El principal enemigo de Dios es Satanás el Diablo. Él es una criatura espiritual que se rebeló contra Jehová. Satanás sigue luchando contra Dios y causa muchos problemas a la humanidad. Satanás es un ser malvado, mentiroso y asesino (Juan 8:44).
Otras criaturas espirituales se unieron a Satanás en su rebelión contra Dios. La Biblia las llama demonios. Al igual que Satanás, los demonios son enemigos de los seres humanos. Les gusta hacer daño a la gente (Mateo 9:32, 33; 12:22). Jehová destruirá a Satanás y sus demonios para siempre. Les queda muy poco tiempo para hacer daño a la humanidad (Revelación 12:12).
Si deseamos ser amigos de Dios, no debemos hacer lo que Satanás quiere que hagamos. Satanás y sus demonios odian a Jehová. Son enemigos de Dios y quieren que nosotros también lo seamos. Por eso, debemos elegir a quién deseamos agradar: a Satanás o a Jehová. Si queremos vivir para siempre, tenemos que decidir hacer la voluntad de Dios. Satanás sabe engañar a la gente de muchas maneras y usa numerosas trampas para hacerlo. Así consigue engañar a la mayoría de las personas (Revelación 12:9).