El 7 de septiembre de 2022, el Comité de Derechos Humanos de la ONU hizo pública una importante decisión sobre el trato discriminatorio que sufren los testigos de Jehová de Tayikistán. El 7 de julio de 2022, el comité falló a favor de los testigos de Jehová en el caso de Adirjáyev contra Tayikistán. El caso estaba relacionado con la negativa de Tayikistán a reconocer legalmente a los testigos de Jehová y la prohibición de sus actividades.
Los testigos de Jehová han estado presentes en ese país desde hace más de 50 años, y su asociación religiosa se registró legalmente en 1994. Sin embargo, el 11 de octubre de 2007, el Ministerio de Cultura los eliminó del registro y prohibió sus actividades. El Gobierno afirmó que los testigos de Jehová son extremistas porque hablan a otros de sus creencias, porque se niegan a hacer el servicio militar por razones de conciencia y porque creen que tienen la religión verdadera. El Gobierno ha rechazado todos los intentos que han hecho los Testigos por volver a inscribir su asociación religiosa.
En la sentencia, el comité declaró que la prohibición impuesta a los testigos de Jehová en Tayikistán es ilegal. También dijo que “ninguna de las razones” que da el Gobierno justifica que se prohíba la asociación religiosa de los testigos de Jehová o que se les impida registrase nuevamente.
El comité también señaló que “se ha arrestado, detenido, interrogado y golpeado a los Testigos; que se han llevado a cabo registros en sus hogares; que les han quitado sus publicaciones religiosas, y que incluso se ha deportado a algunos [uno] de ellos”. Y todo esto porque el Gobierno de Tayikistán no permite a los testigos de Jehová que se registren legalmente. Debido a este maltrato, el comité afirmó que se han violado los derechos de los testigos de Jehová, reconocidos por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El comité le pidió al Gobierno de Tayikistán que considerara de nuevo la reinscripción de los testigos de Jehová y que diera una compensación económica a aquellos Testigos a los que no se les ha respetado sus derechos. También le dijo que “tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para evitar que se den situaciones parecidas en el futuro”.
La decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU podría repercutir en el caso de Shamil Jakímov —un testigo de Jehová de 71 años que ha estado preso desde febrero de 2019 por practicar su fe pacíficamente—, ya que la única razón legal por la que fue arrestado y encarcelado es que pertenece a una organización religiosa prohibida.
Esperamos que la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU contribuya a que los testigos de Jehová de Tayikistán puedan practicar su religión con libertad. Le pedimos a Jehová que bendiga los esfuerzos de los hermanos que están “defendiendo y estableciendo legalmente las buenas noticias” (Filipenses 1:7).