Sí. Los demonios son “ángeles que pecaron”, seres espirituales que se rebelaron contra Dios (2 Pedro 2:4). El primer ángel que se convirtió en demonio fue Satanás, el Diablo. La Biblia lo llama “el gobernante de los demonios” (Mateo 12:24, 26).
Rebelión en los días de Noé
Antes del Diluvio de los días de Noé, muchos ángeles se rebelaron contra Dios. La Biblia dice que “los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron” (Génesis 6:2). Esos ángeles rebeldes “abandonaron su propio y debido lugar de habitación” en los cielos y se materializaron en cuerpos humanos para tener relaciones sexuales con mujeres (Judas 6).
Cuando llegó el Diluvio, los ángeles rebeldes dejaron sus cuerpos físicos y regresaron al cielo. Sin embargo, Dios los expulsó de su familia. Como parte de su castigo, ya no pueden volver a materializarse (Efesios 6:11, 12).