Sí lo admite. No obstante, Jesús indicó que solo hay una razón válida: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación [relaciones sexuales fuera del matrimonio], y se case con otra, comete adulterio” (Mateo 19:9).
Dios odia que alguien recurra al engaño y la traición para divorciarse. Él pedirá cuentas a quienes abandonan a sus cónyuges por razones de poco peso, sobre todo si es con la intención de casarse con otra persona (Malaquías 2:13-16; Marcos 10:9).