CAPÍTULO 13

Fiestas que desagradan a Dios

Fiestas que desagradan a Dios

“Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor.” (EFESIOS 5:10.)

1. ¿A quiénes atrae Jehová, y por qué tienen que permanecer en guardia espiritualmente?

 JESÚS dijo que los verdaderos siervos de Dios “adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren” (Juan 4:23). Jehová encuentra a quienes aman la verdad y los atrae al lado de él y de su Hijo (Juan 6:44). Nosotros tenemos el gran honor de ser parte de ese grupo. Pero aún corremos peligro de caer en las trampas de Satanás, el maestro del engaño. Para evitarlo, debemos estar vigilantes y “asegur[arnos] de lo que es acepto al Señor” (Efesios 5:10; Revelación 12:9).

2. Explique cómo ve Jehová que se mezcle la religión verdadera y la falsa.

2 Recordemos lo que ocurrió hace siglos cerca del monte Sinaí. Cuando los israelitas pidieron a Aarón que les fabricara la imagen de un dios, él los complació y les hizo un becerro de oro. No obstante, pretendió que solo era un símbolo del Todopoderoso, pues dijo: “Mañana hay fiesta a Jehová”. Pero ¿cómo se sintió Jehová? ¿Se quedó indiferente al ver esa celebración que mezclaba la religión verdadera y la falsa? Ni mucho menos. De hecho, hizo ejecutar a unas tres mil personas que habían adorado la estatua (Éxodo 32:1-6, 10, 28). ¿Qué nos enseña este relato a quienes deseamos mantenernos en el amor de Dios? La importancia de “no to[car] nada inmundo” y de esforzarnos celosamente por conservar la verdad libre de toda corrupción (Isaías 52:11; Ezequiel 44:23; Gálatas 5:9).

3, 4. ¿Por qué es necesario examinar las costumbres y celebraciones populares a la luz de los principios bíblicos?

3 Lamentablemente, en tiempos de los primeros cristianos también se produjeron intentos de apostasía, es decir, de desviarse de las enseñanzas verdaderas. Al principio no tuvieron mucho éxito, pues los apóstoles obraban como restricción, o freno, que lo impedía. Pero tras su muerte, los falsos cristianos, que no amaban la verdad, fueron adoptando del paganismo muchas costumbres, celebraciones y días “sagrados” que aun hoy se presentan como si fueran cristianos (2 Tesalonicenses 2:7, 10). En este capítulo veremos algunos ejemplos. Notaremos que no demuestran el espíritu de Dios, sino el del mundo, y que, además, suelen tener algo en común: apelan a los deseos egoístas y promueven las creencias falsas y el espiritismo, características heredadas de “Babilonia la Grande” (Revelación 18:2-4, 23). a No olvidemos que Jehová conoce muy bien las prácticas religiosas repugnantes que dieron origen a muchas costumbres populares, y que, por lo tanto, le parecen tan ofensivas hoy como ayer. Sin duda, es su punto de vista el que más debería interesarnos (2 Juan 6, 7).

4 Los cristianos sabemos que a Jehová no le gustan ciertas fiestas. Por eso, debemos adoptar la firme determinación de no tener nada que ver con ellas. Repasemos por qué le resultan tan desagradables a Dios. Así, al comprender que son un estorbo para mantenernos en su amor, estaremos aún más decididos a evitarlas.

LA NAVIDAD, O EL CULTO AL SOL CON OTRO NOMBRE

5. ¿Por qué estamos seguros de que Jesús no nació un 25 de diciembre?

5 La Biblia nunca menciona que se celebrara el nacimiento de Jesús. De hecho, no sabemos a ciencia cierta cuándo tuvo lugar. De lo que sí podemos estar seguros es de que no fue el 25 de diciembre. b ¿Por qué? Para empezar, porque en Israel esa fecha cae en el frío invierno, mientras que, como indica Lucas 2:8-11, el día que nació Jesús había “pastores que vivían a campo raso” con sus rebaños. (Es obvio que no se quedaban al aire libre todo el año, pues de ser así no habría tenido sentido destacar este detalle.) Y en invierno suelen caer en Belén frías lluvias e incluso nieve, razón por la que los pastores no se quedaban “a campo raso” cuidando las ovejas, sino que las guardaban a cubierto. Tampoco hay que olvidar el motivo por el que habían ido José y María a Belén: para cumplir con el censo ordenado por Augusto (Lucas 2:1-7). Es muy poco probable que, sabiendo la antipatía que sentían los judíos por Roma, aquel emperador los obligara a viajar a las ciudades de sus antepasados en pleno invierno.

6, 7. a) ¿Dónde se encuentran las raíces de muchas costumbres navideñas? b) ¿Qué diferencia hay entre la generosidad cristiana y los regalos de Navidad?

6 Entonces, ¿dónde se encuentran las raíces de la Navidad? No en la Biblia, sino en antiguas festividades paganas. Una de ellas recibía el nombre de saturnales y estaba dedicada a Saturno, el dios romano de la agricultura. Otra era “el nacimiento del ‘Sol invencible’”, que, según la Enciclopedia de la Religión Católica, tenía lugar el 25 de diciembre, día sagrado para los devotos del dios solar Mitra. Esta obra añade que “la Iglesia comenzó celebrando el nacimiento de [Cristo]” en esa fecha “para hacer concurrencia a esta fiesta pagana consagrada al nacimiento del Sol natural (Mitra)”. Y hay que señalar que esto ocurrió unos trescientos años después de la muerte de Jesús.

El cristiano verdadero hace regalos movido por el amor

7 Durante aquellos festejos, los paganos intercambiaban regalos y hacían banquetes, prácticas que se han conservado en las Navidades. Pero el espíritu con que se realizan muchos regalos navideños no es el que se indica en 2 Corintios 9:7: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. Los cristianos verdaderos damos regalos por amor, sin esperar nada a cambio, y no porque se considere obligatorio hacerlo en una fecha (Lucas 14:12-14; Hechos 20:35). Además, estamos muy contentos de habernos librado de una pesada carga: todas las tensiones y deudas que suelen generarse en esa temporada (Mateo 11:28-30; Juan 8:32).

8. ¿Le llevaron los astrólogos regalos a Jesús el día de su nacimiento? Explique su respuesta.

8 Quizás alguien proteste: “¿Acaso no le hicieron regalos los magos a Jesús para celebrar su nacimiento?”. En realidad, no. Aquellos astrólogos le hicieron obsequios en reconocimiento de que era un personaje ilustre, según la costumbre de tiempos bíblicos (1 Reyes 10:1, 2, 10, 13; Mateo 2:2, 11). De hecho, no fueron a verlo al pesebre la noche que vino al mundo, sino que lo visitaron en su casa, muchos meses después.

LOS CUMPLEAÑOS A LA LUZ DE LA BIBLIA

9. ¿Qué tienen de particular los cumpleaños mencionados en la Biblia?

9 En la antigüedad, el nacimiento de un hijo solía ser, como hoy, causa de mucho gozo. Sin embargo, la Biblia no menciona que ningún siervo de Dios celebrara su cumpleaños (Salmo 127:3). ¿Será una omisión casual? No, porque sí habla de dos fiestas de cumpleaños: la de un faraón y la de Herodes Antipas (Génesis 40:20-22; Marcos 6:21-29). Y presenta ambas ocasiones con tintes negativos, sobre todo la última, la cual llevó a que se decapitara a Juan el Bautista.

10, 11. ¿Cómo veían los cumpleaños los primeros cristianos, y por qué?

10 Según la obra Las cosas nuestras de cada día, los primeros cristianos “consideraban estas festividades [...] como reliquias de las prácticas paganas”. Los griegos y romanos, por ejemplo, creían que toda persona contaba con un espíritu protector o una “divinidad bajo cuya tutela cada uno nace y vive”, y cuya “fiesta la celebraba cada uno el día de su natalicio”, o cumpleaños (Gran Enciclopedia Rialp). Además, por siglos se ha relacionado estrechamente la fecha del nacimiento con la astrología, y más concretamente con el horóscopo.

11 Aparte de por sus conexiones con el paganismo y el espiritismo, es muy probable que los siervos de Dios rechazaran los cumpleaños por otra razón. ¿Cuál? Su actitud humilde. Sencillamente, no creían que su llegada al mundo fuera tan importante como para festejarla (Miqueas 6:8; Lucas 9:48). c Daban toda la gloria a Jehová, a quien agradecían el maravilloso don de la vida (Salmo 8:3, 4; 36:9; Revelación 4:11). d

12. ¿Cómo puede ser mejor el día de la muerte que el del nacimiento?

12 Cuando un siervo de Dios muere fiel, queda guardado en la memoria de Jehová, lo que le garantiza que volverá a vivir (Job 14:14, 15). Por eso dice Eclesiastés 7:1: “Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace”. En este pasaje, el “nombre” es la buena reputación que nos ganamos con Dios sirviéndole lealmente. Es significativo que la única conmemoración que se nos manda celebrar a los cristianos no es la de un nacimiento, sino la de una muerte, la de Jesús, cuyo excelso “nombre” es la clave de la salvación (Lucas 22:17-20; Hebreos 1:3, 4).

CELEBRACIONES DE PASCUA QUE ESCONDEN RITOS DE FERTILIDAD

13, 14. ¿Qué origen tienen muchas costumbres populares de Semana Santa?

13 En teoría, la Semana Santa celebra la muerte y resurrección de Cristo. Sin embargo, tiene numerosas conexiones con la religión falsa. Tomemos como ejemplo el uso en muchos países de los huevos y conejos de Pascua. ¿De dónde proceden estas costumbres? El libro Las cosas nuestras de cada día comenta: “Desde tiempos muy remotos, en muchas culturas el huevo simbolizaba nacimiento y resurrección”. Igualmente, la liebre y el conejo son desde hace siglos imágenes de fecundidad. Por eso, aunque la Pascua pretende conmemorar la resurrección de Cristo, es obvio que incorporó del paganismo muchos ritos de fertilidad. e

14 Jehová nunca podría aprobar que se celebrara la resurrección de su Hijo con inmundos ritos de la fertilidad (2 Corintios 6:17, 18). De hecho, la conmemoración de la resurrección de Cristo no está autorizada por las Escrituras. Para colmo, en algunos países recibe un nombre pagano, con lo que la deslealtad a Dios es doble.

LOS ORÍGENES DE LA NOCHE DE BRUJAS

15. ¿Qué origen tiene la Noche de Brujas, y qué detalles significativos pueden mencionarse sobre la fecha en que se celebra?

15 ¿Qué origen tiene la Noche de Brujas (o Halloween, abreviación de un nombre inglés que significa “víspera del día de Todos los Santos”)? Esta fiesta, famosa por sus hechiceras, duendes y grotescos adornos, se celebra el 31 de octubre. Su origen se remonta a la época de los antiguos celtas de Gran Bretaña e Irlanda. Cada año, cuando llegaba la luna llena más cercana al 1 de noviembre, celebraban la fiesta del “Final del Verano” (Samhain). Pensaban que durante esa noche se rasgaba el velo que separaba el mundo humano del sobrenatural, y que los espíritus, tanto buenos como maléficos, vagaban por la Tierra. Como creían que las almas de los difuntos regresaban a sus hogares, les dejaban ofrendas de alimentos y bebidas para apaciguarlos. Por lo tanto, cuando los niños de la actualidad se visten de fantasmas y brujas y van casa por casa amenazando con cometer travesuras si no les hacen un regalito, en realidad están perpetuando sin saberlo los ritos de una fiesta pagana.

BODAS LIMPIAS A LOS OJOS DE DIOS

16, 17. a) ¿Por qué es importante que los novios examinen a la luz de la Biblia las costumbres nupciales de la localidad? b) ¿Qué debemos tomar en cuenta los cristianos al analizar costumbres como lanzar arroz y cosas semejantes?

16 Dentro de poco, “ninguna voz de novio ni de novia volverá a oírse” en Babilonia la Grande, pues será destruida (Revelación 18:23). ¿Por qué? Entre otras cosas, por su participación en prácticas espiritistas. Algunas de ellas se han convertido en costumbres nupciales que pueden contaminar al matrimonio desde su mismo principio (Marcos 10:6-9).

17 Estas tradiciones, que varían de un país a otro, pudieran parecer inocentes, pero no olvidemos que proceden de la religión falsa. Entre ellas están las acciones que supuestamente traen buena suerte a los novios y sus invitados (Isaías 65:11). Tomemos como ejemplo la costumbre de lanzar arroz y cosas semejantes. Es probable que la intención original fuera apaciguar con comida a los espíritus malignos para que no hicieran daño a los recién casados. Además, el arroz se ha considerado por siglos símbolo de fertilidad, dicha y larga vida. Es obvio, por tanto, que para mantenerse en el amor de Dios hay que evitar estas costumbres impuras (2 Corintios 6:14-18).

18. ¿Qué principios bíblicos deben orientar tanto a las parejas que van a casarse como a sus invitados?

18 Los siervos de Jehová tampoco admiten prácticas que resten dignidad a las bodas y banquetes, o que puedan ofender a algunas conciencias. No toman la palabra para hacer comentarios sarcásticos o insinuantes, ni abochornan a los novios o a otras personas con bromas de mal gusto (Proverbios 26:18, 19; Lucas 6:31; 10:27). También evitan las bodas espectaculares y fastuosas que, sin modestia alguna, no son más que pura “exhibición ostentosa” de la posición social (1 Juan 2:16). El deseo de Jehová es que las parejas puedan recordar ese día especial con cariño, y no con pesar. f

¿ES EL BRINDIS UNA COSTUMBRE CON TINTES RELIGIOSOS?

19, 20. ¿Qué dice sobre el origen del brindis una obra especializada, y por qué es inaceptable esta costumbre para el cristiano?

19 En las bodas, así como en otras reuniones sociales, es frecuente hacer brindis. En el año 1995, una obra especializada señaló que el brindis “es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses [...] a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras ‘¡que sea por muchos años!’ o ‘¡a tu salud!’” (International Handbook on Alcohol and Culture).

20 Es cierto que muchos no consideran el brindis un gesto religioso ni una superstición. Sin embargo, la costumbre de alzar la copa pudiera verse como una súplica al “cielo”, o a una fuerza sobrenatural, para pedir algún favor. Esta forma de solicitar una bendición no está de acuerdo con las Escrituras (Juan 14:6; 16:23). g

“AMADORES DE JEHOVÁ, ODIEN LO QUE ES MALO”

21. ¿Qué celebraciones evitará el cristiano, tengan o no connotaciones religiosas, y por qué?

21 El mundo atraviesa una franca decadencia moral, avivada de forma directa o indirecta por Babilonia la Grande. Algunos países patrocinan fiestas anuales, como los carnavales, que incorporan bailes lascivos o incluso glorifican los estilos de vida homosexuales. ¿Sería apropiado que quienes aman a Jehová vieran actos de este tipo o asistieran a ellos? ¿Demostrarían así que odian de verdad el mal? (Salmo 1:1, 2; 97:10.) Sin duda, es sabio que adoptemos la actitud del salmista que pidió a Dios: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37).

22. ¿En qué casos tendrá que decidir el cristiano si su conciencia le permite participar o no en una celebración?

22 En los días en que se celebre una fiesta inapropiada para el cristiano, debemos tener cuidado de no dar a entender de algún modo que la estamos apoyando. Bien dijo Pablo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31; véase el recuadro “ Ayuda para tomar decisiones sabias”). Pero ¿qué puede decirse de las costumbres y celebraciones que no conservan ningún significado religioso, no son de carácter político o patriótico y no violan los principios bíblicos? En tales casos, queda a discreción de cada cristiano si participará en ellas o no. Por supuesto, hará bien en tener presentes las opiniones ajenas para no convertirse en piedra de tropiezo.

DEMOS GLORIA A DIOS CON NUESTRAS PALABRAS Y OBRAS

23, 24. ¿Cómo daremos un buen testimonio de las justas normas de Jehová?

23 Hoy, muchos ven ciertas festividades populares principalmente como oportunidades para juntarse con la familia y los amigos. Por lo tanto, pudieran llevarse la falsa impresión de que los testigos de Jehová adoptamos una postura extremista y no amamos al prójimo. En tal caso, podemos explicarles con tacto que nos gusta mucho tener reuniones sanas con nuestros seres queridos a lo largo de todo el año (Proverbios 11:25; Eclesiastés 3:12, 13; 2 Corintios 9:7). Sin embargo, queremos que comprendan que no nos traería ninguna felicidad echar a perder esas reuniones con costumbres que ofenden a nuestro amado Dios y violan sus justas normas (véase el recuadro “ Nada produce más gozo que la religión verdadera”).

24 Cuando les hacen preguntas sinceras, algunos Testigos las contestan satisfactoriamente mostrando algunos puntos del capítulo 16 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? h Ahora bien, hay que recordar que nuestro objetivo no es ganar discusiones, sino ganar corazones. Por eso, nuestra forma de hablar siempre debe ser respetuosa, apacible, “con gracia” y “sazonada con sal” (Colosenses 4:6).

25, 26. ¿Cómo podemos fortalecer la fe de nuestros hijos y ayudarlos a amar más a Jehová?

25 Los testigos de Jehová estamos bien informados. Sabemos por qué aceptamos o rechazamos ciertas creencias y prácticas (Hebreos 5:14). Pero también es necesario que lo sepan nuestros hijos. Cuando nos esforzamos por que entiendan los principios bíblicos en que se basa nuestra postura, fortalecemos su fe, los preparamos para contestar con la Biblia a quienes cuestionen sus creencias y los ayudamos a mantenerse en el amor de Jehová (Isaías 48:17, 18; 1 Pedro 3:15).

26 Por supuesto, para adorar a Dios “con espíritu y con verdad” no solo hay que evitar las fiestas contrarias a los principios bíblicos. En el próximo capítulo hablaremos del mandato de ser honestos en todos los campos de la vida. Veremos que, aunque muchos lo consideren poco práctico, obedecer a Dios es siempre lo mejor.

a Véase el recuadro “ ¿Debería participar en la fiesta?”. Además, muchas celebraciones y días festivos se enumeran en el Índice de las publicaciones Watch Tower, editado por los testigos de Jehová.

b Según la cronología bíblica y la historia, Jesús probablemente nació en el año 2 antes de nuestra era, en el mes judío de etanim, que corresponde a parte de septiembre y octubre (véase la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 2, págs. 84, 85, editada por los testigos de Jehová).

c Véase el recuadro “ Los días ‘sagrados’ del satanismo”.

d Bajo la Ley, la mujer tenía que presentar una ofrenda cada vez que daba a luz, lo que era un claro recordatorio de que los padres transmiten el pecado a sus hijos (Levítico 12:1-8). Esto ayudó a los israelitas a ver con equilibrio el nacimiento y, probablemente, a no adoptar costumbres paganas sobre este particular (Salmo 51:5).

e En inglés, el Domingo de Resurrección recibe el nombre de Easter, que se relaciona con Eostre (u Ostara), diosa de la fertilidad que “a veces era representada con cabeza de liebre y que poseía una liebre que vivía en la Luna y a la que le encantaban los huevos” (The Dictionary of Mythology).

f Véanse los tres artículos sobre las bodas y las reuniones sociales en La Atalaya del 15 de octubre de 2006, págs. 18-31.

g Véase La Atalaya del 15 de febrero de 2007, págs. 30, 31.

h Editado por los testigos de Jehová.