¿Quiénes van al infierno?

¿Quiénes van al infierno?

La respuesta que da la Biblia

 En algunas Biblias se utiliza la palabra infierno para traducir el término hebreo scheʼóhl y su equivalente griego háides (que en español suelen escribirse Seol y Hades). Ahora bien, ambos términos se refieren a un lugar simbólico al que van los seres humanos al morir, no a un lugar de tormento. ¿Y quiénes van allí? Tanto gente buena como gente mala (Job 14:13; Salmo 9:​17). De hecho, la Biblia describe el lugar al que vamos al morir como “la casa de reunión para todo viviente” (Job 30:23).

 Es más, respecto al propio Jesús, la Biblia dice que “ni fue abandonado en el Hades [“los infiernos”, Biblia de Navarra] ni su carne vio corrupción” (Hech. 2:31, 32). Aunque Jesús fue al Hades, no permaneció allí, pues Dios lo resucitó.

¿Existirá para siempre?

 Con la autoridad que Dios le ha dado, Jesús les devolverá la vida a quienes se hallan en el Hades (Juan 5:​28, 29; Hechos 24:15). En una profecía, la Biblia describe así ese acontecimiento: “La muerte y el Hades [“el infierno”, Torres Amat] entregaron los muertos que había en ellos” (Revelación [Apocalipsis] 20:13). Una vez que se cumplan estas palabras, el Hades dejará de existir, pues “la muerte no será más” (Revelación 21:​3, 4; 20:14).

 Por otra parte, la Biblia también habla del futuro que le espera a la gente que se empeña en hacer el mal, para quienes no hay arrepentimiento que valga (Hebreos 10:26, 27). A diferencia de los que van al Hades, para quienes hay una esperanza de resurrección, tales personas van a lo que la Biblia llama Gehena, un símbolo de destrucción eterna (Mateo 5:​29, 30). Ese fue el caso de los hipócritas guías religiosos a los que Jesús condenó (Mateo 23:27-​33).