PARA LOS JÓVENES

11. Ser trabajador

11. Ser trabajador

¿QUÉ IMPLICA?

 A la persona trabajadora no le asusta el trabajo. Todo lo contrario, le gusta mucho trabajar, ser autosuficiente y ayudar a otros, aunque el trabajo que realice no sea muy llamativo.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

 Nos guste o no, la vida está llena de responsabilidades. Además, hoy en día, ser trabajador es una ventaja, porque a mucha gente no le gusta el trabajo duro (Eclesiastés 3:13).

 “Cuando trabajo mucho, me siento orgulloso y satisfecho. Por eso, cada vez me gusta más trabajar. Además, tener buenos hábitos de trabajo hace que te ganes una buena reputación” (Reyon).

 PRINCIPIO BÍBLICO: “Todo trabajo duro genera beneficios” (Proverbios 14:23).

¿QUÉ PUEDES HACER?

 Los siguientes consejos te ayudarán a tener una buena actitud hacia el trabajo.

 Aprende a hacer las cosas bien. Concéntrate en lo que estás haciendo, tanto si estás realizando tareas domésticas o escolares como si estás trabajando. Si ya sabes hacer algo bien, busca maneras de hacerlo mejor o más rápido. Cuanto mejor lo hagas, más disfrutarás.

 PRINCIPIO BÍBLICO: “¿Has visto a un hombre hábil en su trabajo? Estará de pie delante de reyes, no delante de gente común” (Proverbios 22:29).

 Piensa en los demás. La mayoría de las veces, cuando cumples con tus responsabilidades, otros se benefician. Por ejemplo, si cumples con las tareas que te encargan en casa, aliviarás la carga de los demás miembros de tu familia.

 PRINCIPIO BÍBLICO: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).

 No sigas la ley del mínimo esfuerzo. No te limites a hacer solo lo que te pidan, haz un poco más. Así, serás quien controle tu vida. Es verdad que trabajarás más, pero será porque tú quieres, no porque otros te obliguen (Mateo 5:41).

 PRINCIPIO BÍBLICO: “No hagas esta buena obra por obligación, sino por tu propia voluntad” (Filemón 14).

 Sé equilibrado. Ser muy trabajador no significa ser un adicto al trabajo. Hay que procurar ser equilibrado y disfrutar tanto del trabajo como del descanso.

 PRINCIPIO BÍBLICO: “Es mejor un puñado de descanso que dos puñados de trabajo duro y perseguir el viento” (Eclesiastés 4:6).