ARTÍCULO DE ESTUDIO 5

“El amor del Cristo nos obliga”

“El amor del Cristo nos obliga”

Los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para el que murió por ellos y fue resucitado” (2 COR. 5:15).

CANCIÓN 20 Enviaste a Jesús, tu Hijo amado

AVANCE a

1, 2. a) ¿Qué sentimientos puede despertar en nosotros meditar en la vida y el ministerio de Jesús? b) ¿Qué veremos en este artículo?

 CUANDO muere alguien muy querido, sentimos un vacío enorme. Tal vez al principio, cuando pensamos en los días previos a su muerte, solo sintamos dolor, especialmente si la persona sufrió mucho antes de morir. Puede que con el tiempo recordemos detalles del ser querido que nos ayuden a recuperar la alegría, por ejemplo, algo que nos enseñó o algo que hizo o dijo para animarnos o hacernos sonreír.

2 Lo mismo ocurre con el sufrimiento y la muerte de Jesús. Nos llena de dolor leer lo que cuenta la Biblia, como hacemos durante la época de la Conmemoración, cuando dedicamos más tiempo a reflexionar en el gran valor de su sacrificio (1 Cor. 11:24, 25). Pero, al pensar en las cosas que Jesús hizo y dijo cuando estuvo en la Tierra, nos sentimos muy felices. También nos da fuerzas pensar en lo que está haciendo ahora y en lo que hará por nosotros en el futuro. En este artículo, veremos que meditar en todas estas cosas y en el amor que Jesús nos tiene nos impulsa a demostrar nuestra gratitud de distintas maneras.

LA GRATITUD NOS IMPULSA A SEGUIR A JESÚS DE LLENO

3. ¿Qué razones tenemos para agradecer el rescate?

3 Meditar en la vida y la muerte de Jesús nos llena de gratitud. Durante su ministerio en la Tierra, él le enseñó a la gente las cosas buenas que logrará el Reino de Dios. Para nosotros, esas verdades del Reino son muy valiosas. Agradecemos mucho el rescate, porque nos permite ser buenos amigos de Jehová y de Jesús. Los que demostramos tener fe en Jesús también tenemos la esperanza de vivir para siempre y de volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto (Juan 5:28, 29; Rom. 6:23). En realidad, no hemos hecho nada para merecer estas bendiciones. Jamás podremos pagarles a Dios y a Cristo todo lo que han hecho por nosotros (Rom. 5:8, 20, 21). Pero ¿cómo podemos demostrarles que estamos muy agradecidos? Veamos.

¿Cómo lo impulsa a ser agradecido meditar en el ejemplo de María Magdalena? (Vea los párrafos 4 y 5).

4. ¿Qué hizo María Magdalena para demostrar que estaba agradecida por lo que Jesús había hecho por ella? (Vea el dibujo).

4 Pensemos en el ejemplo de una mujer judía que se llamaba María Magdalena. Ella sufría mucho, porque estaba poseída por siete demonios que la atormentaban. Tal vez pensaba que su situación no tenía remedio. ¿Podemos imaginarnos lo que significó para ella que Jesús la liberara de esos demonios? Debió sentirse muy agradecida. Por eso se hizo seguidora de Cristo y usó su tiempo, sus energías y sus bienes para atenderlo durante su ministerio (Luc. 8:1-3). Aunque María valoraba mucho lo que Jesús había hecho por ella personalmente, quizás no comprendía por completo el inmenso regalo que él pronto iba a ofrecer. Jesús daría su vida por la humanidad para que cualquiera que demostrara tener fe en él recibiera vida eterna (Juan 3:16). De todos modos, María demostró con su lealtad que estaba muy agradecida. Cuando Jesús estaba clavado al madero, ella se quedó allí cerca para darles su apoyo a Jesús y a otros que estaban presentes (Juan 19:25). Y, cuando Jesús estaba en la tumba, María y otras dos mujeres llevaron especias aromáticas para aplicárselas al cuerpo de Jesús (Mar. 16:1, 2). Jehová recompensó con generosidad la lealtad de María. ¡Qué alegría tan grande se llevó al ver a Jesús resucitado y poder conversar con él! Ese fue un honor que muy pocos discípulos tuvieron (Juan 20:11-18).

5. ¿Cómo podemos demostrar nuestra gratitud por todo lo que Jehová y Jesús han hecho por nosotros?

5 Nosotros también podemos demostrar que agradecemos todo lo que Jehová y Jesús han hecho por nosotros. ¿Cómo? Usando nuestro tiempo, nuestras energías y nuestros recursos económicos para promover las actividades del Reino. Por ejemplo, podemos ofrecernos para ayudar en la construcción y el mantenimiento de los edificios que usamos para adorar a Jehová.

EL AMOR POR JEHOVÁ Y JESÚS NOS IMPULSA A AMAR A LOS DEMÁS

6. ¿Por qué decimos que el rescate es un regalo para cada uno de nosotros?

6 Cuando pensamos en el amor tan grande que Jehová y Jesús nos tienen, sentimos el deseo de amarlos nosotros también (1 Juan 4:10, 19). Y los amamos todavía más cuando comprendemos que Jesús murió por cada uno de nosotros. El apóstol Pablo estaba muy agradecido por este regalo. Por ello, en su carta a los Gálatas escribió: “El Hijo de Dios […] me amó y se entregó por mí” (Gál. 2:20). Gracias al sacrificio de Jesús, Jehová lo atrajo a usted para que fuera su amigo (Juan 6:44). ¿No le conmueve saber que Jehová vio algo bueno en usted y pagó el precio más alto posible para darle su amistad? ¿No lo llena eso de amor por Jehová y Jesús? Por eso todos podemos preguntarnos: “¿Qué me impulsará a hacer ese amor?”.

El amor a Dios y a Cristo nos impulsa a predicarles a todos sin excepción. (Vea el párrafo 7).

7. Como se ve en la fotografía, ¿qué podemos hacer todos para demostrar que amamos a Jehová y a Jesús? (2 Corintios 5:14, 15; 6:1, 2).

7 El amor que sentimos por Dios y por Cristo nos impulsa a amar a los demás (lea 2 Corintios 5:14, 15; 6:1, 2). Una manera de demostrarlo es predicando con entusiasmo a todos sin excepción. Les predicamos a personas de cualquier raza, cultura y posición social o económica. Así colaboramos con Jehová, “pues su voluntad es que toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:4).

8. ¿Cómo podemos demostrar que amamos a nuestros hermanos?

8 Otra manera de demostrar que amamos a Dios y a Cristo es amando a nuestros hermanos (1 Juan 4:21). Por ejemplo, nos preocupamos personalmente por ellos y los ayudamos cuando están pasando por momentos difíciles. Los consolamos cuando pierden a un ser querido, los visitamos cuando están enfermos y hacemos todo lo que está en nuestras manos por animarlos si se sienten deprimidos (2 Cor. 1:3-7; 1 Tes. 5:11, 14). También oramos por ellos, porque sabemos que “el ruego del hombre justo tiene un efecto poderoso” (Sant. 5:16).

9. ¿De qué otra manera podemos demostrar que amamos a nuestros hermanos?

9 Otra manera de demostrar que amamos a nuestros hermanos es esforzándonos al máximo por llevarnos bien con ellos. Tratamos de perdonar como Jehová lo hace. Pensemos en esto: si Jehová permitió que su Hijo muriera por nuestros pecados, ¿no deberíamos perdonar sin demora a nuestros hermanos cuando hacen algo en contra de nosotros? No queremos ser como el esclavo malvado de una de las parábolas de Jesús. Su amo le había perdonado una enorme deuda, pero él no quiso perdonar a otro esclavo una deuda mucho menor que la suya (Mat. 18:23-35). Por eso, si usted ha tenido un malentendido con algún hermano, ¿por qué no intenta tomar la iniciativa para hacer las paces antes de la Conmemoración? (Mat. 5:23, 24). Si lo hace, demostrará que ama muchísimo a Jehová y a Jesús.

10, 11. ¿Cómo pueden los ancianos demostrar que aman a Jehová y a Jesús? (1 Pedro 5:1, 2).

10 Los ancianos pueden demostrar de una manera muy especial que aman a Jehová y a Jesús: cuidando con cariño a las ovejas de Jesús (lea 1 Pedro 5:1, 2). El Hijo de Dios le dejó esto muy claro al apóstol Pedro. Como Pedro había negado tres veces que lo conocía, es probable que ansiara confirmarle su cariño. Después de resucitar, Jesús le preguntó: “Simón hijo de Juan, ¿me amas?”. De seguro, Pedro hubiera hecho cualquier cosa para demostrarle que sí. Y la respuesta de Jesús fue: “Pastorea a mis ovejitas” (Juan 21:15-17). De ahí en adelante, Pedro atendió con cariño a las ovejas del Señor, y así le demostró que lo amaba.

11 ¿Cómo pueden los ancianos demostrar durante la época de la Conmemoración que se toman en serio las palabras que le dijo Jesús a Pedro? Pueden demostrar cuánto aman a Jehová y a Jesús si se mantienen ocupados en su labor de pastores y hacen un esfuerzo especial por ayudar a los inactivos (Ezeq. 34:11, 12). Además, pueden prestarles atención a los estudiantes de la Biblia y a los que van por primera vez a la Conmemoración. Ven a estas personas como futuros discípulos y quieren que se sientan a gusto.

EL AMOR POR CRISTO NOS IMPULSA A SER VALIENTES

12. ¿Por qué nos ayuda a ser valientes pensar en lo que Jesús dijo la noche antes de morir? (Juan 16:32, 33).

12 La noche antes de morir, Jesús les dijo a sus discípulos: “En el mundo van a tener sufrimientos. Pero ¡sean valientes!, que yo he vencido al mundo” (lea Juan 16:32, 33). ¿Qué ayudó a Jesús a ser valiente cuando sus enemigos lo amenazaron y a ser leal hasta la muerte? Su confianza en Jehová. Como Jesús sabía que sus discípulos pasarían por pruebas parecidas, le pidió a Jehová que los cuidara (Juan 17:11). ¿Por qué nos ayuda eso a ser valientes? Porque Jehová es más poderoso que cualquier enemigo que podamos tener (1 Juan 4:4). Y él está muy pendiente de todo. Estamos convencidos de que, si nos apoyamos por completo en Jehová, podemos superar nuestros temores y ser valientes.

13. ¿Cómo demostró valentía José de Arimatea?

13 Pensemos en José de Arimatea, un hombre muy respetado en la sociedad judía. Era miembro del tribunal supremo de los judíos, el Sanedrín. Pero de valiente no tuvo mucho durante el ministerio de Jesús. Juan dice que “era un discípulo de Jesús, aunque en secreto, porque les tenía miedo a los judíos” (Juan 19:38). Aunque le interesaba el mensaje del Reino, ocultó su fe en el Hijo de Dios. Seguro que tenía miedo de perder el respeto de la comunidad. Sea como sea, la Biblia nos cuenta que, después de la muerte de Jesús, José por fin “se armó de valor, se presentó delante de Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús” (Mar. 15:42, 43). La fe de José ya no era un secreto.

14. ¿Qué debemos hacer si nos preocupa el qué dirán?

14 ¿Le preocupa a usted el qué dirán, como le pasó a José de Arimatea? ¿Le da vergüenza a veces decir en la escuela o en el trabajo que es testigo de Jehová? ¿Está dejando para más adelante la decisión de ser publicador o de bautizarse? No deje que el temor a lo que otros piensen de usted le impida hacer lo que es correcto. Ruéguele a Jehová que lo ayude y que le dé valor para hacer su voluntad. Al ver que él responde sus oraciones, usted se hará más fuerte y más valiente (Is. 41:10, 13).

LA ALEGRÍA NOS IMPULSA A SERVIR A JEHOVÁ SIN PARAR

15. ¿Qué efecto tuvo en los discípulos la alegría de ver a Jesús resucitado? (Lucas 24:52, 53).

15 Cuando Jesús murió, sus discípulos sintieron una profunda tristeza. ¿Cómo se habría sentido usted en su lugar? Los discípulos habían perdido a un amigo muy querido y sus esperanzas se habían ido con él (Luc. 24:17-21). Pero Jesús se les apareció después y les dedicó tiempo para explicarles que él estaba cumpliendo profecías de la Biblia. Además, les encargó una labor muy importante (Luc. 24:26, 27, 45-48). Y, para cuando Jesús subió al cielo 40 días después, la tristeza de sus discípulos ya se había convertido en una gran alegría. Los hacía muy felices saber que Jesús estaba vivo y que los ayudaría a cumplir con su nueva misión. Esa alegría los impulsó a alabar a Jehová sin parar (lea Lucas 24:52, 53; Hech. 5:42).

16. ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de los discípulos de Jesús?

16 Y nosotros, ¿cómo podemos seguir el ejemplo de los discípulos de Jesús? Sirviendo a Jehová con alegría todos los días, no solo durante la temporada de la Conmemoración. Para lograrlo, debemos poner el Reino de Dios en primer lugar. Por ejemplo, algunos han cambiado su horario de trabajo a fin de tener más tiempo para predicar, ir a las reuniones y hacer la adoración en familia todas las semanas. Algunos hasta han decidido privarse de cosas que otros consideran indispensables con tal de ayudar más en la congregación o irse a predicar donde hay muy pocos Testigos. Es cierto que hay que ser perseverantes para seguir sirviendo a Jehová, pero él promete bendecirnos muchísimo si ponemos en primer lugar el Reino (Prov. 10:22; Mat. 6:32, 33).

17. ¿Qué debemos hacer durante esta época de la Conmemoración? (Vea la fotografía).

17 Deseamos que llegue el martes 4 de abril para celebrar la Conmemoración. Pero no hay por qué esperar hasta ese día para meditar en la vida y en la muerte de Jesús, y en el amor que él y Jehová nos han demostrado. Aproveche cualquier momento que tenga durante la época de la Conmemoración para hacerlo. Por ejemplo, puede sacar tiempo para analizar con cuidado los sucesos que aparecen en la Guía de actividades, marzo y abril de 2023, titulado “Lectura bíblica para la Conmemoración del 2023”. Busque pasajes que alimenten su gratitud, su amor, su valor y su alegría. Y piense en maneras concretas de demostrar que está agradecido de corazón. Que no nos quepa la menor duda: Jesús valorará todo lo que hagamos por recordarlo durante esta época de la Conmemoración (Apoc. 2:19).

CANCIÓN 17 “Quiero”

a En la época de la Conmemoración, siempre se nos anima a reflexionar sobre la vida y la muerte de Jesús, y también sobre el amor que tanto Jehová como Jesús nos han demostrado. Hacer esto nos impulsa a actuar. Este artículo nos dará buenas ideas para demostrar que estamos muy agradecidos por el rescate y por el amor de Jehová y de Jesús. También nos impulsará a amar a nuestros hermanos, a ser valientes y a servir a Jehová con alegría.