Segundo Libro de las Crónicas 20:1-37

  • Las naciones vecinas amenazan Judá (1-4)

  • Jehosafat pide ayuda en oración (5-13)

  • La respuesta de Jehová (14-19)

  • Judá es salvada milagrosamente (20-30)

  • Fin del reinado de Jehosafat (31-37)

20  Después, los moabitas+ y los ammonitas,+ junto con algunos ammonim,* vinieron a luchar contra Jehosafat.  Así que se le informó a Jehosafat: “Una gran multitud ha venido contra ti desde la región del mar,* desde Edom,+ y allí están en Hazazón-Tamar, es decir, En-Guedí”.+  Ante eso, a Jehosafat le dio miedo y se resolvió* a buscar a Jehová.+ De modo que ordenó un ayuno para todo Judá.  La gente de Judá entonces se reunió para consultar a Jehová;+ vinieron de todas las ciudades de Judá para consultar a Jehová.  Entonces Jehosafat se puso de pie en medio de la congregación de Judá y Jerusalén en la casa de Jehová, delante del patio nuevo,  y dijo: “Oh, Jehová, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú Dios en los cielos?+ ¿No tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?+ En tus manos hay fuerza y poder, y nadie puede contra ti.+  Oh, nuestro Dios, ¿verdad que expulsaste delante de tu pueblo Israel a los habitantes de esta tierra y entonces se la diste de forma permanente a la descendencia de tu amigo Abrahán?+  Y ellos se establecieron en ella y te construyeron allí un santuario para tu nombre.+ Decían:  ‘Si nos ocurre una calamidad —sea por la espada, un juicio desfavorable, una epidemia o hambre—, nos pondremos de pie ante esta casa y ante ti (porque tu nombre está en esta casa)+ y angustiados acudiremos a ti por ayuda, y tú nos escucharás y nos salvarás’.+ 10  Ahora están aquí los hombres de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír.+ Cuando Israel salió de la tierra de Egipto, tú no permitiste que invadiera el territorio de ellos; se apartó y no los destruyó.+ 11  Y ahora nos lo pagan viniendo aquí a sacarnos de tu propiedad, que tú nos diste como herencia.+ 12  Oh, Dios nuestro, ¿no los vas a castigar?+ Porque nosotros no podemos contra esta gran multitud que viene a atacarnos, y no sabemos qué hacer,+ pero nuestros ojos miran hacia ti”.+ 13  Mientras tanto, todos los de Judá estaban de pie delante de Jehová, junto con sus esposas y sus hijos, incluso los pequeñitos. 14  Entonces, en medio de la congregación, Jahaziel —hijo de Zacarías, hijo de Benaya, hijo de Jeiel, hijo de Matanías el levita de los hijos de Asaf— recibió el espíritu de Jehová. 15  Él dijo: “¡Presten atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y tú, rey Jehosafat! Esto es lo que Jehová les dice: ‘No tengan miedo ni se aterroricen por esta gran multitud, porque la batalla no es de ustedes, sino de Dios.+ 16  Mañana bajen a enfrentarse a ellos. Estarán subiendo por el paso de Ziz, y ustedes se los encontrarán al final del valle,* frente al desierto de Jeruel. 17  Ustedes no tendrán que pelear esta batalla. Ocupen sus puestos, estense quietos+ y vean cómo los salva* Jehová.+ Gente de Judá y Jerusalén, no tengan miedo ni se aterroricen.+ Mañana salgan y enfréntense a ellos, que Jehová estará con ustedes’”.+ 18  Al instante, Jehosafat se inclinó rostro a tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén cayeron ante Jehová para adorar a Jehová. 19  Entonces los levitas que eran descendientes de los cohatitas+ y de los coreítas se levantaron para alabar a voz en cuello a Jehová, el Dios de Israel.+ 20  A la mañana siguiente, se levantaron temprano y salieron al desierto de Tecoa.+ Mientras salían, Jehosafat se puso de pie y dijo: “¡Escúchenme, oh, Judá y habitantes de Jerusalén! Tengan fe en Jehová su Dios para que puedan mantenerse firmes.* Tengan fe en los profetas de él,+ y les irá bien”. 21  Después de consultarlo con la gente, seleccionó hombres para que le cantaran+ a Jehová y lo alabaran con adorno santo yendo delante de los hombres armados y diciendo: “Denle gracias a Jehová, porque su amor leal dura para siempre”.+ 22  Cuando empezaron a cantar alabanzas con alegría, Jehová les tendió una emboscada a los hombres de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír que estaban invadiendo Judá, y se mataron unos a otros.+ 23  Los ammonitas y los moabitas se volvieron en contra de los habitantes de la región montañosa de Seír+ para destruirlos y exterminarlos; y, cuando acabaron con los habitantes de Seír, se mataron unos a otros.+ 24  Cuando los de Judá llegaron a la torre de vigilancia del desierto+ y miraron hacia la multitud, vieron sus cadáveres tirados en el suelo;+ no había sobrevivientes. 25  Entonces Jehosafat y su gente fueron a llevarse el botín. Encontraron muchos bienes, ropa y objetos valiosos entre los cadáveres, y se pusieron a quitárselos hasta que ya no pudieron cargar con más.+ El botín era tan grande que les tomó tres días llevárselo. 26  Al cuarto día se reunieron en el valle* de Beracá, donde alabaron* a Jehová. Por eso llamaron a aquel lugar el valle de Beracá,*+ como se le llama hasta el día de hoy. 27  Entonces todos los hombres de Judá y de Jerusalén, con Jehosafat al frente de ellos, regresaron muy contentos a Jerusalén, porque Jehová los llenó de alegría con la victoria sobre sus enemigos.+ 28  Llegaron a Jerusalén con instrumentos de cuerda, arpas+ y trompetas,+ y fueron a la casa de Jehová.+ 29  Cuando todos los reinos de los países oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel, el miedo de Dios se apoderó de ellos.+ 30  Así, el reino de Jehosafat tuvo paz, y su Dios continuó dándole paz* en todos lados.+ 31  Y Jehosafat siguió reinando sobre Judá. Tenía 35 años cuando se convirtió en rey, y reinó 25 años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá hija de Silhí.+ 32  Él siguió los pasos de su padre Asá;+ no se desvió de ellos. Hizo lo que estaba bien a los ojos de Jehová.+ 33  Sin embargo, no se quitaron los lugares altos,+ y el pueblo todavía no había preparado su corazón para el Dios de sus antepasados.+ 34  En cuanto al resto de la historia de Jehosafat, está escrito de principio a fin entre las palabras de Jehú+ hijo de Hananí,+ que fueron incluidas en el Libro de los Reyes de Israel. 35  Después de esto, el rey Jehosafat de Judá hizo una alianza con el rey Ocozías de Israel, quien actuaba muy mal.+ 36  Lo convirtió en su socio para hacer barcos que fueran a Tarsis,+ y construyeron los barcos en Ezión-Guéber.+ 37  Sin embargo, Eliezer hijo de Dodavahu de Maresá profetizó esto contra Jehosafat: “Por haber hecho una alianza con Ocozías, Jehová destruirá tus obras”.+ Así que los barcos se destrozaron+ y no pudieron ir a Tarsis.

Notas

O quizás “meunitas”.
Al parecer, el mar Muerto.
Lit. “dirigió su rostro”.
O “wadi”.
O “rescata”.
O “aguantar”.
O “la llanura baja”.
Lit. “bendijeron”.
Que significa ‘bendición’.
Lit. “descanso”.