CAPÍTULO 8
Protejamos a la familia de las influencias destructivas
1-3. a) ¿De dónde proceden las influencias destructivas que amenazan a la familia? b) ¿Qué equilibrio necesitan los padres para proteger a la familia?
EL NIÑO se dispone a salir de casa para ir a la escuela, y está lloviendo a cántaros. ¿Qué hacemos? ¿Le dejamos salir por la puerta sin ninguna protección para la lluvia? ¿O le ponemos tantas prendas protectoras que casi no puede moverse? Por supuesto, ni una cosa ni la otra. Le damos justo lo que necesita para que no se moje.
2 De igual manera, los padres deben hallar un modo equilibrado de proteger a su familia de las influencias destructivas que llueven sobre ella de diferentes fuentes: la industria del entretenimiento, los medios de comunicación, los compañeros y a veces incluso la escuela. Algunos padres hacen muy poco o no hacen nada por proteger a su familia. Otros, viendo que casi todas las influencias exteriores son perjudiciales, restringen tanto a los hijos que estos se sienten asfixiados. ¿Puede conseguirse el equilibrio?
3 Sí, es posible. Los extremos no solo son ineficaces, sino que pueden ser contraproducentes. (Eclesiastés 7:16, 17.) Entonces, ¿cómo pueden los padres cristianos proteger con equilibrio a su familia? Analicemos tres campos: la educación, las compañías y la recreación.
¿QUIÉN ENSEÑARÁ A NUESTROS HIJOS?
4. ¿Cómo deben ver los padres cristianos la educación?
4 Los padres cristianos conceden gran importancia a la educación. Saben que en la escuela se enseña a los hijos a leer, escribir, comunicarse y resolver problemas. También aprenden a estudiar. La educación escolar puede ayudarlos a superar los desafíos del mundo actual. Además, una buena educación los capacita para efectuar trabajos de más calidad. (Proverbios 22:29.)
5, 6. ¿Cómo es posible que los hijos reciban en la escuela información sexual distorsionada?
5 Sin embargo, la escuela también pone a nuestros hijos en contacto con otros jóvenes, muchos de los cuales tienen una visión distorsionada de la vida. Por ejemplo, ¿qué piensan del sexo y la moralidad? En una escuela secundaria nigeriana, una muchacha promiscua solía aconsejar a sus condiscípulas sobre temas sexuales. Estas la escuchaban con atención pese a lo disparatado de sus ideas, que solía tomar de publicaciones pornográficas. Algunas siguieron sus recomendaciones. Como resultado, una de sus amigas quedó embarazada y murió al intentar provocarse un aborto.
6 Es triste decirlo, pero parte de la desinformación sexual escolar no procede de los condiscípulos, sino de los maestros. A muchos padres les preocupa que la educación sexual que se imparte no vaya acompañada de la enseñanza de valores morales y responsabilidad personal. La madre de una niña de 12 años dijo: “Vivimos en una zona muy religiosa y conservadora. Sin embargo, en la escuela secundaria local están repartiendo preservativos a los estudiantes”. A esta madre y a su esposo les preocupó enterarse de que su hija estaba recibiendo proposiciones inmorales de chicos de su edad. ¿Cómo pueden los padres proteger a su familia de esas malas influencias?
7. ¿Cuál es la mejor manera de contrarrestar la información errónea sobre la sexualidad?
7 ¿Es mejor mantener a los hijos en ignorancia de los temas sexuales? No. Lo mejor es educarlos personalmente. (Proverbios 5:1.) Es cierto que en algunos lugares de Europa y Norteamérica, muchos padres rehúyen estos temas. De igual modo, en algunos países africanos, los padres raramente hablan de sexualidad con sus hijos. “No es parte de la cultura africana hacerlo”, dice un padre de Sierra Leona. Algunos padres incluso creen que la educación sexual da ideas a los hijos para que ensayen la conducta inmoral. Pero ¿qué piensa Dios?
DIOS Y LA SEXUALIDAD
8, 9. ¿Qué información útil sobre asuntos sexuales contiene la Biblia?
8 La Biblia muestra con claridad que no hay nada impropio en hablar de sexualidad en un contexto adecuado. En Israel, el pueblo de Dios tenía que reunirse, incluidos “los pequeñuelos”, para escuchar la lectura en voz alta de la Ley mosaica. (Deuteronomio 31:10-12; Josué 8:35.) La Ley mencionaba directamente varios asuntos de naturaleza sexual, entre ellos la menstruación, las emisiones seminales, la fornicación, el adulterio, la homosexualidad, el incesto y la bestialidad. (Levítico 15:16, 19; 18:6, 22, 23; Deuteronomio 22:22.) Los padres sin duda tendrían mucho que explicar a sus curiosos hijos después de esas lecturas.
9 Algunos pasajes de los capítulos 5, 6 y 7 de Proverbios contienen amoroso consejo paternal sobre los peligros de la inmoralidad sexual. Estos versículos muestran que a veces la inmoralidad se presenta de un modo muy atractivo. (Proverbios 5:3; 6:24, 25; 7:14-21.) Pero enseñan que es impropia y que sus consecuencias son calamitosas, y también orientan a los jóvenes para que eviten los caminos inmorales. (Proverbios 5:1-14, 21-23; 6:27-35; 7:22-27.) Además, contrastan la inmoralidad con la satisfacción del placer sexual en el debido contexto del matrimonio. (Proverbios 5:15-20.) Estos pasajes constituyen un buen modelo docente para los padres.
10. ¿Por qué no debe llevar a los hijos a la inmoralidad el debido conocimiento de la sexualidad?
10 ¿Encamina esa educación a los jóvenes a ser inmorales? Al contrario; la Biblia enseña: “Por conocimiento son librados los justos”. (Proverbios 11:9.) ¿Queremos rescatar a nuestros hijos de las influencias mundanas? Un padre dijo: “Intentamos ser muy francos con nuestros hijos sobre la sexualidad desde que eran muy pequeños. De ese modo, cuando oyen a otros niños hablar sobre el sexo, no sienten ninguna curiosidad. No es ningún misterio para ellos”.
11. ¿Cómo puede enseñarse progresivamente a los hijos los asuntos íntimos de la vida?
11 Como se ha dicho en capítulos anteriores, la educación sexual debe empezar temprano en la vida del niño. Cuando se enseña a los niños pequeños los nombres de las partes del cuerpo, no deben pasarse por alto sus partes íntimas, como si estas fueran vergonzosas. Se les debe enseñar su nombre correcto. Con el paso del tiempo, es importante explicarles los conceptos de intimidad y espacio personal. Es preferible que sean ambos padres quienes enseñen a sus hijos que estas partes del cuerpo son especiales y que por regla general nadie debe tocarlas ni verlas, y que tampoco debe hablarse de ellas de manera indigna. Cuando los niños se hacen mayores, se les debe informar sobre cómo se unen el hombre y la mujer para concebir un hijo. Y cuando entran en la pubertad, ya deben conocer muy bien los cambios que experimentará su cuerpo. Como se analizó en el capítulo 5, esta educación también puede proteger a los hijos de los abusos deshonestos. (Proverbios 2:10-14.)
TRABAJO PREPARATORIO DE LOS PADRES EN EL HOGAR
12. ¿Qué puntos de vista distorsionados suelen enseñarse en las escuelas?
12 Los padres deben estar preparados para contrarrestar otros conceptos falsos que quizá se enseñen en la escuela, es decir, filosofías mundanas como la evolución, el nacionalismo o la idea de que no hay verdades absolutas. (1 Corintios 3:19; compárese con Génesis 1:27; Levítico 26:1; Juan 4:24; 17:17.) Muchas autoridades escolares sinceras conceden indebida importancia a la educación superior. Aunque esta es una cuestión de decisión personal, algunos profesores sostienen que es la única vía para alcanzar el éxito personal. a (Salmo 146:3-6.)
13. ¿Cómo puede protegerse de las ideas erróneas a los hijos que van a la escuela?
13 Para contrarrestar las ideas erróneas o distorsionadas, los padres deben saber exactamente qué se está enseñando a sus hijos. De modo que también tienen trabajo preparatorio en el hogar. Deben mostrar un interés verdadero en la educación de sus hijos. Tienen que hablar con ellos al regresar de la escuela. Pueden preguntarles qué están aprendiendo, qué les gusta más y qué encuentran más difícil. Deben revisar sus tareas, sus notas y los resultados de los exámenes. Es muy conveniente conocer a sus profesores y que estos sepan que valoramos su trabajo y estamos dispuestos a ayudarlos en lo que esté a nuestro alcance.
LOS AMIGOS DE LOS HIJOS
14. ¿Por qué es fundamental que los hijos escojan buenas amistades?
14 “¿Dónde aprendiste eso?” ¡Cuántos padres han formulado esta pregunta horrorizados por algo que han dicho o hecho sus hijos que es impropio de ellos! Normalmente la respuesta tiene que ver con algún nuevo amigo de la escuela o del vecindario. Las compañías sin duda nos afectan profundamente, seamos jóvenes o adultos. El apóstol Pablo advirtió: “No se extravíen. Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33; Proverbios 13:20.) Los jóvenes son especialmente susceptibles a la presión de los compañeros. Suelen tener cierta inseguridad, y muchas veces los vence el deseo de complacer e impresionar a sus compañeros. De ahí la suma importancia de que escojan buenos amigos.
15. ¿Cómo pueden ayudar los padres a los hijos a escoger amigos?
15 Como bien saben los padres, los hijos no siempre hacen la mejor elección; necesitan orientación. No es asunto de escogerles los amigos, sino de enseñarles, a medida que se hacen mayores, a distinguir las cualidades que deben valorar en un amigo. La cualidad principal es el amor a Jehová y el deseo de hacer lo que es recto a Sus ojos. (Marcos 12:28-30.) Hay que enseñarles a amar y respetar a las personas honradas, bondadosas, generosas y diligentes. En el estudio de familia se les puede ayudar a reconocer esas cualidades en los personajes bíblicos y luego a relacionarlas con otras similares que manifiestan los miembros de la congregación. Los padres deben dar el ejemplo usando los mismos criterios para elegir a sus propios amigos.
16. ¿Cómo pueden supervisar los padres la elección de amigos de sus hijos?
16 ¿Sabemos quiénes son los amigos de nuestros hijos? ¿Por qué no les decimos que los inviten a casa para conocerlos? También podemos preguntarles qué piensan de estos amigos otros jóvenes. ¿Se les conoce por su integridad personal, o por vivir una doble vida? Si esto último es cierto, debemos ayudarlos a entender por qué pueden perjudicarlos esas compañías. (Salmo 26:4, 5, 9-12.) Si notamos cambios indeseables en la conducta, vestimenta, actitud o habla de nuestros hijos, quizá debamos hablar con ellos sobre sus amigos. Puede que estén pasando tiempo con alguna compañía que está influyendo negativamente en ellos. (Compárese con Génesis 34:1, 2.)
17, 18. ¿Qué ayuda práctica pueden dar los padres a sus hijos además de prevenirles contra las malas compañías?
17 Pero no basta con enseñar a los hijos a evitar las malas compañías. Hay que ayudarlos a hallar buenos compañeros. Un padre dice: “Siempre buscábamos un sustitutivo. Cuando la escuela quiso que nuestro hijo jugara en el equipo de fútbol, mi esposa y yo nos sentamos con él y le explicamos el peligro: las personas con las que tendría que relacionarse. Pero entonces le dijimos que íbamos a llevarle con otros jóvenes de la congregación al campo para jugar al fútbol. Y eso dio resultados”.
18 Los padres sensatos ayudan a sus hijos a hallar buenos amigos y a disfrutar de recreación sana con ellos. Sin embargo, a muchos padres no les resulta fácil escoger la recreación.
¿QUÉ CLASE DE RECREACIÓN?
19. ¿Qué ejemplos bíblicos muestran que no es impropio que las familias se diviertan?
19 ¿Condena la Biblia el divertirse? De ninguna manera. La Biblia dice que hay “tiempo de reír [...] y tiempo de dar saltos”. b (Eclesiastés 3:4.) En el antiguo Israel, el pueblo de Dios disfrutaba de la música y el baile, y también de juegos y acertijos. Jesucristo asistió a un banquete de bodas y a “un gran banquete de recepción” que le preparó Mateo Leví. (Lucas 5:29; Juan 2:1, 2.) Está claro que Jesús no era un aguafiestas. Que nunca se vean como pecado la risa y la diversión en nuestro hogar.
20. ¿Qué deben tener presente los padres al suministrar recreación para la familia?
20 Jehová es “el Dios feliz”. (1 Timoteo 1:11.) De modo que la adoración a Jehová debe alegrar la vida, no ensombrecerla ni agriarla. (Compárese con Deuteronomio 16:15.) Los niños están llenos de vida y energía, que pueden liberar mediante el juego y el entretenimiento. La recreación bien escogida es más que diversión. Es para el niño un modo de aprender y madurar. El cabeza tiene la responsabilidad de satisfacer todas las necesidades de su familia, incluida la recreación. Claro está, se necesita equilibrio.
21. ¿Qué riesgos existen en la recreación hoy día?
21 En estos turbulentos “últimos días” abundan en la sociedad personas ‘amadoras de placeres más bien que amadoras de Dios’, tal como se profetizó en la Biblia. (2 Timoteo 3:1-5.) Para muchas de ellas, la recreación ocupa el primer lugar en la vida. La oferta de entretenimiento es tan variada, que fácilmente puede desplazar los asuntos más importantes. Además, buena parte del entretenimiento moderno promueve la inmoralidad sexual, la violencia, la drogadicción y otras prácticas gravemente dañinas. (Proverbios 3:31.) ¿Qué puede hacerse para proteger a los jóvenes del entretenimiento perjudicial?
22. ¿Cómo pueden ayudar los padres a los hijos a tomar buenas decisiones en cuanto a la recreación?
22 Los padres tienen que fijar límites y restricciones. Pero, más aún, deben enseñar a sus hijos a distinguir el entretenimiento perjudicial y, por otra parte, a saber cuánto tiempo dedicar a la diversión. Tal educación requiere tiempo y esfuerzo. Por ejemplo: un padre que tenía dos hijos percibió que el mayor escuchaba una nueva emisora de radio con bastante frecuencia. De modo que un día, cuando iba al trabajo en su camión, sintonizó aquella emisora. Se detuvo varias veces para apuntar la letra de algunas canciones. Más tarde se sentó con sus hijos y habló con ellos sobre lo que había oído. Les planteó preguntas de punto de vista, empezando por: “¿Qué les parece a ustedes?”, y escuchó pacientemente sus respuestas. Después de razonar sobre el asunto con la Biblia, los muchachos concordaron en no escuchar más aquella emisora.
23. ¿Cómo pueden los padres proteger a los hijos del entretenimiento insano?
23 Los padres cristianos sensatos revisan la música, los programas de televisión, las videocintas, los libros de historietas, los videojuegos y las películas en que se interesan sus hijos. Se fijan en la portada, en la presentación, en la letra de las canciones, leen las críticas de la prensa y ven algunos pasajes. A muchos les asombra la clase de “entretenimiento” que se dirige a los jóvenes en la actualidad. Los que quieren proteger a sus hijos de las influencias inmundas se sientan con la familia y le advierten de los peligros, usando la Biblia y publicaciones bíblicas, como el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas y artículos de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! c Cuando los padres establecen límites firmes y son coherentes y razonables, normalmente consiguen buenos resultados. (Mateo 5:37; Filipenses 4:5.)
24, 25. ¿Cuáles son algunas formas sanas de recreación de que puede disfrutar junta la familia?
24 Claro está que no permitir las formas perjudiciales de recreación es solo parte de la batalla. Lo malo debe sustituirse por lo bueno; de otro modo, es posible que los hijos se descarríen. Muchas familias cristianas guardan incontables recuerdos felices de momentos de recreación que pasaron juntos, como excursiones, caminatas, acampadas, juegos, práctica de deportes y viajes para visitar a familiares o amigos. A algunas familias les distrae y reconforta leer en voz alta como entretenimiento. Otras lo pasan bien contando anécdotas humorísticas o interesantes. Y otras comparten aficiones, como la carpintería u otros trabajos artesanales, y también tocar instrumentos musicales, pintar o estudiar las creaciones de Dios. Enseñar a los hijos a disfrutar de tales actividades los protege de gran parte del entretenimiento inmundo, y aprenden que la recreación incluye más que solo sentarse pasivamente a escuchar y ver. La participación suele ser mucho más divertida que la observación.
25 Las reuniones sociales también pueden constituir un buen modo de recreación. Si están bien supervisadas y no son excesivamente grandes ni consumen demasiado tiempo, pueden aportar a los hijos más que diversión. Pueden contribuir a estrechar los lazos de amor en la congregación. (Compárese con Lucas 14:13, 14; Judas 12.)
NUESTRA FAMILIA PUEDE VENCER AL MUNDO
26. ¿Cuál es la cualidad más importante que nos ayuda a proteger a la familia de las influencias perjudiciales?
26 No cabe duda de que proteger a la familia de las influencias destructivas del mundo requiere mucho esfuerzo. Pero hay un factor particularmente fundamental para conseguirlo: el amor. Los estrechos lazos de amor familiares harán de nuestro hogar un refugio seguro y promoverán la comunicación, que es fundamental para proteger a los hijos de las malas influencias. Pero es todavía más importante cultivar otra clase de amor: amor a Jehová. Cuando ese amor reina en la familia, es más probable que los hijos crezcan con la firme resolución de no desagradar a Dios sucumbiendo a las influencias mundanas. Por otra parte, los padres que aman a Jehová de corazón intentarán imitar su personalidad amorosa, razonable y equilibrada. (Efesios 5:1; Santiago 3:17.) De ese modo, los hijos no tendrán razón para ver la adoración de Jehová tan solo como una lista de prohibiciones o como un modo de vivir desprovisto de alegría o diversión del que quieren escaparse tan pronto como sea posible. Más bien, comprobarán que adorar a Dios es el modo de vivir más feliz y satisfactorio que existe.
27. ¿Cómo puede vencer al mundo la familia?
27 Las familias que permanecen unidas sirviendo a Dios de manera feliz y equilibrada, y que se esfuerzan de todo corazón por permanecer ‘inmaculadas y sin tacha’ de las influencias corruptoras de este mundo, regocijan a Jehová. (2 Pedro 3:14; Proverbios 27:11.) Tales familias siguen los pasos de Jesucristo, quien resistió todos los esfuerzos del mundo de Satanás por corromperlo. Poco antes de terminar su vida en la Tierra, Jesús pudo decir: “Yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33.) ¡Que nuestra familia también venza al mundo y disfrute de la vida para siempre!
a Si desea más información, vea el folleto Los testigos de Jehová y la educación, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., págs. 4-7.
b La palabra hebrea que se traduce “reír” puede también traducirse “jugar”, “celebrar” o incluso “divertirse”.
c Editados por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
El secreto de la felicidad familiar