KAWAI BAITA 22
KANSION 127 La clase de persona que debo ser
Chi aseyuba biʼia wãi baita novio baɗayua
“Ichi corazonɗe mipitaa iru kiɗíturu [...] jãdu aude vale ɓua” (1 PED. 3:4).
TEMA
Qué pueden hacer las parejas para tener un noviazgo de éxito y qué apoyo pueden darles los hermanos de la congregación.
1, 2. ¿Kãare jarabadaa chi nureerãba chi pasabadau kimabaraaɗai naeɗe?
EL NOVIAZGO puede ser una época muy bonita y emocionante. Si estás saliendo con alguien, de seguro quieres que la relación vaya bien. Y así ha sido en el caso de muchas parejas. Una hermana de Etiopía llamada Tiina a dice: “Una de las etapas más felices de mi vida fue cuando mi esposo y yo éramos novios. Hablábamos de cosas muy importantes y serias, pero también nos reíamos. Fue maravilloso encontrar a alguien que me quería tanto como yo a él”.
2 Por otro lado, un hermano de los Países Bajos llamado Alessio cuenta: “Disfruté mucho de conocer a mi esposa cuando éramos novios. Pero también hubo retos”. En este artículo hablaremos de algunos posibles retos y de cómo la Biblia puede ayudar a las parejas a tener un noviazgo de éxito. También veremos lo que pueden hacer los demás en la congregación para darles su apoyo.
KÃARE BAITA NOVIO NUREABADAA
3. ¿Kãare baita novio nureabadaa? (Proverbios 20:25).
3 Empezar un noviazgo es algo muy bonito, pero también es un paso muy serio porque puede llevar al matrimonio. El día de su boda, los novios hacen un voto ante Jehová en el que prometen amarse y respetarse mientras vivan. Antes de hacer este y cualquier otro voto hay que pensar las cosas muy muy bien (lee Proverbios 20:25). El noviazgo sirve para que los dos se conozcan mejor y puedan tomar una buena decisión. Esa decisión a veces es la de casarse, o a veces es la de terminar la relación. Si deciden romper, eso no significa que el noviazgo fracasó. Por el contrario, cumplió su propósito: los ayudó a tomar una buena decisión.
4. ¿Sakayua biʼia kawaiba kimabaraayu kʉ̃risiai naeɗe?
4 ¿Por qué es importante entender cuál es el propósito del noviazgo? Porque, si un soltero lo tiene claro, nunca saldrá con alguien con quien no tiene ninguna intención de casarse. Ahora bien, los solteros no son los únicos que deben entender cuál es el propósito del noviazgo, sino que todos debemos entenderlo. Por ejemplo, algunos piensan que, si dos personas están saliendo, están obligadas a casarse. Y ese punto de vista puede tener un efecto negativo en los solteros. Melissa, una hermana soltera de Estados Unidos, dice: “Algunos hermanos les ponen mucha presión a los novios. Por eso algunas parejas siguen juntas aunque la cosa entre ellos no funcione. Y hay quienes prefieren no salir con nadie y así ahorrarse todo ese estrés”.
BEREKA BIʼIA UNÚBAƊA
5, 6. ¿Kãare kawaɗaiba ãchi chiya chi kimabaraaɗa kʉ̃ria niɗau? (1 Pedro 3:4).
5 ¿Qué te ayudará a decidir si te casarás o no con la persona con la que estás saliendo? Procura conocerla bien. De seguro descubriste algunas cosas sobre esa persona antes de empezar la relación. Pero ahora es el momento de llegar a conocer a “la persona secreta del corazón” (lee 1 Pedro 3:4). Esto implica aprender más sobre su espiritualidad y su forma de ser y de pensar. Poco a poco deberías llegar a ser capaz de responder a preguntas como estas: “¿Será un buen esposo o esposa? ¿Encajará conmigo?” (Prov. 31:26, 27, 30; Efes. 5:33; 1 Tim. 5:8). “¿Podremos darnos el amor y la atención que cada uno necesita? ¿Puedo vivir con sus defectos?” (Rom. 3:23). b Y recuerda: las personas más compatibles no son las que más se parecen, sino las que mejor se adaptan a las diferencias del otro.
6 ¿Qué más deberías averiguar durante el noviazgo? Antes de que empieces a sentir algo muy fuerte por la otra persona, es bueno que hablen sobre cosas importantes, como por ejemplo qué metas tienen. ¿Y qué hay de asuntos más personales, como los problemas de salud o económicos, y traumas del pasado? No hace falta hablar de todos estos temas desde el mismo principio (compara con Juan 16:12). Si te parece que es demasiado pronto para hablar de ciertas cuestiones personales, díselo. Pero ten en cuenta que la persona va a necesitar esta información para poder tomar una buena decisión. Así que tarde o temprano tendrán que tratar estos temas.
7. ¿Kãare aseɗaiba chi kimabaraaɗai niɗau biʼia unuɗai baita? (Chi recuadro siɗa ochias “ Relaciones a distancia” mauɗe diujo siɗa).
7 ¿Qué te ayudará a conocer bien a la otra persona? Hablar abiertamente y con franqueza, hacer preguntas y saber escuchar (Prov. 20:5; Sant. 1:19). Quizás pueden hacer cosas en las que sea fácil conversar, como comer juntos, dar un paseo en zonas públicas y salir a predicar. También pueden conocerse mejor compartiendo momentos juntos con los amigos y la familia. Además, planea actividades en las que puedas ver cómo se comporta la otra persona en situaciones distintas y con una gran variedad de personas. Eso fue lo que hizo Albert, de los Países Bajos, cuando estaba saliendo con Alicia: “Organizábamos actividades que nos permitieran descubrir cosas el uno del otro. Por lo general, eran cosas sencillas, como cocinar y hacer las tareas del hogar juntos. De esa forma fuimos viendo cuáles eran nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles”.
8. ¿Sakayua chi kimabaraaɗai kʉ̃risia panuu ãbua kawaɗaiba?
8 Algo más que te ayudará a conocer mejor a la otra persona es estudiar con ella temas bíblicos. Si finalmente los dos deciden casarse, tendrán que dedicar tiempo a la adoración en familia para que Dios sea una parte esencial de su matrimonio (Ecl. 4:12). Por eso, ¿no te parece buena idea empezar a programar tiempo para estudiar juntos desde ahora? Es cierto que una pareja de novios no son una familia todavía y que él aún no se ha convertido en la cabeza de ella. Sin embargo, si adquieren la costumbre de estudiar juntos, podrán ver cómo es la espiritualidad de la otra persona. Max y Laysa, un matrimonio de Estados Unidos, dicen que estudiar juntos también los ayudó de otra manera. Él explica: “Desde que empezamos a salir, estudiamos publicaciones que hablan sobre el noviazgo, el matrimonio y la vida en familia. Gracias a eso pudimos hablar de muchos temas importantes que no hubieran surgido de manera natural”.
NAUƊE KɄ̃RISIABARAAƊAI
9. ¿Kaimaa jaraɗai ɓua kimabaraa kʉ̃ria panuuɗebena?
9 ¿A quién se lo van a contar? Eso lo deciden ustedes dos. Si recién empezaron a salir, tal vez prefieran decírselo solo a unas pocas personas (Prov. 17:27). Así, evitarán que les hagan muchas preguntas y los presionen. Pero, si no se lo dicen a nadie, puede que acaben aislándose por miedo a que la gente se entere. Y eso puede ser peligroso. Por eso, lo más prudente sería que por lo menos se lo contaran a quienes podrían ayudarlos y darles buenos consejos, como por ejemplo algunos familiares, amigos maduros o ancianos (Prov. 15:22).
10. ¿Chi kimabaraa kʉ̃ria panuu kãare aseɗai ɓua kakua ome kachirua aseɗaamaaba? (Proverbios 22:3).
10 ¿Qué los ayudará a tener un noviazgo limpio? Es normal que a medida que los sentimientos se hagan más fuertes, se sientan más atraídos el uno por el otro. Pero de seguro no quieren hacer nada que le desagrade a Jehová (1 Cor. 6:18). Por eso, eviten hablar de temas inmorales, estar a solas y beber en exceso (Efes. 5:3). Todo esto puede intensificar sus deseos sexuales y hacer que sea más difícil permanecer limpios. Así que tengan la costumbre de hablar sobre qué medidas pueden tomar para respetar las normas de Jehová durante el noviazgo (lee Proverbios 22:3). Fíjense en lo que hicieron Dawit y Almaz, de Etiopía: “Pasábamos tiempo con nuestros amigos o en lugares donde hubiera mucha gente. Nunca nos quedábamos solos ni en un auto ni en una casa. Así evitábamos posibles tentaciones”.
11. ¿Naeɗeeɗa kãareɗebena beɗeaɗai ɓua kimabaraaɗai naeɗe?
11 ¿Y qué decir de las muestras de cariño? A medida que la relación avance, tal vez decidan mostrarse de formas apropiadas que se quieren (Cant. 1:2; 2:6). Pero, si los deseos sexuales se hacen muy fuertes, quizás te centres tanto en lo que sientes que ya no seas capaz de ser objetivo y ver ciertos detalles importantes de la otra persona. Además, fácilmente se puede perder el control con las muestras de cariño y acabar cometiendo un pecado (Prov. 6:27). Por esa razón, desde el inicio del noviazgo, deberán hablar sobre qué límites se pondrán para seguir los principios bíblicos (1 Tes. 4:3-7). c Pregúntense: “¿Qué opina la gente en el lugar donde vivimos sobre estas muestras de afecto? ¿Despiertan en mí o en la otra persona deseos intensos?”.
12. ¿Kãare aseɗai ɓua chi kimabaraaɗai panuu problema bara duanuubʉrã?
12 ¿Y qué hay de cuando surgen problemas y desacuerdos? Si de vez en cuando tienen diferencias de opinión, ¿significa eso que su noviazgo va por mal camino? No necesariamente, pues todas las parejas tienen desacuerdos. Un matrimonio fuerte es la suma de dos personas que trabajan en equipo para superar las diferencias. Así que la manera de enfrentarse ahora a los problemas es un indicativo de cómo será su matrimonio. Pregúntense: “¿Somos capaces de hablar las cosas con calma y respeto? ¿Admitimos enseguida nuestros errores y nos esforzamos por mejorar? ¿Sabemos ceder, pedir disculpas y perdonar?” (Efes. 4:31, 32). Pero, si los desacuerdos y las discusiones son una constante en su noviazgo, no piensen que las cosas van a mejorar cuando se casen. Si te das cuenta de que la otra persona no es la adecuada para ti, lo mejor para los dos sería terminar el noviazgo. d
13. ¿Sãabe nibaɗai ɓua kimabaraaɗai kʉ̃risia panuuɗebena?
13 ¿Cuánto debe durar el noviazgo? Las decisiones precipitadas suelen acabar mal (Prov. 21:5). Así que debes tomarte el tiempo que necesites para conocer bien a la otra persona. Pero tampoco pospongas las cosas innecesariamente, pues la Biblia dice que “las expectativas que tardan en cumplirse enferman el corazón” (Prov. 13:12). Además, cuanto más tiempo dure el noviazgo, más difícil puede ser resistir las tentaciones sexuales (1 Cor. 7:9). En vez de pensar en cuánto tiempo llevan saliendo, pregúntate: “¿Qué más necesito conocer sobre la otra persona para tomar una decisión?”.
CHI WAABENARÃBA SAKA AIƊAƊAI ƁUA
14. ¿Kãareɗe aiɗaɗai ɓua chi kimabaraaɗai panuurã? (Diujo siɗa ochiaba).
14 Si conocemos a una pareja de novios, ¿cómo podemos ayudarlos? Quizás invitándolos a salir, a comer o a nuestra adoración en familia (Rom. 12:13). Así ellos se podrán conocer aun mejor. Si lo necesitan, podemos ofrecernos a acompañarlos, a llevarlos a algún sitio o a que vengan a la casa para que puedan conversar sin estar solos (Gál. 6:10). Alicia, mencionada en el párrafo 7, dice: “Albert y yo agradecíamos mucho que algunos hermanos nos dijeran que podíamos visitarlos cuando quisiéramos tener un lugar para estar juntos sin estar solos”. ¿Y si una pareja nos pide que los acompañemos? Veámoslo como una bonita oportunidad de ayudarlos. Eso sí, hay que ser observadores para notar cuándo necesitan que les demos tiempo y espacio para que puedan hablar de sus cosas, pero al mismo tiempo no dejarlos completamente solos (Filip. 2:4).
15. ¿Saka maucha aiɗaɗai ɓua? (Proverbios 12:18).
15 Otra manera de apoyar a los novios es teniendo cuidado con lo que decimos. En ocasiones, puede que tengamos que controlarnos y no decir nada (lee Proverbios 12:18). Por ejemplo, quizás nos emocione la idea de contarles a los demás que hay una nueva pareja, pero a lo mejor los novios prefieren dar la noticia. No debemos andar por ahí hablando de ellos ni criticándolos por asuntos personales (Prov. 20:19; Rom. 14:10; 1 Tes. 4:11). Tampoco hagamos comentarios ni preguntas que den por hecho que van a casarse. Una hermana llamada Elise y su esposo recuerdan: “Nos sentíamos muy incómodos cuando nos preguntaban sobre nuestros planes de boda, cuando ni siquiera nosotros habíamos hablado de ello”.
16. ¿Kãare aseɗai ɓua chi omeerãɗebena idaburuubʉrã?
16 ¿Y si una pareja decide romper? No intentemos averiguar por qué se separaron ni tomemos partido (1 Ped. 4:15). Una hermana llamada Lea dice: “Me enteré de que empezaron a especular sobre por qué había terminado con mi novio, y eso me dolió muchísimo”. Como vimos antes, si una pareja corta su relación, no necesariamente significa que el noviazgo fracasó. Por lo general, significa que el noviazgo cumplió su propósito: los ayudó a tomar una buena decisión. Pero eso no quita que la decisión duela y que quizás los haga sentir solos, así que estemos atentos para apoyarlos (Prov. 17:17).
17. ¿Kãare maucha aseɗai ɓua chi kimabaraaɗai panuurã?
17 Como vimos, el noviazgo tiene sus retos, pero también puede ser una etapa muy bonita. Jessica recuerda: “La verdad, el noviazgo requirió mucho tiempo y esfuerzo. Pero valió la pena cada segundo”. Si tienes novio o novia, sigue esforzándote por conocer bien a la persona. Así podrás tener un noviazgo de éxito: uno que lleve a los dos a una buena decisión.
KANSION 49 Alegremos el corazón de Jehová
a Se han cambiado algunos nombres.
b Encontrarás más preguntas en el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2), capítulo “¿Será esta la persona para mí?”, páginas 39 y 40.
c Acariciar los genitales de la otra persona es una forma de inmoralidad sexual, y requiere que los ancianos de la congregación tomen acción judicial. Acariciar los pechos o tener conversaciones inmorales, ya sea por mensajes o por teléfono, también podría llevar a los ancianos a tomar acción judicial, dependiendo de las circunstancias.
d Encontrarás más información en la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 15 de agosto de 1999.