El 13 de diciembre de 2019, la Corte Suprema de Chile reconoció el derecho de una testigo de Jehová a rechazar una transfusión sanguínea por razones religiosas. Con tres votos a favor y dos en contra, revocó la decisión de un tribunal inferior.
En defensa de sus derechos constitucionales, la testigo de Jehová, Polonia Ríos, había llevado ante los tribunales a un hospital público que se había negado en repetidas ocasiones a operarla porque ella no acepta transfusiones de sangre. El 6 de agosto de 2019, la Corte de Apelaciones de San Miguel falló a favor del hospital.
Después, Polonia Ríos apeló a la Corte Suprema y ganó el caso. Esta es la primera vez que dicho tribunal reconoce el derecho que tienen los adultos que, con pleno uso de sus facultades, rechazan un tratamiento médico por razones religiosas. Durante más de veinticinco años, la Corte sostuvo que un paciente no tenía el derecho de rechazar un tratamiento y, desde el punto de vista médico, poner en riesgo su vida.
La decisión de la Corte decía en parte: “Se trata de una paciente que desea vivir y gozar de la protección de su salud, a través de la realización de una cirugía que espera hace tres años [...]. Dicho rechazo [su negativa a realizarse una transfusión sanguínea] no es antojadizo, ni es un condicionamiento para los prestadores que impida su actuar profesional, sino el reflejo de las creencias de la paciente, las cuales importa respetar en función de su derecho a la libertad de conciencia y también a su dignidad, más aún cuando existen informes favorables para realizar la cirugía sin necesidad de tal transfusión”.
Nos alegra mucho que nuestros hermanos de Chile hayan obtenido esta emocionante victoria (1 Corintios 12:26).