ARTÍCULO DE ESTUDIO 51
Cómo sentir paz en momentos de crisis
“Que no se les angustie ni acobarde el corazón” (JUAN 14:27).
CANCIÓN 112 Jehová, el Dios de la paz
AVANCE a
1. ¿Qué es “la paz de Dios”, y cómo nos beneficia? (Filipenses 4:6, 7).
HAY una paz que este mundo no conoce. Se trata de “la paz de Dios”, que es la calma que siente la persona que tiene una estrecha relación con su Padre celestial. Cuando tenemos la paz de Dios, nos sentimos seguros (lea Filipenses 4:6, 7). Disfrutamos de la amistad de quienes aman a Jehová y de una amistad fuerte con el “Dios de la paz” (1 Tes. 5:23). Tenemos la paz de Dios cuando conocemos a nuestro Padre, confiamos en él y lo obedecemos. Esa paz tranquiliza nuestro corazón cuando enfrentamos situaciones angustiosas.
2. ¿Por qué sabemos que sí es posible tener la paz de Dios?
2 ¿De verdad se puede sentir la paz de Dios en los momentos de crisis? ¿Es posible mantener la calma cuando surgen brotes epidémicos, situaciones de emergencia, conflictos sociales o persecución? Estas dificultades pueden asustar a cualquiera. Pero Jesús les dio este consejo a sus discípulos: “Que no se les angustie ni acobarde el corazón” (Juan 14:27). Muchos hermanos y hermanas han hecho lo que dijo Jesús. Con la ayuda de Jehová, han sentido paz al afrontar pruebas muy difíciles.
PAZ CUANDO SURGEN BROTES EPIDÉMICOS
3. ¿Cómo pudiera quitarnos la paz una epidemia o una pandemia?
3 Una epidemia o una pandemia puede darle un vuelco casi completo a nuestra vida. Pensemos en el efecto que la pandemia del COVID-19 tuvo en muchas personas. En cierto estudio, más de la mitad de los encuestados dijeron que durante esta pandemia habían tenido problemas de sueño. También se produjo un aumento considerable de los casos de ansiedad y depresión, del consumo de alcohol y drogas, de la violencia doméstica y de los intentos de suicidio. Si ha surgido un brote epidémico donde usted vive, ¿qué puede hacer para controlar la ansiedad y tener la paz de Dios?
4. ¿Por qué nos da paz conocer la profecía de Jesús sobre los últimos días?
4 Jesús predijo que en los últimos días habría epidemias “en un lugar tras otro” (Luc. 21:11). Saber esto nos da paz. ¿Por qué? Porque ya sabíamos que iba a ocurrir, no nos toma por sorpresa. Vemos que los acontecimientos se están desarrollando tal como Jesús dijo. Por eso seguimos el consejo que dejó para los que vivieran en el tiempo del fin. Dijo: “Cuidado, no se alarmen” (Mat. 24:6).
5. a) Según Filipenses 4:8, 9, ¿qué debemos pedirle a Jehová cuando surge un brote epidémico? b) ¿Cómo nos ayuda ver la Biblia o las historias que encontramos en ella?
5 Cuando surge un brote epidémico, no es raro que sintamos incertidumbre y miedo. Eso es lo que le pasó a una hermana llamada Desi. Después de que su tío, su primo y su médico murieran de COVID-19, temía contagiarse y contagiar a su mamá, que ya era mayor. También tenía miedo de quedarse sin trabajo, y se preguntaba de dónde sacaría el dinero para la comida y el alquiler. Les daba vueltas y vueltas a esas preocupaciones, y no podía dormir. Pero logró recuperar la paz. ¿Cómo? Hizo oraciones específicas para que Jehová la ayudara a tranquilizarse y a pensar en cosas positivas (lea Filipenses 4:8, 9). De manera similar, podemos recibir consuelo al orar a Jehová y al prestar atención a lo que nos dice a través de su Palabra la biblia y las publicaciones basadas en ella. Hacerlo puede calmar su ansiedad y recordarle la misericordia de Jehová (Sal. 94:19).
6. ¿Cómo pueden ayudarnos el estudio personal y la asistencia a las reuniones?
6 Sin duda, un brote epidémico causa muchos trastornos en nuestra rutina. Pero no dejemos que afecte nuestro estudio personal o la asistencia a las reuniones. En nuestras publicaciones y videos encontramos experiencias que nos recuerdan que nuestros hermanos están pasando por problemas parecidos y se mantienen leales a Jehová (1 Ped. 5:9). Las reuniones nos ayudan a llenar la mente de ideas bíblicas positivas y nos dan la oportunidad de animar a otros y de recibir ánimo (Rom. 1:11, 12). Si pensamos en cómo Jehová ha apoyado a sus siervos cuando estaban enfermos, tenían miedo o se sentían solos, nuestra fe se fortalecerá y no tendremos ninguna duda de que él también nos apoyará.
7. ¿Cómo podemos imitar al apóstol Juan?
7 Hagamos todo lo posible por seguir en contacto con nuestros hermanos. Una epidemia o una pandemia puede obligarnos a limitar el contacto físico con otros, incluso cuando estamos con nuestros hermanos. En estas situaciones podríamos sentirnos como el apóstol Juan, que deseaba ver a su amigo Gayo cara a cara (3 Juan 13, 14). Pero admitió que por un tiempo no podría ver a Gayo. Así que hizo lo que pudo: le mandó una carta. Si no pudiéramos vernos en persona con nuestros hermanos, una buena idea sería hacerles una llamada o una videollamada, o enviarles algún mensaje de texto. Al mantenernos en contacto con nuestros hermanos, luchamos contra la soledad y nos sentimos más tranquilos. ¿Y si vemos que estamos muy angustiados? Hablemos con los ancianos y aceptemos él ánimo que con tanto cariño nos dan (Is. 32:1, 2).
PAZ EN SITUACIONES DE EMERGENCIA
8. ¿Cómo puede robarle la paz una situación de emergencia?
8 Si usted ha sido víctima de una inundación, un terremoto o un incendio, quizás lleve mucho tiempo con ansiedad. Y, si ha perdido a un ser querido o sus cosas materiales, tal vez tenga sentimientos de dolor, tristeza o hasta ira. Por supuesto, esto no quiere decir que usted ame las cosas materiales o que le falte fe. Usted pasó por una situación muy complicada, y puede que a algunos no les extrañe que usted reaccione de forma negativa (Job 1:11). Pero, sin importar lo difícil que sea nuestra situación, podemos sentir paz. Veamos cómo.
9. ¿Cómo nos ayudan las palabras de Jesús a estar preparados para cualquier situación de emergencia?
9 En este mundo, algunas personas piensan que no van a vivir nunca una situación de emergencia. Pero nosotros tenemos presente lo que Jesús dijo. Sabemos que los desastres aumentarán y que algunos nos pueden afectar. Jesús les dijo a sus discípulos que antes del fin habría “grandes terremotos” y otras catástrofes (Luc. 21:11). También profetizó que aumentaría la maldad, y esa maldad la vemos reflejada en la delincuencia, la violencia y los ataques terroristas (Mat. 24:12). Jesús nunca dijo que estas situaciones solo afectarían a quienes están lejos de Jehová. De hecho, muchos siervos fieles de Dios han sufrido por culpa de los desastres (Is. 57:1; 2 Cor. 11:25). Puede que Jehová no nos proteja milagrosamente de todas las situaciones de emergencia, pero sí nos dará lo necesario para que estemos tranquilos y en paz.
10. ¿Por qué decimos que prepararnos para una situación de emergencia demuestra que tenemos fe? (Proverbios 22:3).
10 Ante una situación de emergencia, nos resultará más fácil mantener la calma si estamos preparados. ¿Pero no indicaría eso que nos falta confianza en Jehová? Al contrario. Si nos preparamos bien para una emergencia, en realidad demostramos que sí tenemos fe en que él nos cuidará. ¿Por qué decimos eso? Porque la Biblia nos aconseja que tomemos medidas de precaución ante los peligros (lea Proverbios 22:3). Y, mediante artículos de las revistas, reuniones de congregación y anuncios, la organización de Jehová nos ha estado diciendo con insistencia que nos preparemos para enfrentar cualquier desastre. b ¿Qué haremos si confiamos en Jehová? Seguiremos ahora esos consejos, antes de que ocurra una situación de emergencia.
11. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Margaret?
11 Pensemos en lo que le pasó a una hermana llamada Margaret. Las autoridades le pidieron que se fuera de la casa porque había un incendio forestal en la zona. Como muchas personas intentaron huir a la vez, las carreteras se bloquearon y era imposible circular por ellas. Había muchísimo humo, y Margaret tuvo que quedarse dentro de su vehículo. Pero, como estaba bien preparada, logró sobrevivir. En su cartera llevaba un mapa que usó para seguir una ruta alternativa. Ya había recorrido antes esta ruta para escapar por ahí con facilidad en caso de emergencia. Gracias a su buena preparación, se salvó.
12. ¿Por qué seguimos las instrucciones para los casos de emergencia?
12 A fin de protegernos o mantener cierto orden, puede que las autoridades ordenen un toque de queda o una evacuación, o tal vez tomen otras medidas. Algunas personas se resisten a seguir estas instrucciones porque no quieren dejar sus propiedades. Pero ¿cómo actuamos los cristianos? La Biblia nos dice: “Por causa del Señor sométanse a toda creación humana, ya sea al rey, como alguien superior, o a los gobernadores, como sus enviados” (1 Ped. 2:13, 14). La organización de Jehová también nos da instrucciones para protegernos. Con frecuencia nos recuerda que les demos a los ancianos nuestros datos de contacto actualizados para que ellos nos puedan localizar en caso de emergencia. ¿Les hemos dado los nuestros? Quizás la organización nos dé instrucciones para quedarnos en nuestra casa, evacuar o conseguir suministros de socorro. O puede que nos diga cuándo y cómo ayudar a los demás. Si no obedecemos, podríamos poner en peligro nuestra vida y la de los ancianos, que son hombres fieles que cuidan de nosotros (Heb. 13:17). Margaret dijo: “Estoy convencida de que seguir las instrucciones de los ancianos y de la organización me salvó la vida”.
13. ¿Qué hacen muchos cristianos desplazados para conservar la felicidad y la paz?
13 Por culpa de las catástrofes, las guerras o los conflictos sociales, hay muchos hermanos desplazados. Ellos hacen todo lo posible por adaptarse a su nueva situación y retomar enseguida las actividades teocráticas. Siguen “declarando las buenas noticias de la palabra”, tal como hicieron los primeros cristianos cuando fueron esparcidos por causa de la persecución (Hech. 8:4). La predicación los ayuda a pensar en el Reino, no en sus problemas. Así conservan la felicidad y la paz.
PAZ ANTE LA PERSECUCIÓN
14. ¿Por qué nos puede robar la paz la persecución?
14 La persecución nos puede quitar muchas cosas que normalmente nos ayudan a sentir paz y felicidad, como reunirnos libremente, predicar sin restricciones y realizar las actividades diarias sin temor a que las autoridades nos arresten. Cuando nos arrebatan estas libertades, quizás nos angustiemos pensando en qué va a pasar más adelante. Es normal que nos sintamos así. Pero hay que tener cuidado para que la persecución no nos haga perder la fe, tal como Jesús les advirtió a sus discípulos (Juan 16:1, 2). Entonces, ¿qué podemos hacer para conservar la paz cuando nos persiguen?
15. ¿Por qué no deberíamos temer la persecución? (Juan 15:20; 16:33).
15 La Palabra de Dios nos dice: “Todos los que desean vivir con devoción a Dios en unión con Cristo Jesús también serán perseguidos” (2 Tim. 3:12). A un hermano llamado Andréi se le hizo cuesta arriba aceptar estas palabras cuando prohibieron nuestra obra en el país donde vive. Él pensaba: “Aquí hay demasiado Testigos; es imposible que nos arresten a todos”. Pero esto no lo tranquilizaba. Al contrario, siempre estaba agobiado. En cambio, otros hermanos dejaban el asunto en manos de Jehová y no pensaban que a ellos nunca los arrestarían. Sabían que eso era una posibilidad, y no se sentían tan angustiados como Andréi. Así que él decidió seguir su ejemplo y confiar por completo en Dios. No tardó en sentir paz, y ahora es feliz a pesar de tantos problemas. Nosotros también nos podemos sentir así. Es cierto que Jesús nos dijo que seríamos perseguidos, pero también nos aseguró que podemos ser leales (lea Juan 15:20; 16:33).
16. ¿Qué instrucciones debemos obedecer cuando nos persiguen?
16 Cuando nuestra obra está prohibida o muy restringida, puede que la sucursal o los ancianos nos den instrucciones para protegernos, para que continuemos recibiendo alimento espiritual y para que sigamos predicando dentro de lo posible. En ese caso, seamos obedientes, incluso si no entendemos por completo por qué nos dan esas instrucciones (Sant. 3:17). Y jamás les demos información sobre nuestros hermanos o las actividades de la congregación a quienes no tienen derecho a saberla (Ecl. 3:7).
17. Igual que los apóstoles, ¿qué estamos decididos a hacer?
17 Una de las razones principales por las que Satanás lucha contra el pueblo de Dios es que tenemos “la misión de dar testimonio acerca de Jesús” (Apoc. 12:17). No dejemos que Satanás y su mundo nos asusten. Predicar y enseñar la verdad a pesar de la oposición nos llena de alegría y paz. En el siglo primero, cuando las autoridades judías les ordenaron a los apóstoles que dejaran de predicar, ellos fueron fieles y obedecieron a Dios. Siguieron predicando, y se sintieron felices (Hech. 5:27-29, 41, 42). Claro, cuando nuestra obra está restringida, debemos predicar con prudencia (Mat. 10:16). Si nos esforzamos al máximo, sentiremos la paz que produce hacer feliz a Jehová y llevarles a otros un mensaje salvavidas.
“EL DIOS DE LA PAZ ESTARÁ CON USTEDES”
18. ¿De dónde viene la paz que necesitamos?
18 Tengamos la seguridad de que hasta en los momentos más difíciles podemos sentir paz. En esos momentos, debemos tener presente que la paz que necesitamos es la de Dios, es decir, la paz que solo Jehová nos puede dar. Confiemos en él cuando afrontemos brotes epidémicos, situaciones de emergencia o persecución. Aferrémonos a su organización y pensemos en el maravilloso futuro que él nos promete. Si lo hacemos, “el Dios de la paz” estará con nosotros (Filip. 4:9). En el siguiente artículo, veremos lo que podemos hacer para ayudar a nuestros hermanos a sentir la paz de Dios cuando pasan por dificultades.
CANCIÓN 38 Jehová te cuidará
a Jehová promete que les dará paz a quienes lo aman. ¿Qué es esa paz, y qué podemos hacer para sentirla? ¿Cómo nos puede ayudar “la paz de Dios” cuando surgen brotes epidémicos, enfrentamos situaciones de emergencia o se nos persigue? Este artículo contiene la respuesta a estas preguntas.
b Vea el video ¿Está usted preparado para una emergencia?
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)