El 9 de octubre de 2024, el Fondo Mundial para la Naturaleza publicó un informe alarmante sobre el efecto de la actividad humana en la fauna. El informe revela que “en los últimos 50 años (1970-2020), el tamaño medio de las poblaciones de fauna silvestre analizadas se ha reducido en un 73%”. Y también advierte: “No es exagerado decir que lo que ocurra en los próximos cinco años determinará el futuro de la vida en la Tierra”.
Muchos quedan impactados con informes como estos, y es normal. Nos encanta nuestro planeta y nos duele que los animales sufran. Nos sentimos así porque Dios nos hizo con el deseo de cuidar de los animales (Génesis 1:27, 28; Proverbios 12:10).
Por eso, puede que usted se pregunte: “¿Podemos salvar a los animales? ¿Dirá algo la Biblia?”.
Una esperanza para el futuro
Por mucho que nos esforcemos, el futuro de nuestro planeta y de los animales no depende de nosotros, sino de Dios. La Biblia predice en Apocalipsis 11:18 que Dios va a “destruir a los que están destruyendo la tierra”. Este versículo nos muestra dos cosas:
1. Dios no va a dejar que la gente destruya la Tierra por completo.
2. Dios actuará muy pronto. ¿Por qué lo sabemos? Porque el ser humano nunca había estado tan cerca de acabar con los animales.
¿Cómo resolverá Dios este problema? Con el Reino de Dios, un gobierno celestial que él usará para gobernar todo el planeta (Mateo 6:10). Este Reino educará y capacitará a los seres humanos obedientes para que cuiden y protejan a los animales (Isaías 11:9).
La Tierra es un planeta muy hermoso. Está situado a la distancia ideal del Sol, con la velocidad de rotación adecuada y con la inclinación precisa. ¿Por qué se esmeró tanto Dios al crear este maravilloso planeta?
A lo largo de su ministerio, Jesús habló más del Reino de Dios que de cualquier otro tema. Durante siglos, sus seguidores han pedido en oración que venga ese Reino.