarlo. También tiene el conocimiento necesario para resucitar a los muertos y prevenir los desastres naturales.
7. ¿Por qué es la sabiduría de Jehová muy superior a la que hay en el mundo de Satanás?
7 El mundo controlado por Satanás sigue buscando maneras de acabar con los conflictos nacionales e internacionales. Jehová es el único con la sabiduría para traer paz mundial (Is. 2:3, 4; 54:13). Mientras más descubrimos sobre el conocimiento y la sabiduría de Dios, más se parecen nuestros sentimientos a los del apóstol Pablo, que dijo: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos!” (Rom. 11:33).
LA GOBERNACIÓN DE JEHOVÁ ES LA MEJOR
8. ¿Qué aspectos de la forma de gobernar de Dios lo conmueven más?
8 La Biblia no solo demuestra que Jehová tiene el derecho de gobernar. También explica por qué su manera de hacerlo es superior a las demás. Uno de los motivos es que gobierna con amor. De hecho, nos conmueve su forma de gobernarnos. Él es “misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad” (Éx. 34:6). Trata a sus siervos humanos con dignidad y respeto. Nos cuida mejor que nosotros mismos. Al contrario de lo que dice Satanás, Jehová no les niega cosas buenas a sus siervos fieles. Es más, hasta dio a su querido hijo para que tengamos la esperanza de vivir para siempre (lea Salmo 84:11; Romanos 8:32).
9. ¿Cómo sabemos que Dios se interesa en cada uno de nosotros?
9 Jehová se preocupa por el bienestar de su pueblo como grupo, pero también se interesa mucho en cada persona. Pensemos, por ejemplo, en lo que pasó en el tiempo de los jueces de Israel. Durante unos trescientos años, Jehová usó jueces para salvar a los israelitas de sus enemigos. Pues bien, aun en una época de tantos conflictos, se fijó en Rut, una mujer que no era israelita pero que hizo muchos sacrificios para ser parte de su pueblo. Jehová la bendijo dándole un esposo y un hijo. Además, cuando resucite, Rut sabrá que su hijo fue uno de los antepasados del Mesías. Y se enterará de que su historia está en un libro de la Biblia que lleva su nombre. ¿Se imagina cómo se sentirá? (Rut 4:13; Mat. 1:5, 16).
10. ¿Es restrictiva la soberanía de Jehová? Explique.
10 Jehová no es un gobernante opresivo ni inflexible. Las personas a las que gobierna se sienten libres y felices (2 Cor. 3:17). David lo expresó con estas palabras: “Dignidad y esplendor están ante él [Jehová], fuerza y gozo están en su lugar” (1 Crón. 16:7, 27). Y un salmista llamado Etán dijo: “Feliz es el pueblo que conoce el gozoso gritar. Oh Jehová, en la luz de tu rostro ellos siguen andando. En tu nombre están gozosos todo el día, y en tu justicia son ensalzados” (Sal. 89:15, 16).
11. ¿Qué podemos hacer para estar más convencidos de que la forma de gobernar de Dios es la mejor?
11 Mientras más meditemos en la bondad de Jehová, más convencidos estaremos de que su forma de gobernar es la mejor. Nos sentiremos como el salmista que dijo: “Un día en tus patios es mejor que mil en otro lugar” (Sal. 84:10). No podía ser de otra manera. Jehová nos diseñó y nos creó, así que sabe lo que necesitamos para ser felices de verdad y nos lo da con generosidad. Cualquier cosa que nos pida es para nuestro beneficio, y obedecerlo resulta en que disfrutemos de completa felicidad, aunque implique algunos sacrificios (lea Isaías 48:17).
12. ¿Cuál es la razón principal para apoyar la soberanía de Jehová?
12 La Biblia indica que, después del Reino de Mil Años de Cristo, algunas personas se pondrán en contra de la soberanía de Jehová (Rev. 20:7, 8). ¿Por qué harán algo así? Porque Satanás, que habrá sido liberado de su prisión, tratará de despertar egoísmo en la humanidad, como siempre ha hecho, con el propósito de engañarla. Quizás intente convencer a las personas de que pueden vivir para siempre sin obedecer a Jehová. Por supuesto, esto nunca será posible. Pero deberíamos preguntarnos si nos atraerá esa mentira. Si amamos a Jehová y le servimos porque es bueno y porque es el Soberano legítimo del universo, nos repugnará esa mentira de Satanás. Siempre querremos vivir bajo la soberanía de Dios, que es legítima y amorosa.
APOYEMOS LEALMENTE LA SOBERANÍA DE DIOS
13. ¿Qué relación hay entre imitar a Dios y apoyar su soberanía?
13 Como hemos visto, Jehová tiene el derecho de gobernar, y su forma de hacerlo es la mejor. No cabe duda de que su soberanía merece nuestro apoyo incondicional. Se lo damos siendo íntegros y sirviéndole fielmente. También, haciendo las cosas a su manera. De este modo, no solo apoyamos su forma de gobernarnos, sino que además demostramos nuestro amor por ella (Efesios 5:1, 2).
14. ¿Cómo pueden imitar a Jehová los ancianos y los cabezas de familia?
14 La Biblia nos enseña que Jehová ejerce su autoridad con amor. Por eso, los cabezas de familia y los ancianos que aman su soberanía no serán exigentes, como si tuvieran una soberanía propia. Más bien, imitarán a Jehová. Así lo hizo Pablo, que imitó a Dios y a su Hijo (1 Cor. 11:1). No avergonzó ni presionó a otros para que hicieran lo correcto, sino que los motivó con cariño (Rom. 12:1; Efes. 4:1; Filem. 8-10). Así es como Jehová hace las cosas. Y así es como deben hacerlas quienes aman y apoyan su manera de gobernar.
15. ¿Por qué respetar el orden teocrático demuestra que amamos la soberanía de Dios?
15 ¿De qué otra manera apoyamos el gobierno de Dios? Colaborando respetuosamente con aquellos a los que él ha dado autoridad. Apoyaremos el orden teocrático incluso si no comprendemos bien una decisión o no estamos totalmente de acuerdo con ella. Esta es una actitud muy distinta a la del mundo, pero es la forma de hacer las cosas bajo el gobierno de Dios (Efes. 5:22, 23; 6:1-3; Heb. 13:17). Si somos obedientes, nos beneficiaremos, pues Jehová quiere lo mejor para nosotros.
16. ¿En qué basan sus decisiones los que apoyan la soberanía de Jehová?
16 Nuestras decisiones también demuestran si apoyamos o no la soberanía de Dios. Él no nos dice lo que debemos hacer en cada situación. En lugar de eso, nos revela cómo piensa. Por ejemplo, no nos da una lista de ropa que podemos ponernos, sino que nos dice que desea que nuestra ropa sea decente y propia de ministros cristianos (1 Tim. 2:9, 10). Además, no quiere que hagamos tropezar a nadie ni que nuestras decisiones molesten a los demás (1 Cor. 10:31-33). Demostramos que amamos su forma de gobernar y la apoyamos cuando nuestras decisiones se basan principalmente en lo que él piensa y no en nuestras preferencias.
17, 18. Mencione algunas maneras en las que los matrimonios apoyan la soberanía de Jehová.
17 Veamos cómo pueden apoyar los matrimonios cristianos la forma de gobernar de Dios. Para algunas parejas, la vida de casados puede ser más difícil de lo que esperaban, y hay quienes hasta se sienten defraudados. ¿Qué pueden hacer? Podrían pensar en la relación de Dios con Israel. Él se comparó a sí mismo a un esposo (Is. 54:5; 62:4). Este fue un “matrimonio” muy difícil. Sin embargo, Jehová no se dio por vencido fácilmente. Una y otra vez perdonó a los israelitas y fue leal al pacto que había hecho con ellos (Salmo 106:43-45). ¿Verdad que el amor leal de Jehová nos atrae a él?
18 Los cristianos casados que aman a Jehová tratan de imitarlo. No intentan romper un matrimonio difícil sin tener base bíblica. Entienden que Jehová los unió y que desea que sigan juntos. Según las Santas Escrituras, la inmoralidad sexual es el único motivo por el que una persona puede divorciarse y volverse a casar (Mat. 19:5, 6, 9). Al hacer todo lo posible para que su matrimonio funcione, apoyan la soberanía de Jehová.
19. ¿Qué debemos hacer cuando cometemos errores?
19 Como somos imperfectos, en ocasiones haremos cosas que decepcionarán a Jehová. Él lo sabe, pero envió a su Hijo para que entregara su vida como rescate para salvarnos porque nos ama. Así que debemos pedirle a Jehová que nos perdone cuando cometemos un error (1 Juan 2:1, 2). No nos torturemos constantemente por nuestros fallos; esforcémonos por aprender de ellos. Si permanecemos cerca de Dios, él nos perdonará y nos ayudará a sanar nuestras heridas, así como a superar situaciones parecidas que se presenten en el futuro (Sal. 103:3).
20. ¿Por qué debemos apoyar la soberanía de Jehová?
20 Jehová gobernará sobre la humanidad entera en el nuevo mundo, y todos aprenderemos sus caminos justos (Is. 11:9). Pero ya estamos aprendiendo mucho sobre ellos. Y está muy cerca el día en que nadie cuestione el derecho de Jehová a gobernar. Este es el momento de apoyar su soberanía obedeciéndole, sirviéndole fielmente y esforzándonos todo lo posible por imitarlo en todo lo que hacemos.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)