Josué 24:1-33

  • Josué repasa la historia de Israel (1-13)

  • Anima al pueblo a servir a Jehová (14-24)

    • “Los de mi casa y yo, nosotros serviremos a Jehová” (15)

  • El pacto de Josué con Israel (25-28)

  • Muerte y entierro de Josué (29-31)

  • Entierran los huesos de José en Siquem (32)

  • Muerte y entierro de Eleazar (33)

24  Josué entonces reunió a todas las tribus de Israel en Siquem y convocó a los ancianos de Israel, sus jefes, sus jueces y sus funcionarios,+ y ellos se presentaron ante el Dios verdadero.  Josué le dijo a todo el pueblo: “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘Fue al otro lado del Río* donde hace mucho tiempo vivieron sus antepasados+ —incluido Taré, padre de Abrahán y padre de Nacor—, y ellos solían servir a otros dioses.+  ”’Con el tiempo, me llevé del otro lado del Río a su antepasado Abrahán,+ lo hice recorrer toda la tierra de Canaán y multipliqué su descendencia.+ Le di a Isaac;+  entonces a Isaac le di a Jacob y a Esaú.+ Después a Esaú le di en propiedad el monte Seír;+ y Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.+  Más tarde envié a Moisés y Aarón,+ y a Egipto le mandé plagas;+ después los saqué a ustedes de allí.  Cuando yo estaba sacando a sus padres de Egipto+ y ustedes llegaron al mar, los egipcios persiguieron a sus padres con carros de guerra y jinetes hasta el mar Rojo.+  Ellos empezaron a suplicarle a Jehová,+ así que él puso una oscuridad entre ustedes y los egipcios, y les echó el mar encima y los cubrió,+ y ustedes vieron con sus propios ojos lo que hice en Egipto.+ Después ustedes vivieron en el desierto muchos años.*+  ”’Y los llevé a la tierra de los amorreos que vivían al otro lado* del Jordán y ellos pelearon contra ustedes.+ Pero los entregué en sus manos para que ustedes ocuparan su tierra y los aniquilé delante de ustedes.+  Entonces Balac hijo de Zipor, el rey de Moab, peleó contra Israel. Él mandó llamar a Balaam hijo de Beor para que los maldijera a ustedes.+ 10  Pero yo no quise escuchar a Balaam.+ Así que él los bendijo repetidamente,+ y yo los libré de sus manos.+ 11  ”’Entonces ustedes cruzaron el Jordán+ y llegaron a Jericó.+ Y los líderes* de Jericó, los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgaseos, los heveos y los jebuseos pelearon contra ustedes, pero yo los entregué en sus manos.+ 12  Envié delante de ustedes un sentimiento de desánimo* que hizo que ellos huyeran delante de ustedes,+ tal como los dos reyes de los amorreos. No fue ni tu espada ni tu arco.+ 13  Así les di una tierra por la que no se habían esforzado y ciudades que no habían construido,+ y se establecieron en ellas. Están comiendo de viñas y olivares que no plantaron’.+ 14  ”Por eso, teman a Jehová y sírvanle con integridad* y fidelidad,*+ quiten los dioses a los que sirvieron sus antepasados al otro lado del Río y en Egipto,+ y sirvan a Jehová. 15  Ahora, si no les parece bien servir a Jehová, elijan hoy a quién van a servir:+ a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del Río+ o a los dioses de los amorreos, de quienes es la tierra donde ustedes viven.+ Pero los de mi casa y yo, nosotros serviremos a Jehová”. 16  Ante eso, el pueblo respondió: “Jamás se nos ocurriría dejar a Jehová y servir a otros dioses. 17  Es Jehová nuestro Dios quien nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto,+ de la tierra donde éramos esclavos,+ y quien hizo aquellos grandes milagros* ante nuestros ojos+ y nos estuvo protegiendo en todo el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por los que pasamos.+ 18  Jehová expulsó a todos los pueblos, incluidos los amorreos, que vivían en esta tierra antes que nosotros. Así que nosotros también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios”. 19  Entonces Josué le dijo al pueblo: “Ustedes no son capaces de servir a Jehová, porque él es un Dios santo;+ es un Dios que exige devoción exclusiva.+ No perdonará sus ofensas* ni sus pecados.+ 20  Si dejan a Jehová y sirven a dioses extranjeros, él se volverá contra ustedes y los exterminará, a pesar de haber hecho antes cosas buenas por ustedes”.+ 21  Pero el pueblo le dijo a Josué: “¡No, nosotros serviremos a Jehová!”.+ 22  Así que Josué le dijo al pueblo: “Ustedes son testigos contra ustedes mismos de que, por voluntad propia, han elegido servir a Jehová”.+ A lo que respondieron: “Somos testigos”. 23  “Por lo tanto, quiten los dioses extranjeros que hay entre ustedes e inclinen su corazón hacia Jehová, el Dios de Israel”. 24  El pueblo le dijo a Josué: “¡Serviremos a Jehová nuestro Dios y obedeceremos su voz!”. 25  Aquel día, Josué hizo un pacto con el pueblo y estableció para ellos una norma y una resolución en Siquem. 26  Entonces Josué escribió esas palabras en el libro de la Ley de Dios+ y colocó una gran piedra+ debajo del gran árbol que está junto al santuario de Jehová. 27  Josué le siguió diciendo al pueblo: “¡Miren! Esta piedra servirá de testigo contra nosotros,+ porque ella oyó todo lo que Jehová nos dijo, y servirá de testigo contra ustedes, para que no renieguen de su Dios”. 28  Con eso, Josué despidió al pueblo, y cada uno se fue para su herencia.+ 29  Después de estas cosas, Josué hijo de Nun, el siervo de Jehová, murió a la edad de 110 años.+ 30  Lo enterraron en el territorio que él había heredado, en Timnat-Sérah,+ que está en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. 31  Israel sirvió a Jehová durante todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que siguieron viviendo después de Josué, quienes conocían todas las cosas que Jehová había hecho por Israel.+ 32  Los huesos de José,+ que los israelitas habían traído de Egipto, los enterraron en Siquem, en la parte del campo que Jacob les había comprado por 100 piezas de dinero+ a los hijos de Hamor,+ padre de Siquem; y llegó a ser la herencia de los hijos de José.+ 33  También murió Eleazar hijo de Aarón.+ Lo enterraron en la colina de su hijo Finehás,+ la cual le habían dado en la región montañosa de Efraín.

Notas

Es decir, el río Éufrates.
Lit. “días”.
Es decir, el lado este.
O quizás “terratenientes”.
O quizás “pánico”, “terror”.
O “de manera intachable”.
O “verdad”.
Lit. “estas grandes señales”.
O “su rebelión”.