Poco antes de morir, Jesús anunció: “Las buenas noticias del Reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). ¿Cómo se llevaría a cabo esta predicación mundial? Siguiendo el ejemplo de Jesús cuando estuvo en la Tierra (Lucas 8:1).
Visitamos a las personas en sus hogares. Jesús enseñó a sus discípulos a predicar las buenas noticias de casa en casa (Mateo 10:11-13; Hechos 5:42; 20:20). A estos primeros evangelizadores se les mandó a predicar a zonas específicas (Mateo 10:5, 6; 2 Corintios 10:13). De la misma manera, hoy nuestra predicación está bien organizada, y cada congregación se encarga de predicar en una zona delimitada. Así podemos cumplir el mandato de Jesús de predicarle a la gente y dar “un testimonio completo” (Hechos 10:42).
Tratamos de llegar a la gente dondequiera que esté. Jesús también dio el ejemplo predicando en lugares públicos, como a la orilla del mar o en un pozo comunitario (Marcos 4:1; Juan 4:5-15). Nosotros igualmente conversamos sobre la Biblia en todo lugar posible: en las calles, los negocios, los parques o por teléfono. También les predicamos a vecinos, compañeros de trabajo, compañeros de clase y parientes cuando vemos la oportunidad. Todo esto ha hecho posible que millones de personas en toda la Tierra escuchen “las buenas noticias de su salvación” (Salmo 96:2).
Piense en alguien a quien le gustaría hablarle de las buenas noticias del Reino de Dios y de lo que significan para su futuro. No se guarde este mensaje de esperanza para usted solo. Delo a conocer en la primera oportunidad que tenga.
¿Qué “buenas noticias” hay que proclamar?
¿Cómo seguimos los testigos de Jehová el ejemplo de Jesús al predicar?
¿QUIÉNES HACEN LA VOLUNTAD DE JEHOVÁ EN NUESTROS DÍAS?