Sirvamos a Jehová con corazón completo
“Oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en veracidad y con corazón completo” (2 REY. 20:3).
CANCIONES: 52, 65
1-3. ¿Qué implica servir a Jehová con “corazón completo”? Ponga un ejemplo.
COMO somos imperfectos, cometemos errores. Felizmente, Jehová no nos da lo que merecemos por nuestros pecados, siempre y cuando nos arrepintamos y acudamos humildemente a él con fe en el rescate de Jesús (Sal. 103:10). Pero, como le dijo David a Salomón, para que Jehová acepte el servicio que le damos todos los días, debemos hacer su voluntad “con corazón completo” (1 Crón. 28:9). ¿Cómo podemos lograrlo?
2 Nos será de ayuda comparar las vidas de Asá y Amasías, dos reyes de Judá. Ambos hicieron lo que agradaba a Jehová, pero solo Asá lo hizo con un corazón completo (2 Crón. 15:16, 17; 25:1, 2; Prov. 17:3). Los dos eran imperfectos y cometieron errores. La diferencia fue que Asá no se desvió de los caminos de Dios, debido a que su corazón estaba dedicado por completo a él, mientras que Amasías no le sirvió con toda el alma. Después de vencer a los enemigos de Jehová, se llevó a sus dioses y se puso a adorarlos (2 Crón. 25:11-16).
3 Servir a Dios “con corazón completo” implica darle siempre toda nuestra devoción. En la Biblia, por lo general se utiliza la palabra corazón para referirse a la persona que somos por dentro, lo cual abarca nuestra forma de ser, así como nuestros deseos, pensamientos, actitudes, habilidades, motivos y metas. Por eso, la adoración de la persona que sirve a Dios con todo el corazón no es hipócrita ni rutinaria. De modo que, si nosotros, aunque imperfectos, seguimos dándole a Dios toda nuestra devoción sin hipocresía, le serviremos con un corazón completo (2 Crón. 19:9).
4. ¿Qué analizaremos en este artículo?
4 Para comprender mejor lo que significa servir a Dios con un corazón completo, analicemos la vida de Asá, así como la de otros tres reyes de Judá que adoraron a Dios con toda el alma: Jehosafat, Ezequías y Josías. Los cuatro cometieron errores, pero los cuatro tuvieron la aprobación de Dios. ¿Por qué consideró Jehová que le habían servido con un corazón completo? ¿Cómo podemos copiar su ejemplo?
EL CORAZÓN DE ASÁ “RESULTÓ COMPLETO PARA CON JEHOVÁ”
5. ¿Qué medidas contundentes adoptó Asá?
5 Asá fue el tercer rey que gobernó en Judá después de que se separaran las diez tribus del norte y formaran el reino de Israel. Acabó con la idolatría en todo su territorio y expulsó del templo a los hombres que se prostituían allí. Hasta quitó a su abuela Maacá del puesto de “dama, porque ella había hecho un ídolo horrible” (1 Rey. 15:11-13). Además, mandó a su pueblo que “buscara a Jehová [...] y que pusiera por obra la ley y el mandamiento”. Sin duda, promovió la adoración verdadera (2 Crón. 14:4).
6. ¿Cómo reaccionó Asá cuando los etíopes invadieron su país?
6 Jehová bendijo a Judá con paz durante los diez primeros años del reinado de Asá. Pero, entonces, Zérah el etíope atacó el país con un ejército de un millón de soldados y 300 carros (2 Crón. 14:1, 6, 9, 10). ¿Cómo reaccionó Asá? Expresó en una sentida oración que confiaba plenamente en Jehová (lea 2 Crónicas 14:11). Dios le respondió dándole una victoria aplastante. El ejército etíope fue aniquilado (2 Crón. 14:12, 13). Es verdad que Jehová les concedió a algunos reyes infieles derrotar a sus enemigos por causa de su propio nombre (1 Rey. 20:13, 26-30). Pero la diferencia es que Asá se apoyó en Dios, y, como vimos, él respondió su oración. En ocasiones posteriores, Asá actuó imprudentemente. Por ejemplo, le pidió ayuda al rey de Siria en lugar de a Jehová (1 Rey. 15:16-22). Sin embargo, Dios consideró al final que “el corazón mismo de Asá resultó completo [...] todos sus días”. ¿Cómo podemos seguir su ejemplo? (1 Rey. 15:14).
7, 8. ¿Cómo podemos imitar a Asá?
7 Todos debemos examinar nuestro corazón para ver si está totalmente entregado a Dios. Preguntémonos: “¿Estoy decidido a agradar a Jehová, defender la adoración pura y proteger a su pueblo de todo lo que pueda corromperlo?”. Pensemos en cuánto valor necesitó Asá para enfrentarse a Maacá, la “dama” o reina madre del país. Seguramente no conocemos a nadie que actúe como ella, pero tal vez haya situaciones en las que podamos imitar la devoción de Asá. Por ejemplo, imaginémonos que alguien de nuestra familia o un buen amigo peca, no se arrepiente y es expulsado. ¿Actuaremos con decisión y dejaremos de relacionarnos con esa persona? ¿A qué nos impulsará el corazón?
8 Igual que Asá, podemos demostrar que nuestro corazón es completo poniendo toda nuestra confianza en Dios cuando enfrentamos oposición, incluso si nos parece imposible soportarla. Puede que se burlen de nosotros en la escuela por seguir los principios que defendemos los Testigos. O que los compañeros de trabajo se rían de nosotros por pedir días libres para actividades espirituales o por no querer hacer horas extras a menudo. En esos casos, hagamos como Asá y oremos a Dios. Seamos valerosos y confiemos en él, defendiendo con firmeza lo que sabemos que es correcto. Recordemos que Jehová fortaleció y ayudó a Asá, y lo mismo hará con nosotros.
9. ¿Cómo demostramos que tenemos un corazón completo en la predicación?
9 Los siervos de Dios no piensan solo en sí mismos. Igual que Asá promovió la adoración pura, nosotros ayudamos a los demás a buscar a Jehová. Seguro que Dios debe ponerse muy contento cuando ve que le hablamos a la gente sobre él y que lo hacemos porque lo amamos de verdad y nos interesamos sinceramente por la felicidad eterna de las personas.
JEHOSAFAT BUSCÓ A JEHOVÁ
10, 11. ¿Cómo podemos copiar lo que hizo Jehosafat?
10 Jehosafat, hijo de Asá, “siguió andando en el camino de su padre” (2 Crón. 20:31, 32). Animó al pueblo a buscar a Dios, tal como había hecho Asá. ¿De qué manera? Organizó una campaña de educación con “el libro de la ley de Jehová” (2 Crón. 17:7-10). Incluso fue al territorio del reino de Israel, en el norte, a la región montañosa de Efraín, “a fin de traerlos de vuelta [a los israelitas] a Jehová” (2 Crón. 19:4). Jehosafat “buscó a Jehová con todo su corazón” (2 Crón. 22:9).
11 Todos podemos participar en la enorme campaña de educación que Jehová lleva a cabo en la actualidad. ¿Tenemos la meta de enseñar la Palabra de Dios a las personas todos los meses, tratando de moverlas a servir a Jehová? Con nuestro esfuerzo y la bendición divina, tal vez logremos empezar un curso de la Biblia. ¿Lo pedimos en oración? ¿Estamos dispuestos a asumir esa responsabilidad, incluso si supone renunciar a parte de lo que se suele considerar tiempo libre? Por otra parte, tal como Jehosafat fue hasta la región de Efraín para ayudar a sus habitantes a regresar a la adoración verdadera, nosotros podemos tratar de ayudar a los inactivos. Además, los ancianos visitan y ofrecen su ayuda a los expulsados que viven en el territorio de la congregación y que quizá ya no practican el pecado.
12, 13. a) ¿Cómo reaccionó Jehosafat ante una situación intimidante? b) ¿Por qué debemos reconocer que tenemos debilidades, como hizo Jehosafat?
12 Al igual que su padre, Asá, Jehosafat no dejó de servir a Dios con toda el alma ni siquiera ante la amenaza de un ejército enemigo muy superior (lea 2 Crónicas 20:2-4). Es verdad que tuvo miedo, pero tomó la decisión de “buscar a Jehová”. Reconoció con humildad en oración que su pueblo no tenía nada que hacer ante aquella gran muchedumbre. Se apoyó sin reservas en Jehová y le dijo: “Nuestros ojos están hacia ti” (2 Crón. 20:12).
13 Como le ocurrió a Jehosafat, es posible que a veces nosotros no sepamos qué hacer y hasta nos asustemos (2 Cor. 4:8, 9). Recordemos que este rey admitió en una oración pública que él y su pueblo se sentían vulnerables (2 Crón. 20:5). Si estamos a cargo de la espiritualidad de la familia, podemos hacer como él y pedirle a Jehová dirección y fuerzas para afrontar un problema. No nos avergoncemos de que nuestra familia escuche estos ruegos. Así verá que confiamos en Jehová. Él nos ayudará, tal como hizo con Jehosafat.
EZEQUÍAS NO DEJÓ DE HACER LO CORRECTO
14, 15. ¿Cómo demostró Ezequías que confiaba totalmente en Dios?
14 El rey Ezequías, a diferencia de Jehosafat, tuvo que contrarrestar la mala influencia de un padre idólatra a fin de seguir “adhiriéndose a Jehová”. “Quitó los lugares altos e hizo pedazos las columnas sagradas y cortó el poste sagrado y trituró la serpiente de cobre que Moisés había hecho” y que entonces se adoraba como un ídolo. Sirvió a Jehová con total dedicación, pues continuó guardando los mandamientos que le había dado a Moisés (2 Rey. 18:1-6).
15 Incluso cuando Asiria, la potencia mundial dominante en aquel tiempo, invadió Judá y amenazó con arrasar Jerusalén, Ezequías se apoyó sin reservas en Jehová. El rey asirio Senaquerib se burló de Dios y trató de intimidar a Ezequías para que se rindiera. Sin embargo, Ezequías le dijo en oración a Jehová que confiaba totalmente en su poder para salvarlos (lea Isaías 37:15-20). Él le respondió enviando a un ángel que mató a 185.000 asirios (Is. 37:36, 37).
16, 17. ¿En qué cosas podemos imitar a Ezequías?
16 Algún tiempo después, Ezequías enfermó de muerte. Entonces le suplicó a Jehová que se acordara de cómo había andado delante de él (lea 2 Reyes 20:1-3). Las Santas Escrituras nos enseñan que ahora no podemos esperar que Dios haga un milagro para curarnos o alargarnos la vida. Aun así, todos podemos decirle en oración lo mismo que Ezequías: “He andado delante de ti en veracidad y con corazón completo”. ¿Estamos convencidos de que Jehová puede y quiere cuidarnos incluso cuando tenemos una enfermedad? (Sal. 41:3).
17 Cuando meditamos en el ejemplo de Ezequías, tal vez nos demos cuenta de que nosotros también tenemos que librarnos de cosas que dañan nuestra amistad con Dios o nos distraen de la adoración verdadera. Desde luego, no queremos imitar a la gente del mundo que, en las redes sociales, trata a otras personas como si fueran ídolos. Claro, a algunos cristianos les gusta utilizar las redes para comunicarse con sus familiares y amigos. Pero hay mucha gente que hace un uso excesivo de ellas. Siguen a personas que ni siquiera conocen o pasan muchas horas mirando sus fotos o comentarios. Existe el peligro de que perdamos mucho tiempo en cosas que no sirven para nada. Además, podríamos llegar a sentirnos demasiado orgullosos por la cantidad de personas a las que les ha gustado lo que hemos colgado en la red y hasta ofendernos si alguien deja de seguirnos. Si el apóstol Pablo o Áquila y Priscila vivieran hoy, ¿nos los imaginamos pasando el día publicando imágenes o siguiendo a alguien que no fuera cristiano? La Biblia dice que Pablo estaba “intensamente ocupado con la palabra”. Y Áquila y Priscila dedicaban el tiempo a explicar a otros “con mayor exactitud el camino de Dios” (Hech. 18:4, 5, 26). Preguntémonos: “¿Evito idolatrar a otras personas y dedicar mucho de mi valioso tiempo a cosas sin importancia?” (lea Efesios 5:15, 16).
JOSÍAS OBEDECIÓ LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
18, 19. ¿Qué cosas te gustaría hacer igual que Josías?
18 El rey Josías, bisnieto de Ezequías, también observó los mandamientos de Jehová “con todo su corazón” (2 Crón. 34:31). “Comenzó a buscar al Dios de David” siendo adolescente y para cuando tenía 20 años se puso a limpiar Judá de idolatría (lea 2 Crónicas 34:1-3). El celo de Josías por cumplir con la voluntad de Dios lo llevó a hacer mucho más por la adoración pura que muchos otros reyes de Judá. Aun así, cuando se encontró la Ley de Moisés, tal vez los escritos originales, y se la leyeron a Josías, vio que era necesario esforzarse más por hacer la voluntad de Jehová. Animó al pueblo a servir a Dios y, como resultado, los habitantes de Judá “no se desviaron de seguir a Jehová” durante toda la vida de Josías (2 Crón. 34:27, 33).
19 Josías buscó a Jehová siendo adolescente. Si eres joven, haz lo mismo que él. Es posible que el rey Manasés, que se había arrepentido de sus pecados, le hablara de la misericordia de Dios. Tú también harás bien en acercarte a los miembros fieles de tu familia o de la congregación que ya son mayores. Ellos pueden contarte lo bien que los ha cuidado Jehová. Además, debes recordar que la lectura de las Escrituras tocó el corazón de Josías y lo movió a tomar medidas en favor de la adoración pura. Es posible que leer la Biblia también te motive a ti a hacer más en la congregación. Así serás más feliz, tu amistad con Dios será más fuerte y sentirás el deseo de ayudar a otros a buscar a Jehová (lea 2 Crónicas 34:18, 19). Estudiar la Biblia también puede revelarte maneras de mejorar tu servicio a Dios. Si es así, hazlo con todo el corazón igual que Josías.
SIRVAMOS A JEHOVÁ CON UN CORAZÓN COMPLETO
20, 21. a) ¿Qué tienen en común los cuatro reyes de los que hemos hablado? b) ¿De qué tratará el siguiente artículo?
20 ¿Verdad que nos beneficia repasar cómo sirvieron a Jehová con corazón completo estos cuatro reyes de Judá? Ellos pusieron todo su empeño en cumplir con la voluntad de Dios. No dejaron de hacerlo ni siquiera cuando se enfrentaron a enemigos terribles. Y, lo que es más importante, sus motivos fueron puros.
21 Como veremos en el siguiente artículo, estos cuatro reyes cometieron errores. Pero, cuando Jehová los examinó, vio que su corazón era completo. Nosotros también somos imperfectos. ¿Qué ve Jehová cuando nos examina? ¿Se da cuenta de que le servimos con un corazón completo? Hablaremos de este asunto en el próximo artículo.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)