Sí. A continuación se presentan algunos de los consejos bíblicos que han ayudado a millones de familias a ser felices.
Casarse legalmente. Cuando dos personas se casan, se comprometen formalmente a pasar juntos el resto de su vida. De esta manera colocan los cimientos de una familia feliz (Mateo 19:4-6).
Mostrar amor y respeto. Por supuesto, esto incluye tratar al cónyuge como a uno le gustaría que se le tratara (Mateo 7:12; Efesios 5:25, 33).
Evitar las palabras hirientes. Siempre hay que hablar con bondad y cariño, aun cuando el otro haya hecho o dicho algo que nos duela (Efesios 4:31, 32). Ya lo dice la Biblia en Proverbios 15:1: “La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero la palabra que causa dolor hace subir la cólera”.
Ser fiel al cónyuge. No se debe mostrar interés romántico o sexual en nadie más que en el cónyuge (Mateo 5:28). La Biblia nos manda: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación” (Hebreos 13:4).
Criar a los hijos con amor. No hay que mimarlos demasiado ni tampoco tratarlos con excesiva severidad (Proverbios 29:15; Colosenses 3:21).
El estrés, el trabajo y las preocupaciones normales de la vida pueden hacer que una pareja deje de mostrarse cariño. ¿Pueden reavivar el amor que sentían antes?