ARTÍCULO DE ESTUDIO 21
Jehová nos dará fuerzas (26 de julio al 1 de agosto)
“Cuando soy débil, entonces soy poderoso” (2 COR. 12:10).
CANCIÓN 73 Danos fuerzas y valor
AVANCE *
1, 2. ¿A qué dificultades se enfrentan muchos Testigos?
EL APÓSTOL Pablo animó a Timoteo —y por extensión a todos los cristianos— a cumplir completamente su ministerio (2 Tim. 4:5). Todos nos esforzamos por seguir este consejo, pero no siempre es fácil. Un buen número de nuestros hermanos necesita mucho valor para salir a predicar (2 Tim. 4:2). Pensemos, por ejemplo, en los que viven en lugares donde nuestra obra está restringida o incluso prohibida. Ellos ponen en riesgo su libertad cada vez que participan en el ministerio.
2 Los siervos de Jehová se enfrentan a una gran variedad de problemas que podrían desanimarlos. Muchos tienen que trabajar largas jornadas solo para darle lo básico a su familia. Les gustaría hacer más en el ministerio, pero al final de la semana les quedan pocas energías. Otros pueden hacer muy poco en el servicio a Jehová debido a una enfermedad crónica o a los achaques de la edad; algunos quizás ni siquiera puedan salir de sus casas. Y también hay quienes luchan todo el tiempo con sentimientos de inutilidad. Una hermana de Oriente Medio llamada Mary * dice: “Mi lucha contra los sentimientos negativos es tan grande que me deja agotada emocionalmente. Después me siento culpable porque eso me roba el tiempo y las energías que podría dedicar al ministerio”.
3. ¿Qué analizaremos en este artículo?
3 Sean cuales sean los problemas que tengamos, Jehová nos dará fuerzas para enfrentarlos y seguir sirviéndole tanto como nos permitan las circunstancias. En este artículo analizaremos cómo nos ayuda Jehová. Pero antes veamos cómo fortaleció a Pablo y a Timoteo para cumplir su ministerio a pesar de las dificultades.
FUERZAS PARA SEGUIR PREDICANDO
4. ¿Qué situaciones difíciles enfrentó Pablo?
4 Pablo enfrentó muchas situaciones difíciles. Necesitó fuerzas sobre todo cuando lo golpearon, lo apedrearon y lo metieron en prisión (2 Cor. 11:23-25). No tuvo problema en admitir que a veces tenía que luchar con sentimientos negativos (Rom. 7:18, 19, 24). Además, le pidió desesperadamente a Dios que le quitara cierta “espina en la carne” que estaba sufriendo (2 Cor. 12:7, 8).
5. ¿Qué logró Pablo a pesar de las dificultades?
5 Jehová le dio fuerzas a Pablo para que cumpliera su ministerio a pesar de las dificultades. Pensemos en todo lo que logró el apóstol. Por ejemplo, mientras estaba bajo arresto domiciliario en Roma, defendió con entusiasmo las buenas noticias ante los líderes judíos y quizás ante algunos funcionarios del gobierno (Hech. 28:17; Filip. 4:21, 22). También les predicó a la guardia pretoriana y a todos los que lo visitaban (Hech. 28:30, 31; Filip. 1:13). Fue en ese mismo tiempo cuando Dios usó a Pablo para que escribiera ciertas cartas que han beneficiado a los cristianos desde aquella época hasta nuestros días. Y, gracias a su ejemplo, los hermanos de la congregación de Roma se sintieron fortalecidos y demostraron “más valor para hablar de la palabra de Dios sin temor” (Filip. 1:14). Aunque no siempre pudo hacer tanto como quiso, siempre hizo todo lo que estuvo en su mano y dijo que su situación en realidad había contribuido a que se difundieran las buenas noticias (Filip. 1:12).
6. De acuerdo con 2 Corintios 12:9, 10, ¿qué ayudó a Pablo a cumplir su ministerio?
6 Pablo sabía que todo lo que hacía en el servicio a Jehová no era gracias a sus propias fuerzas, sino gracias a las que Dios le daba. Por eso escribió que el poder de Dios “se demuestra plenamente en la debilidad” (lea 2 Corintios 12:9, 10). Por medio de su espíritu santo, Jehová le dio a Pablo las fuerzas para cumplir su ministerio completamente a pesar de la persecución, la prisión y los demás problemas.
7. ¿Qué problemas tuvo que superar Timoteo para cumplir su ministerio?
7 El joven Timoteo también dependió del poder de Dios para cumplir su ministerio. Por ejemplo, acompañó a Pablo en largos viajes misioneros. Además, el apóstol lo envió en otras ocasiones a visitar y animar a algunas congregaciones (1 Cor. 4:17). Quizás Timoteo sintió que la asignación le quedaba grande. Tal vez fue por eso que Pablo le dijo: “No permitas que nadie menosprecie tu juventud” (1 Tim. 4:12). Por otro lado, en esa época, Timoteo también tuvo una espina clavada en la carne, pues la Biblia dice que se enfermaba con frecuencia (1 Tim. 5:23). Pero Timoteo sabía que el poderoso espíritu santo de Jehová le daría las fuerzas que necesitaba para predicar las buenas noticias y servir a sus hermanos (2 Tim. 1:7).
FUERZAS PARA SER FIELES A PESAR DE LOS PROBLEMAS
8. ¿Cómo nos fortalece Jehová hoy día?
8 Hoy día, Jehová nos da “el poder que va más allá de lo normal” para que podamos seguir sirviéndole fielmente (2 Cor. 4:7). Analicemos cuatro cosas que Jehová nos ha dado para fortalecernos y ayudarnos a serle fieles: la oración, la Biblia, nuestros hermanos y el ministerio.
9. ¿Cómo nos ayuda la oración?
9 La oración. En Efesios 6:18, Pablo dijo: “Sigan orando en toda ocasión”. Si lo hacemos, Dios nos fortalecerá. Jonnie, que vive en Bolivia, sintió el apoyo de Jehová cuando pasó por varios problemas. Sus padres y su esposa cayeron gravemente enfermos al mismo tiempo. Se le hacía muy cuesta arriba cuidar a los tres. Su mamá falleció, y a su esposa y a su papá les tomó mucho tiempo recuperarse de sus enfermedades. Jonnie recuerda: “Cuando la presión me aplastaba, lo que siempre me ayudaba era ser específico en mis oraciones”. Jehová le dio las fuerzas que necesitaba para aguantar. En el mismo país, un anciano llamado Ronald se enteró de que su mamá tenía cáncer, y ella falleció un mes después. ¿Qué lo ayudó a seguir adelante? Él cuenta: “La oración me permite abrirle mi corazón de par en par a Jehová. Sé que él me comprende mejor que nadie, incluso que yo mismo”. Puede que a veces nos sintamos abrumados o que no sepamos qué decir en nuestras oraciones, pero Jehová nos invita a hablar con él aunque nos cueste poner en palabras lo que sentimos (Rom. 8:26, 27).
10. De acuerdo con Hebreos 4:12, ¿por qué es tan importante leer la Biblia y meditar en ella?
10 La Biblia. Al igual que Pablo, nosotros podemos leer las Escrituras para obtener fuerzas y consuelo (Rom. 15:4). Cuando leemos un pasaje y meditamos en él, Jehová puede utilizar su espíritu para ayudarnos a entender cómo aplica a nuestra situación (lea Hebreos 4:12). Ronald, mencionado en el párrafo anterior, dice: “Me alegro de haber adquirido la costumbre de leer la Biblia todas las noches. Medito mucho en las cualidades de Jehová y en el amor con el que trata a sus siervos. Esto me ayuda a recuperar las fuerzas”.
11. ¿Cómo fortaleció la Biblia a una hermana que estaba sufriendo?
11 Meditar en la Palabra de Dios nos ayuda a ver nuestros problemas desde la perspectiva correcta. Veamos el caso de una hermana que había enviudado. Un anciano le sugirió que leyera el libro de Job y le dijo que eso la ayudaría. Cuando lo hizo, su primera reacción fue criticar a Job por su manera de pensar. En su cabeza, le decía: “Job, ¡pero qué negativo eres!”. Entonces se dio cuenta de que su propia actitud se parecía mucho a la de Job. Esto la ayudó a corregir su punto de vista y le dio fuerzas para lidiar con el dolor de haber perdido a su esposo.
12. ¿Cómo usa Jehová a nuestros hermanos para fortalecernos?
12 Nuestros hermanos. Jehová también nos fortalece por medio de nuestros hermanos. Pablo escribió que estaba deseando ver a sus hermanos espirituales para animarse unos a otros (Rom. 1:11, 12). A Mary, mencionada en el párrafo 2, le encanta estar con otros cristianos. Cuenta: “Jehová me ha ayudado por medio de hermanos y hermanas que ni siquiera sabían lo que yo estaba pasando. Me hicieron algún comentario animador o me enviaron una tarjeta, y eso era justo lo que necesitaba. También me ayuda hablar con hermanas que han pasado por situaciones parecidas y aprender de su experiencia. Y los ancianos siempre me hacen sentir que la congregación me considera valiosa”.
13. ¿Cómo podemos fortalecernos unos a otros en las reuniones?
13 Una de las mejores ocasiones para animarnos unos a otros son las reuniones. Cuando asistimos, podemos tomar la iniciativa de fortalecer a los demás diciéndoles que los queremos y que agradecemos lo que hacen. Por ejemplo, antes de una reunión, un anciano llamado Peter le dijo a una hermana que no tiene a su esposo en la verdad: “No se imagina cuánto nos anima verla aquí. Siempre tiene a sus seis hijos listos y con comentarios preparados”. Muy agradecida y con los ojos llenos de lágrimas, le respondió: “No tiene idea de cuánto necesitaba escuchar eso hoy”.
14. ¿Qué efecto tiene la predicación en nosotros?
14 El ministerio. Predicar nos hace sentir bien y nos reconforta, sea que las personas presten atención al mensaje o no (Prov. 11:25). Una hermana llamada Stacy lo comprobó por sí misma. Cuando expulsaron a un familiar suyo, quedó destrozada. No dejaba de preguntarse si podía haber hecho algo más para ayudarlo. Apenas podía pensar en otra cosa. ¿Qué la ayudó a salir a flote? El ministerio. Al salir a predicar, comenzó a centrarse en las personas del territorio que necesitaban su ayuda. Comenta: “En aquella época, Jehová me dio una estudiante de la Biblia que progresó muy rápido, y eso me animó muchísimo. Lo que le da más estabilidad a mi vida es salir a predicar”.
15. ¿Qué nos enseña lo que dijo Mary?
15 Tal vez sintamos que, debido a las circunstancias, no podemos hacer mucho en el ministerio. Pero recordemos que, si hacemos todo lo que podemos, Jehová estará contento con nosotros. Cuando Mary, mencionada antes, se mudó a una congregación de otro idioma, le parecía que no podía aportar casi nada. Explica: “Durante un tiempo, lo único que podía hacer era ofrecer un comentario sencillo o leer un versículo de la Biblia o dar un tratado en la predicación”. En comparación con los que hablaban bien el idioma, se sentía muy poco útil. Pero entonces corrigió su manera de pensar, pues se dio cuenta de que Jehová podía usarla sin importar sus limitaciones con el idioma. Dice: “Las verdades de la Biblia son de una sencillez elegante, y son esas verdades lo que cambia la vida de las personas”.
16. ¿Qué les dará fuerzas a quienes están confinados en sus casas?
16 Incluso si estamos confinados en nuestra casa, Jehová ve y valora nuestro deseo de participar en la predicación. Puede hacer que surjan oportunidades de darles testimonio a quienes nos cuidan o al personal médico. Si comparamos lo que hacemos ahora con lo que podíamos hacer antes, quizás nos vengamos abajo. Pero, si nos fijamos en cómo Jehová nos está ayudando ahora, tendremos las fuerzas que necesitamos para aguantar cualquier prueba sin perder la alegría.
17. Tal como muestra Eclesiastés 11:6, ¿por qué debemos seguir predicando aunque no veamos resultados inmediatos?
17 No sabemos cuál de las semillas de la verdad que sembramos puede echar raíces y empezar a crecer (lea Eclesiastés 11:6). Por ejemplo, una hermana de más de 80 años llamada Barbara predica regularmente por teléfono y por carta. En uno de los sobres, incluyó La Atalaya del 1 de marzo de 2014, que tiene un artículo titulado “¿Qué ha hecho Dios por usted?”. Sin saberlo, le envió la carta a un matrimonio que había dejado de ser testigo de Jehová. Ellos leyeron la revista una y otra vez. El esposo sintió como si Jehová le estuviera hablando directamente a él. Los dos empezaron a asistir de nuevo a las reuniones y con el tiempo —después de más de 27 años— volvieron a ser Testigos. ¿Podemos imaginar lo animada y fortalecida que se sintió Barbara al ver aquellos resultados tan positivos? ¡Y todo gracias a una sola carta!
18. ¿Qué debemos hacer para que Jehová nos dé fuerzas?
18 Como hemos visto, Jehová nos proporciona muchas oportunidades de recibir su abundante poder. Aprovechemos bien las cosas que nos ha dado, como la oración, la Biblia, nuestros hermanos y el ministerio. Si lo hacemos, demostraremos que confiamos en que tiene la capacidad y el deseo de ayudarnos. Apoyémonos siempre en nuestro Padre celestial, pues él desea “mostrar su fuerza a favor de los que le sirven con un corazón completo” (2 Crón. 16:9).
CANCIÓN 61 ¡Avancen, Testigos!
^ párr. 5 Vivimos en tiempos difíciles, pero Jehová nos da la ayuda que necesitamos para soportarlos. En este artículo veremos cómo ayudó al apóstol Pablo y a Timoteo para que siguieran sirviéndole a pesar de sus problemas. También hablaremos de cuatro cosas que Jehová nos ha dado para ayudarnos a aguantar.
^ párr. 2 Se ha cambiado el nombre.
^ párr. 53 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Mientras está bajo arresto domiciliario en Roma, Pablo les escribe cartas a varias congregaciones y les predica las buenas noticias a quienes lo visitan.
^ párr. 55 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Timoteo anima a los hermanos de las congregaciones que visita.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)