El 20 de abril de 2017, el Tribunal Supremo de la Federación de Rusia prohibió las actividades religiosas de los testigos de Jehová en el país. Desde entonces, nuestros hermanos han soportado una persecución incesante y encarcelamientos. Además, las autoridades han confiscado 131 propiedades de los Testigos, y podría ocurrir lo mismo con otras 60. Estas propiedades están valoradas en más de 57 millones de dólares.

Uno de los complejos confiscados es la antigua sucursal de los testigos de Jehová de Rusia ubicada en Solnechnoye, que es propiedad de la entidad Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania (fotografía de la izquierda). Solo este complejo está valorado en unos 30 millones de dólares. Otras 43 instalaciones que han sido confiscadas pertenecen a entidades legales de Austria, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Noruega, Países Bajos, Portugal y Suecia. Estas acciones son ilegales porque la decisión del Tribunal Supremo sobre los testigos de Jehová no le da al gobierno el derecho a confiscar propiedades que pertenecen a entidades extranjeras.

Los testigos de Jehová presentaron una queja ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la confiscación ilegal de su antigua sucursal en Rusia. Sin importar cuál sea la decisión que tome este tribunal, nosotros confiamos en Jehová. Oramos para que nuestros hermanos y hermanas en Rusia continúen mostrando tanta valentía. A pesar de las redadas, los arrestos y la confiscación de sus lugares de reunión, nuestros hermanos siguen adorando a Jehová “con espíritu y con verdad” (Juan 4:23).