¡FÍJATE qué duro se está trabajando aquí! Los israelitas construyen los muros de Jerusalén. Cuando Nabucodonosor destruyó a Jerusalén 152 años antes, derribó los muros y quemó las puertas de la ciudad. Los israelitas no levantaron las murallas o muros de nuevo al tiempo de volver de Babilonia.
¿Cómo crees que ellos se han sentido todos estos años sin los muros? No se han sentido seguros. Sería fácil para sus enemigos atacarlos. Pero al fin vemos a este hombre, Nehemías, ayudando a la gente a construir las murallas de Jerusalén de nuevo. ¿Sabes tú quién es este hombre Nehemías?
Nehemías es un israelita que viene de la ciudad de Susa, donde viven Mardoqueo y Ester. Él trabajaba en el palacio del rey, así que puede haber sido buen amigo de Mardoqueo y Ester. Pero la Biblia no dice que Nehemías trabajara para el esposo de Ester, el rey Asuero. Trabajó para el siguiente rey, Artajerjes.
Recuerda, Artajerjes es el buen rey que dio a Esdras todo aquel dinero para que lo llevara a Jerusalén y arreglará el templo de Jehová. Pero, Esdras no levantó los muros caídos de la ciudad. Veamos cómo pasó que Nehemías hiciera esto.
Han pasado 13 años desde que Artajerjes dio a Esdras el dinero para arreglar el templo. Ahora Nehemías es copero principal del rey. Él le sirve el vino al rey y se asegura de que no tenga veneno. Es un trabajo importante.
Pues bien, un día Hanani el hermano de Nehemías y otros hombres del país de Israel vienen a visitar a Nehemías. Le cuentan las dificultades de los israelitas, y que los muros de Jerusalén todavía están caídos. Nehemías se pone muy triste, y ora a Jehová sobre esto.
Un día el rey nota que Nehemías está triste, y pregunta: ‘¿Por qué estás triste?’ Nehemías le dice que es por la mala condición de Jerusalén y por los muros caídos. ‘¿Qué deseas?’ le pregunta el rey.
‘Déjame ir a Jerusalén,’ dice Nehemías, ‘para que yo pueda reconstruir los muros.’ Artajerjes es muy bondadoso. Le dice que puede ir, y le ayuda a conseguir madera para parte de la construcción. Poco después de llegar a Jerusalén, Nehemías cuenta sus planes al pueblo. Les gusta la idea, y dicen: ‘Vamos a empezar a construir.’
Cuando los enemigos de los israelitas ven que el muro va subiendo, dicen: ‘Subiremos y los mataremos y detendremos la obra.’ Al saber esto, Nehemías da a los obreros espadas y lanzas y dice: ‘No les teman. Peleen por sus hermanos, sus hijos, sus esposas, y sus casas.’
El pueblo es muy valiente. Tienen las armas listas día y noche, y siguen construyendo. Por eso, en solo 52 días acaban los muros. Ahora hay seguridad en la ciudad. Nehemías y Esdras enseñan la ley de Dios, y el pueblo es feliz.
Pero todavía no es como era antes de que los israelitas fueran prisioneros en Babilonia. El rey de Persia gobierna y el pueblo tiene que servirle. Pero Jehová ha prometido que él enviará un nuevo rey, y éste traerá paz al pueblo. ¿Quién es éste? ¿Cómo traerá paz a la Tierra? Pasan unos 450 años antes de que se aprenda más sobre este asunto. Entonces hay un muy importante nacimiento de un bebé. Pero eso que pasa ahora es otra historia.