Muchas personas han dejado de asistir a sus servicios religiosos porque allí no encuentran ni guía espiritual ni consuelo. Entonces, ¿por qué debería usted asistir a las reuniones de los testigos de Jehová? ¿Qué encontrará en ellas?
El placer de estar en compañía de personas afectuosas y bondadosas. En el siglo primero, los cristianos estaban organizados en congregaciones y se juntaban para adorar a Dios, estudiar las Escrituras y animarse mutuamente (Hebreos 10:24, 25). En un ambiente lleno de amor, se sentían entre verdaderos amigos: sus hermanos espirituales (2 Tesalonicenses 1:3; 3 Juan 14). Nosotros seguimos ese ejemplo, y sentimos ese mismo placer.
La alegría de aprender a aplicar los principios de la Biblia. Siguiendo la costumbre de tiempos bíblicos, hombres, mujeres y niños nos reunimos para escuchar a maestros capacitados. Ellos nos ayudan a entender cómo aplicar los principios de la Biblia en la vida diaria (Deuteronomio 31:12; Nehemías 8:8). Todos podemos expresar nuestra esperanza cantando las canciones y participando en las sesiones de preguntas y respuestas (Hebreos 10:23).
La satisfacción de fortalecer su fe en Dios. El apóstol Pablo escribió a una de las congregaciones de su día: “Estoy deseando verlos [...] para que nos animemos unos a otros mediante nuestra fe, tanto la de ustedes como la mía” (Romanos 1:11, 12). El contacto con los hermanos en las reuniones fortalece nuestra fe y nuestra decisión de vivir según los principios de la Biblia.
¿Por qué no asiste a la próxima reunión y lo comprueba usted mismo? Lo recibiremos con los brazos abiertos. Las reuniones son gratuitas y no se hacen colectas.
¿Qué ejemplo siguen nuestras reuniones?
¿Por qué es bueno para nosotros asistir a las reuniones?