Trabajemos juntos por la unidad de la congregación
“De él todo el cuerpo, por estar unido armoniosamente y hacérsele cooperar mediante toda coyuntura [...], contribuye al crecimiento del cuerpo” (EFES. 4:16).
CANCIONES 53 Y 16
1. ¿Qué cualidad ha existido desde el principio de la creación?
DESDE el principio de la creación ha habido unidad. Por ejemplo, Jesús, que es la sabiduría en persona, cooperó con su Padre para crear todo lo que existe hoy. Fue “un obrero maestro” con el que Jehová “estuvo especialmente encariñado día a día” (Prov. 8:30). Los siervos de Dios del pasado también colaboraron entre sí para cumplir con los mandatos de Dios. Trabajaron en equipo para hacer el arca de Noé; para montar, desmontar y trasladar por el desierto el tabernáculo de los días de Moisés y para tocar música y cantar alabanzas a Jehová en su templo. Todas estas tareas exigían cooperación (Gén. 6:14-16, 22; Núm. 4:4-32; 1 Crón. 25:1-8).
2. a) ¿Qué nos llama la atención de los cristianos del primer siglo? b) ¿Qué veremos en este artículo?
2 Los cristianos del primer siglo también trabajaban en equipo bajo la dirección de Cristo, la cabeza de la congregación. Como explicó el apóstol Pablo, los ungidos tenían dones y funciones diferentes. Pero todos eran parte de “un solo cuerpo” (lea 1 Corintios 12:4-6, 12). ¿Podemos nosotros disfrutar de una unidad parecida? ¡Claro que sí! En este artículo veremos tres campos en los que podemos cooperar unos con otros: la predicación, la congregación y la familia.
EN LA PREDICACIÓN
3. ¿Qué vio Juan en una visión?
3 Poco antes de que terminara el primer siglo, el apóstol Juan tuvo una visión de siete ángeles que tocaban trompetas. Cuando el quinto tocó la suya, Juan vio una estrella que caía del cielo. Esta estrella usó una llave para abrir “el hoyo del abismo”. De allí salió humo y una nube de insectos, un enjambre de langostas. Pero en lugar de devorar la vegetación, atacan “a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente” (Rev. 9:1-4). Juan sabía lo destructivo que es un enjambre de langostas, pues sin duda conocía bien el relato de las plagas de Egipto (Éx. 10:12-15). Las langostas que vio Juan representan a los cristianos ungidos. Este grupo ha estado dando a conocer que Dios pronto destruirá la maldad. Ahora bien, los ungidos no están solos: los acompañan millones de cristianos que tienen la esperanza de vivir en la Tierra. Gracias a este trabajo en equipo, muchísimas personas han escapado del imperio mundial de la religión falsa, que está bajo el control de Satanás.
4. a) ¿Qué tarea tienen que cumplir los cristianos? b) ¿Cuál es la única manera de cumplirla?
4 La congregación cristiana tiene ante sí una tarea enorme: predicar “las buenas nuevas” en todo el mundo antes de que llegue el fin (Mat. 24:14; 28:19, 20). Invitamos a “cualquiera que tenga sed” a que “tome gratis el agua de la vida” (Rev. 22:17). La única manera de cumplir con esta tarea es trabajando en armonía como pueblo unido (Efes. 4:16).
5, 6. ¿Qué cosas demuestran que los testigos de Jehová cooperamos juntos para predicar?
5 Para llevar las buenas noticias del Reino a la mayor cantidad posible de personas tenemos que predicar de manera organizada. Por esta razón, recibimos instrucciones mediante las congregaciones. Si las seguimos, trabajaremos mejor en equipo. Después de reunirnos en grupos, salimos a predicar; proclamamos las buenas nuevas por medio de nuestras palabras y de nuestras publicaciones. En ocasiones se nos pide que participemos en campañas especiales de predicación. Cuando seguimos las instrucciones que se nos dan, trabajamos en unidad con millones de nuestros hermanos, llevando a la gente el mensaje del “ángel que [está volando] en medio del cielo” (Rev. 14:6).
6 Los resultados de esta labor son muy emocionantes, como podemos confirmar año tras año al leer el Anuario. Además trabajamos en equipo para invitar a las personas a las asambleas regionales, especiales e internacionales. En ellas escuchamos discursos y vemos representaciones dramáticas que nos motivan a servir a Jehová con todas las fuerzas. Otra cosa que nos une es la Conmemoración. Todos los años, después de la puesta de sol del 14 de nisán, nos reunimos alrededor del mundo para obedecer el mandato de Jesús de recordar su muerte. Así mostramos agradecimiento por la bondad inmerecida de Dios (1 Cor. 11:23-26). Desde luego, recibimos con gusto en esa reunión a quienes no son testigos de Jehová. De hecho, dedicamos las semanas previas a invitar a nuestros vecinos para que nos acompañen.
7. ¿Qué cosas hemos logrado trabajando en equipo?
7 Una sola langosta no es capaz de hacer lo mismo que un enjambre completo. De manera similar, uno solo de nosotros no puede predicar a todo el mundo. Pero cuando sumamos el trabajo de todos, somos capaces de llegar a millones de personas con el mensaje de que el único que merece toda la honra y gloria es Jehová. Ahora veamos otra manera en la que nuestro trabajo en equipo fortalece la unidad del pueblo de Dios.
EN LA CONGREGACIÓN
8, 9. a) ¿Qué ejemplo usó Pablo para explicar la importancia de la unidad? b) ¿Qué podemos hacer para que la congregación se mantenga unida?
8 En su carta a los Efesios, Pablo habló de la forma en que está organizada la congregación y recordó la necesidad de crecer “en todas las cosas” (lea Efesios 4:15, 16). ¿Cómo puede cada uno de nosotros alcanzar esa meta? Pablo puso como ejemplo al cuerpo humano para explicar que la congregación debe trabajar unida bajo la dirección de la cabeza, Cristo. Dijo que las distintas partes del cuerpo trabajan en armonía gracias a las coyunturas o articulaciones que las unen. En nuestro caso, sin importar si somos jóvenes o mayores, fuertes o débiles, ¿qué podemos hacer para que la congregación se mantenga unida?
9 Respetar y obedecer a quienes Jesús ha nombrado para que la dirijan: los ancianos (Heb. 13:7, 17). Esto no siempre es fácil, pero podemos pedirle con confianza a Jehová que nos guíe. Su espíritu santo nos ayudará a apoyar con entusiasmo las decisiones que se tomen en la congregación. Así que si alguna vez nos cuesta obedecer las instrucciones que recibimos, recordemos que nuestra humildad contribuirá a la unidad de la congregación y a que crezca el cariño que sentimos por nuestros hermanos.
10. ¿Cómo la labor de los siervos ministeriales contribuye a la unidad de la congregación? (Vea la ilustración del principio).
10 Los siervos ministeriales también contribuyen con su trabajo a la unidad de la congregación. Todos agradecemos mucho lo que hacen, tengan la edad que tengan, y la generosa ayuda que les dan a los ancianos. Por ejemplo, se encargan de que haya publicaciones para predicar, de la limpieza y mantenimiento del Salón del Reino, y de darles la bienvenida a quienes nos visitan. Si cooperamos con estos hermanos, el trabajo en la congregación se hará de manera organizada (compare con Hechos 6:3-6).
11. ¿Cómo pueden contribuir a la unidad de la congregación los hermanos más jóvenes?
11 Algunos hermanos han trabajado muy duro a favor de la congregación durante años. Quizás ahora ya no pueden hacer tanto como antes por culpa de la edad, pero hay hermanos más jóvenes dispuestos a darles una mano. Aunque no tengan la misma experiencia, se les puede capacitar para que se encarguen de más responsabilidades. Nos alegra ver que muchos siervos ministeriales se están esforzando por llegar a ser ancianos (1 Tim. 3:1, 10). Y también que algunos ancianos jóvenes hayan progresado hasta el punto de ser superintendentes de circuito; ahora ayudan a los hermanos de muchas congregaciones. ¿Verdad que estamos muy agradecidos por el apoyo que nos dan? (Lea Salmo 110:3 y Eclesiastés 12:1).
EN LA FAMILIA
12, 13. ¿Qué pueden hacer las familias para mantenerse unidas?
12 Pasemos al siguiente campo en el que debemos cooperar: la familia. Una de las mejores maneras de mantener la unidad en casa es celebrando la Noche de Adoración en Familia todas las semanas. Muchos ya han comprobado que aprender juntos de Jehová en un ambiente agradable fortalece la unidad entre padres e hijos. En esas ocasiones podrían prepararse bien para la predicación; así serán publicadores más hábiles. La familia se acerca más cuando se junta para hablar de la Palabra de Dios. Al fin y al cabo, todos aman al mismo Dios y quieren hacer su voluntad.
13 ¿Y qué pueden hacer los matrimonios? Si los dos aman a Jehová y le sirven juntos fielmente, serán más felices y estarán más unidos. Además, deben seguir el ejemplo de Abrahán y Sara, de Isaac y Rebeca y de Elqaná y Ana, parejas que se demostraron cariño (Gén. 26:8; 1 Sam. 1:5, 8; 1 Ped. 3:5, 6). Si el esposo y la esposa se esfuerzan por ser cariñosos, su matrimonio será más fuerte y se sentirán más cerca de Jehová (lea Eclesiastés 4:12).
14. Si su esposo o esposa no sirve a Jehová, ¿qué puede hacer para fortalecer su matrimonio?
14 La Biblia dice que ningún cristiano debe casarse con una persona que no sirve a Jehová (2 Cor. 6:14). Pero ¿qué sucede cuando alguien conoce la verdad y ya está casado, pero su cónyuge no se hace Testigo? Seguir los principios de la Biblia ayudará a este cristiano a mantener la armonía en el hogar. Está claro que se esforzará por cooperar con su cónyuge en todo lo que pueda sin pasar por alto los mandamientos de Dios. A veces hacer lo que Jehová enseña puede ser difícil, pero se pueden obtener excelentes resultados. Tampoco es sencillo obedecer las normas de la Biblia cuando el esposo o la esposa se alejan de Dios. Esto fue lo que le sucedió a Mary. Ella y su esposo servían juntos a Jehová, pero hace unos veinticinco años él dejó de asistir a las reuniones. Mary no faltaba a las reuniones ni a las asambleas. También se esforzaba por poner en práctica en casa lo que aprendía de la Biblia y por enseñárselo a sus seis hijos. Los años pasaron y los hijos crecieron y se fueron de casa. Mary se sentía sola, pero seguía sirviendo a Jehová. Un buen día, David comenzó a leer las revistas que ella dejaba a propósito a la vista y, con el tiempo, volvió a asistir a las reuniones. Su nieto de seis años siempre le apartaba un lugar. Si David no llegaba al salón, el niño le decía: “Abuelito, te extrañé mucho en la reunión”. David ha vuelto al pueblo de Jehová, y Mary está muy contenta de servir a Dios al lado de su esposo.
15. ¿Cómo pueden ayudar los matrimonios mayores a los más jóvenes?
15 Satanás está atacando a las familias. Por eso, es importantísimo que los matrimonios cristianos estén más unidos que nunca. No importa cuánto tiempo llevemos casados, detengámonos a pensar en maneras de hacer más fuerte nuestro matrimonio. Las parejas con más experiencia pueden ayudar a los que llevan menos tiempo casados. Podrían invitar de vez en cuando a un matrimonio joven a su Noche de Adoración en Familia. Así podrán mostrarles que las parejas deben ser cariñosas y permanecer unidas sin importar cuánto tiempo lleven juntas (Tito 2:3-7).
“SUBAMOS A LA MONTAÑA DE JEHOVÁ”
16, 17. ¿Qué bendiciones nos esperan?
16 Cuando los israelitas iban al templo de Jerusalén para celebrar las fiestas, colaboraban unos con otros. Se preparaban para el viaje, se ayudaban unos a otros en el camino y alababan a Jehová juntos en el templo (Luc. 2:41-44). Nosotros también estamos en medio de un viaje, por así decirlo. Vamos de camino al nuevo mundo y tenemos que mantener la armonía y cooperar con los demás. Esto exige un esfuerzo constante de nuestra parte. ¿Cree que haya algo en lo que pueda mejorar?
17 Piense en todas las bendiciones que nos esperan. Ya hemos dejado atrás la desunión y la confusión que son tan comunes en este mundo. Además, estamos viendo con nuestros propios ojos cómo se hacen realidad las profecías de Isaías y Miqueas. Los dos profetizaron que el pueblo de Dios subiría a “la montaña de Jehová” (Is. 2:2-4; lea Miqueas 4:2-4). De hecho, la religión verdadera está muy por encima de las demás en nuestro tiempo, “la parte final de los días”. Dentro de poco, todos los habitantes de la Tierra vivirán en armonía. ¡Qué felices seremos sirviendo juntos y en unidad a Jehová!
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)