Poco antes de su muerte, Jesús habló en privado con cuatro de sus apóstoles: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Al anunciar la señal de su presencia en los últimos días, planteó una pregunta de vital importancia: “¿Quién es en realidad el esclavo fiel y prudente a quien su amo puso a cargo de los sirvientes de la casa para darles su alimento al tiempo debido?” (Mateo 24:3, 45; Marcos 13:3, 4). Con estas palabras, Jesús, en calidad de amo, aseguró que nombraría a quienes, durante el tiempo del fin, distribuirían continuamente el alimento espiritual a sus seguidores. ¿Quién es ese esclavo?
Es un pequeño grupo de seguidores de Jesús ungidos por espíritu santo. El “esclavo” es el grupo de cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová. Este grupo da a tiempo el alimento espiritual a sus compañeros adoradores de Jehová. Dependemos de este esclavo fiel para obtener nuestra “ración de alimento al tiempo debido” (Lucas 12:42).
Cuida de la familia de Dios (1 Timoteo 3:15). Jesús le encargó al esclavo la enorme responsabilidad de administrar la parte terrestre de la organización de Jehová, lo que implica cuidar sus bienes materiales, dirigir la predicación y enseñarnos a través de las congregaciones. Por eso, a fin de darnos lo que necesitamos cuando lo necesitamos, “el esclavo fiel y prudente” distribuye el alimento espiritual mediante las publicaciones que utilizamos en la predicación y los programas que se presentan en nuestras reuniones y asambleas.
El “esclavo” es fiel porque se aferra a las verdades de la Biblia y cumple su comisión de predicar las buenas noticias, y es prudente porque administra sabiamente los intereses de Cristo en la Tierra (Hechos 10:42). Jehová está bendiciendo su labor, y se nota, pues hay cada vez más Testigos, y estos reciben muchísimo alimento espiritual (Isaías 60:22; 65:13).
¿A quién nombró Jesús para que alimentara espiritualmente a sus discípulos?
¿En qué sentido es fiel y prudente este “esclavo”?
¿QUIÉNES HACEN LA VOLUNTAD DE JEHOVÁ EN NUESTROS DÍAS?