Los hermanos de Ucrania no han dejado de apoyarse, sino que siguen demostrándose amor de forma desinteresada.

Olena es una testigo de Jehová de 81 años. El 6 de junio cayó un misil a muy pocos metros de su casa. El misil destruyó la casa de su vecino e hizo un cráter de 7 metros (23 pies) de profundidad. La explosión fue tan fuerte que la casa de Olena quedó destrozada.

Ella cuenta: “Estaba durmiendo, y una pared se cayó justo a mi lado. Todo se llenó de un polvo negro y denso, y había cristales y piedras por todas partes. Le di gracias a Jehová por estar viva”. Solo unos minutos después de la explosión, los hermanos de la zona fueron a ver a Olena, y eso que la casa de uno de ellos también había quedado destrozada. Olena sigue diciendo: “Cuando llegaron los hermanos, se quedaron en shock. No sabían ni qué decir, pero me animó que estuvieran allí. Fue tan bonito que estuvieran a mi lado…”.

Serguí es un anciano de congregación que suele visitar a Olena con algunos jóvenes Testigos. Él cuenta: “Cuando me enteré de que había habido una explosión cerca de la casa de Olena, me asusté muchísimo y me preocupé. Solo me tranquilicé cuando vi que Olena no tenía ninguna herida grave y que solo tenía unos golpes. Lo más sorprendente de todo fue que lo primero que Olena pidió, después de que su hogar quedará destrozado, fueron las publicaciones bíblicas que había recibido unos días antes”.

Nos alegra saber que sus familiares han encontrado un hogar para ella. La congregación sigue dándole toda la ayuda que necesita, y los ancianos hablan con Olena todos los días. Como no oye bien, los hermanos le consiguieron todo lo que necesita para escuchar las reuniones de congregación. Ella dice: “A veces me siento sin fuerzas, pero las reuniones me dan esas fuerzas que necesito. Los hermanos me llaman por teléfono con frecuencia, y estoy muy agradecida con ellos”.

Un matrimonio cuenta la experiencia por la que pasó cuando tuvo que refugiarse en el sótano de un Salón del Reino junto con otros 200 Testigos. La esposa dice: “Me impresionó muchísimo cómo los ancianos nos cuidaron con tanto cariño. Me recuerda a David cuando puso en riesgo su vida y se enfrentó a un león y a un oso para salvar a sus ovejas. Los ancianos que estaban con nosotros en el sótano se enfrentaron a la muerte para conseguir alimento y agua, y también gasolina para que pudiéramos tener luz. Gracias a eso, pudimos tener las reuniones de congregación y las reuniones para el servicio del campo. Incluso cuando había fuertes bombardeos, estos ancianos iban a visitar a los hermanos que se habían quedado en sus casas. Les llevaban alimento y agua, y los animaban. Siento un profundo respeto por estos hombres. Antes de esta situación, los conocía como maestros y evangelizadores; sin embargo, ahora veo que además son pastores en los que podemos confiar. ¡Estoy tan agradecida por su ejemplo! Son valientes y confiables, y nos cuidan con cariño”.

Los testigos de Jehová de una congregación de Ucrania le escribieron a la sucursal de país. Hablando de los que dirigen las labores de socorro, dijeron: “Estamos agradecidos de todo corazón. Es impresionante ver cómo Jehová usa a los hermanos para cuidarnos. Hemos experimentado en carne propia las palabras de Jesús. Él dijo: ‘De este modo todos sabrán que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros’” (Juan 13:35).

Los siguientes datos provienen de informes confirmados de los testigos de Jehová de la zona. Sin embargo, es posible que los números sean más altos, porque es difícil comunicarse con todas las regiones del país. Para el 21 de junio de 2022, estas eran las cifras sobre la situación en Ucrania:

• 42 testigos de Jehová perdieron la vida.

• 83 Testigos resultaron heridos.

• 31.185 Testigos están desplazados actualmente.

• 495 casas fueron destruidas.

• 557 casas sufrieron daños graves.

• 1.429 casas sufrieron daños menores.

• 5 Salones del Reino fueron destruidos.

• 8 Salones del Reino sufrieron daños graves.

• 34 Salones del Reino sufrieron daños menores.

• 27 Comités de Socorro siguen trabajando en Ucrania.

• Los comités ayudaron a 52.348 personas a encontrar alojamiento en zonas más seguras.

• 23.433 testigos de Jehová han abandonado el país y están recibiendo la ayuda de otros Testigos.