¿Por qué están tan felices esas personas? Porque están en una de nuestras asambleas. Tal como a los siervos de Dios del pasado, a quienes se les mandó reunirse tres veces al año, nosotros estamos deseando reunirnos en grandes grupos (Deuteronomio 16:16). Anualmente celebramos tres reuniones de este tipo: dos asambleas de circuito, de un día cada una, y una asamblea regional, de tres días. ¿Cómo nos benefician?
Fortalecen nuestros lazos de hermandad. A los israelitas les daba mucha alegría alabar a Jehová “en las asambleas”, y a nosotros también nos da mucha alegría adorarlo en ocasiones especiales en compañía de nuestros hermanos (Salmo 26:12, nota; 111:1). Esas reuniones nos dan la oportunidad de relacionarnos con Testigos de otras congregaciones y hasta de otros países. Al mediodía comemos juntos en el lugar de asamblea, lo que contribuye al ambiente agradable de estas ocasiones espirituales (Hechos 2:42). Allí vivimos en primera persona el amor que une “a toda la hermandad” (1 Pedro 2:17).
Impulsan nuestro progreso espiritual. Los israelitas se beneficiaban al entender las palabras de las Escrituras que se les enseñaban (Nehemías 8:8, 12). Nosotros también valoramos muchísimo la instrucción que recibimos en las asambleas. Cada una gira en torno a un tema bíblico. Mediante interesantes discursos y escenificaciones se nos enseña cómo hacer la voluntad de Dios. Además, nos anima oír relatos de personas que están superando con éxito las dificultades que sufrimos por ser cristianos en estos tiempos difíciles. En las asambleas regionales se presentan películas que dan vida a relatos de las Escrituras y nos enseñan valiosas lecciones. Y en todas las asambleas se bautizan quienes desean mostrar en público que se han dedicado a Dios.
¿Por qué son las asambleas ocasiones tan felices?
¿Cómo le beneficiaría asistir a una de nuestras asambleas?
¿QUIÉNES HACEN LA VOLUNTAD DE JEHOVÁ EN NUESTROS DÍAS?