El Diablo es un ser espiritual. Eso quiere decir que no tiene un cuerpo físico, así que no lo podemos ver (Efesios 6:11, 12).
Muchas veces se representa al Diablo como un hombre parecido a una cabra, con cuernos, cola y un tridente. Se cree que esas imágenes del Diablo las dibujaron por primera vez algunos pintores de la Edad Media, hace más de mil años. Estos artistas probablemente se inspiraron en la mitología y las tradiciones antiguas.
Cuando la Biblia habla del Diablo, usa varias comparaciones que nos ayudan a saber la clase de persona que es, no a conocer su apariencia. Estos son algunos ejemplos:
Un ángel de luz. Le ofrece a la gente cosas que parecen buenas para que sigan sus enseñanzas en vez de las de Dios (2 Corintios 11:14).
Un león rugiente. Ataca sin piedad a los siervos de Dios (1 Pedro 5:8).
Un gran dragón. Da miedo, es poderoso y hace mucho daño (Apocalipsis 12:9).