CAPÍTULO 4
Cómo administrar la casa
1. ¿Por qué puede ser muy difícil la administración doméstica hoy en día?
“LA ESCENA de este mundo está cambiando.” (1 Corintios 7:31.) Esas palabras se escribieron hace más de mil novecientos años, pero siguen siendo muy ciertas hoy día. Efectivamente, las cosas están cambiando, y en particular la vida familiar. Lo que se consideraba normal o tradicional hace cuarenta o cincuenta años no suele ser aceptable hoy. Debido a ello, la administración de la casa puede suponer un gran desafío. No obstante, si se sigue el consejo bíblico, puede superarse el desafío.
VIVAMOS SEGÚN NUESTRAS POSIBILIDADES
2. ¿Qué circunstancias económicas causan tensión en la familia?
2 En la actualidad, mucha gente ya no se contenta con llevar una vida sencilla, centrada en la familia. El mundo comercial produce cada vez más artículos y se vale del señuelo de la publicidad para seducir al público, por lo que millones de padres y madres tienen que invertir muchas horas trabajando para adquirir esos productos. Otros millones de personas se enfrentan a una lucha diaria solo para poner un poco de alimento en la mesa. Tienen que trabajar mucho más tiempo que en el pasado, a veces en dos empleos distintos, a fin de cubrir los gastos básicos. Algunos serían felices con tan solo tener un trabajo, pues el desempleo es un problema generalizado. En efecto, la vida no es siempre fácil para la familia moderna, pero los principios bíblicos pueden ayudar a las familias a obtener el máximo beneficio de su situación.
3. ¿Qué principio expuso el apóstol Pablo, y cómo puede ayudarnos a tener éxito en la administración doméstica?
3 El apóstol Pablo pasó por presiones económicas. La experiencia le enseñó una buena lección, que explica en la carta que escribió a su amigo Timoteo: “Porque nada hemos traído al mundo, y tampoco podemos llevarnos cosa alguna. Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas”. (1 Timoteo 6:7, 8.) Es cierto que la familia necesita más que solo alimento y ropa. También precisa de un lugar donde vivir. Los hijos requieren educación. Y también hay que hacer frente a las facturas médicas y otros gastos. En cualquier caso, es aplicable el principio de las palabras de Pablo. Si nos contentamos con satisfacer nuestras necesidades, más bien que nuestros deseos, la vida será más fácil.
4, 5. ¿Cómo pueden ayudarnos la previsión y la planificación en la administración doméstica?
4 Otro principio útil es el que se halla en una de las parábolas de Jesús. Él dijo: “¿Quién de ustedes que quiere edificar una torre no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo suficiente para completarla?”. (Lucas 14:28.) Jesús habla aquí de la previsión, de la planificación previa. Vimos en un capítulo anterior que este era un principio útil para la pareja joven que piensa casarse. Y después de la boda también es provechoso a la hora de administrar la casa. La previsión implica hacer un presupuesto y planificar por adelantado el uso más sensato de los recursos disponibles. De este modo la familia puede controlar los gastos, apartando dinero para sufragar las necesidades básicas diarias o semanales, y no vivir por encima de sus posibilidades.
5 En algunos países, tal administración del dinero supone resistir la tentación de solicitar préstamos a intereses elevados para efectuar compras innecesarias. En otros, puede significar ejercer un estricto control de las tarjetas de crédito. (Proverbios 22:7.) También puede significar resistir el impulso adquisitivo, es decir, comprar productos sin pensarlo y sin sopesar ni las necesidades ni las consecuencias. Por otra parte, un buen presupuesto pone de relieve el perjuicio que supone para la economía familiar gastar dinero egoístamente en el juego, el tabaco y la bebida excesiva, además de ser todo ello contrario a los principios bíblicos. (Proverbios 23:20, 21, 29-35; Romanos 6:19; Efesios 5:3-5.)
6. ¿Qué verdades bíblicas ayudan a los que se ven obligados a vivir en la pobreza?
6 ¿Qué puede decirse de las personas que se ven obligadas a vivir en la pobreza? Por una parte, puede consolarlas saber que este problema mundial es solo temporal. En el nuevo mundo que se acerca, Jehová eliminará la pobreza junto con todos los demás males causantes del sufrimiento humano. (Salmo 72:1, 12-16.) Entretanto, los verdaderos cristianos, aunque estén sumidos en la pobreza, no pierden totalmente la esperanza, pues tienen fe en esta promesa de Jehová: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”. Por ello, el creyente puede decir con confianza: “Jehová es mi ayudante; no tendré miedo”. (Hebreos 13:5, 6.) En estos días difíciles, Jehová ha apoyado a sus adoradores de muchas maneras cuando estos siguen sus principios y ponen el Reino en primer lugar en su vida. (Mateo 6:33.) Muchos de ellos pueden dar testimonio de esto, haciéndose eco de estas palabras del apóstol Pablo: “En toda cosa y en toda circunstancia he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, tanto de tener abundancia como de padecer necesidad. Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder”. (Filipenses 4:12, 13.)
COMPARTIR LA CARGA
7. ¿Qué palabras de Jesús pueden ayudarnos en la administración doméstica?
7 Cerca del fin de su ministerio terrestre, Jesús dijo: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. (Mateo 22:39.) La aplicación de este consejo en la familia facilita enormemente la administración doméstica. ¿Y qué prójimo más cercano y querido tenemos que aquel con quien vivimos: los esposos y las esposas, los padres y los hijos? ¿Cómo pueden mostrarse amor los componentes de la familia?
8. ¿Cómo puede expresarse el amor dentro de la familia?
8 Un modo es colaborando todos de alguna manera en los quehaceres domésticos. A los hijos se les debe enseñar a no dejar las cosas desordenadas después de usarlas, sea que se trate de los juguetes o de la ropa. Es posible que tome tiempo y esfuerzo hacer la cama todas las mañanas, pero es una gran ayuda para la familia. Se entiende que en ocasiones es inevitable cierta desorganización temporal, pero todos pueden colaborar a fin de mantener el hogar razonablemente ordenado, y también dejar todo arreglado y limpio después de las comidas. La pereza, la autocompasión y hacer las cosas de mala gana tienen un efecto negativo en todos. (Proverbios 26:14-16.) Por otra parte, un espíritu alegre y dispuesto promueve la felicidad familiar. “Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7.)
9, 10. a) ¿Qué carga suele tener la mujer de la casa, y cómo puede aligerarse esta? b) ¿Qué concepto equilibrado de las tareas domésticas se recomienda?
9 La consideración y el amor evitan que se produzca una situación que se ha convertido en un grave problema en algunos hogares. La madre ha sido tradicionalmente el puntal de la vida doméstica. Se ha encargado del cuidado de los hijos, la limpieza de la casa, el lavado de la ropa y la compra y preparación del alimento. En algunos países también es costumbre que las mujeres trabajen en el campo, vendan el producto en el mercado o contribuyan de otras maneras a la economía familiar. Aun en los lugares donde no existía esta costumbre, la necesidad ha obligado a millones de mujeres casadas a emplearse en el mercado laboral. La esposa y madre que trabaja arduamente dentro y fuera del hogar merece encomio. Como la “esposa capaz” que se describe en la Biblia, tiene el tiempo muy ocupado. “El pan de la pereza no come.” (Proverbios 31:10, 27.) Pero esto no significa que la mujer sea la única que deba trabajar en el hogar. Cuando ambos cónyuges trabajan todo el día fuera de casa, ¿debería la esposa llevar sola la carga de las tareas domésticas mientras el esposo y el resto de la familia descansan? Por supuesto que no. (Compárese con 2 Corintios 8:13, 14.) Por ejemplo, si la madre va a preparar la comida, agradecerá que otros miembros de la familia la ayuden a hacerlo, que pongan la mesa, que hagan algunas compras o limpien un poco la casa. En efecto, toda la familia puede colaborar en las tareas domésticas. (Compárese con Gálatas 6:2.)
10 Es posible que alguien diga: “Donde yo vivo el hombre no realiza esas tareas”. Puede que así sea, pero ¿no convendría meditar un poco sobre el particular? Cuando Jehová Dios originó la familia, no dijo que ciertos trabajos serían privativos de la mujer. En una ocasión en que unos mensajeros especiales de Jehová visitaron a Abrahán, un hombre fiel, este colaboró en la preparación de la comida y la sirvió personalmente. (Génesis 18:1-8.) La Biblia aconseja: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos”. (Efesios 5:28.) Si al final del día el esposo está cansado y quiere descansar, ¿no es probable que la esposa se sienta del mismo modo, o quizá aún peor? (1 Pedro 3:7.) Luego, ¿no sería propio y amoroso que el esposo ayudara en casa? (Filipenses 2:3, 4.)
11. ¿Cómo dio Jesús un buen ejemplo a cada uno de los componentes de la familia?
11 Jesús dio el mejor ejemplo de complacer a Dios y hacer felices a quienes le rodeaban. Aunque no se casó, fue un buen modelo para los esposos, así como para las esposas y los hijos. Dijo de sí mismo: “El Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar”, es decir, para servir a otros. (Mateo 20:28.) ¡Qué agradables son las familias en las que todos los miembros cultivan esa misma actitud!
POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA LIMPIEZA
12. ¿Qué requiere Jehová de los que le sirven?
12 Otro principio bíblico que puede ayudar en el hogar es el que se halla en 2 Corintios 7:1, donde leemos: “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu”. Jehová acepta a quienes obedecen estas palabras inspiradas, pues él requiere “la forma de adoración que es limpia e incontaminada”. (Santiago 1:27.) Esta limpieza redunda en beneficios para la familia.
13. ¿Por qué es importante la limpieza en la familia?
13 Por ejemplo, la Biblia nos asegura que llegará el día en que no existirán más dolencias ni enfermedades. En aquel tiempo “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. (Isaías 33:24; Apocalipsis 21:4, 5.) Sin embargo, mientras tanto todas las familias tienen que sufrir enfermedades de vez en cuando. Pablo y Timoteo también enfermaron. (Gálatas 4:13; 1 Timoteo 5:23.) De todos modos, los médicos dicen que muchas enfermedades son evitables. Las familias sensatas se libran de algunas de estas enfermedades procurando la limpieza física y espiritual. Veamos cómo. (Compárese con Proverbios 22:3.)
14. ¿Cómo puede proteger de enfermedades a la familia la limpieza moral?
14 La limpieza espiritual incluye la limpieza moral. Como es bien sabido, la Biblia propugna normas morales elevadas y condena toda clase de intimidad sexual fuera del matrimonio. “Ni fornicadores [...], ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres [...], heredarán el reino de Dios.” (1 Corintios 6:9, 10.) El acatamiento de estas normas estrictas es muy importante para los cristianos que viven en el degenerado mundo actual, pues agrada a Dios y también ayuda a proteger a la familia de las enfermedades de transmisión sexual, como el sida, la sífilis, la gonorrea y la clamidia. (Proverbios 7:10-23.)
15. Dé un ejemplo de falta de limpieza física que puede causar enfermedades evitables.
15 El ‘limpiarse de toda contaminación de la carne’ protege a la familia de otras enfermedades. Muchas de estas se deben a la falta de limpieza física. Un ejemplo importante es el hábito de fumar. El tabaco no solo ensucia los pulmones, la ropa y el mismo aire, sino que también enferma a la gente. Millones de personas mueren todos los años a causa del tabaco. Piense en ello; millones de personas no hubieran enfermado ni muerto prematuramente todos los años si hubieran evitado ‘la contaminación de la carne’.
16, 17. a) ¿Qué ley de Jehová protegió a los israelitas de ciertas enfermedades? b) ¿Cómo puede observarse el principio de Deuteronomio 23:12, 13 en todo hogar?
16 Considere otro ejemplo. Hace unos tres mil quinientos años, Dios entregó su Ley a la nación de Israel para organizar su adoración y de algún modo también su vida cotidiana. La Ley contenía ciertas normas elementales de higiene que protegían de diferentes enfermedades a la nación. Una de ellas tenía que ver con cubrir el excremento humano fuera del campamento, de manera que no contaminara la zona donde habitaba el pueblo. (Deuteronomio 23:12, 13.) Esta antigua ley es aún un buen consejo. En la actualidad todavía sigue enfermando y muriendo gente por no acatarlo. *
17 En atención a este principio de la Ley israelita, el cuarto de baño y el retrete de la familia, sea que se hallen dentro de la casa o fuera, deben mantenerse limpios y desinfectados. Si el retrete no está limpio y cubierto, las moscas pueden acudir a él y luego transmitir los gérmenes a otros lugares de la casa, e incluso contaminar el alimento que comemos. Además, tanto niños como adultos deben lavarse las manos después de ir al baño. Si no lo hacen, van a transportar los gérmenes adheridos a la piel. Según una doctora francesa, lavarse las manos “es aún una de las mejores garantías para la prevención de ciertas infecciones digestivas, respiratorias o de la piel”.
18, 19. ¿Qué recomendaciones se dan para mantener limpia la casa, incluso en los barrios pobres?
18 Es cierto que la limpieza presenta un desafío en los vecindarios pobres. Una persona que conoce bien estos barrios explicó: “El clima extremadamente caluroso dificulta mucho más la labor de limpieza. Las tormentas de polvo cubren todas las grietas de la casa con sus finas partículas oscuras. [...] El crecimiento de la población de las ciudades, así como de algunas zonas rurales, también genera peligros para la salud. En esos lugares es común ver alcantarillas abiertas, basura amontonada, sucios retretes comunitarios, ratas transmisoras de enfermedades, cucarachas y moscas”.
19 La limpieza es difícil en esas condiciones. De todos modos, vale la pena intentarlo. El jabón, el agua y un poco de esfuerzo son más baratos que los medicamentos y las facturas del hospital. Si vive en un entorno como ese, mantenga su casa y su patio tan limpios como sea posible y libres de excremento animal. Si el camino que lleva a su casa se embarra durante la época de lluvias, puede cubrirlo con piedras o grava para no introducir el barro en la vivienda. Si se utilizan sandalias o zapatos, estos pueden dejarse en la entrada. También debe evitarse la contaminación del depósito de agua. Se calcula que las enfermedades debidas al agua infectada y las malas condiciones sanitarias ocasionan por lo menos dos millones de muertes al año.
20. ¿Quiénes son responsables de la limpieza del hogar?
20 La limpieza doméstica depende de todos: la madre, el padre, los hijos y los visitantes. Una madre de Kenia que tiene ocho hijos dice: “Todos han aprendido a colaborar”. Una casa limpia y ordenada honra a toda la familia. Como reza un refrán español, “la pobreza no está reñida con la limpieza”. Sea que vivamos en una mansión, un apartamento, una casa humilde o una choza, la limpieza es fundamental para la salud de la familia.
EL ENCOMIO NOS AYUDA A PROGRESAR
21. Según Proverbios 31:28, ¿qué contribuirá a la felicidad familiar?
21 El libro de Proverbios dice sobre la esposa capaz: “Sus hijos se han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño se levanta, y la alaba”. (Proverbios 31:28.) ¿Cuándo fue la última vez que encomiamos a un miembro de la familia? En realidad, somos como las plantas en primavera, que florecen cuando reciben calor y humedad. En nuestro caso, necesitamos el calor del encomio. A la esposa la ayuda saber que su esposo agradece su trabajo arduo y cuidado amoroso, y que la tiene en alta estima. (Proverbios 15:23; 25:11.) Es muy agradable el que la esposa asimismo elogie a su esposo por su trabajo fuera y dentro del hogar. Los hijos también progresan cuando los padres los alaban por su trabajo en casa, en la escuela o en la congregación cristiana. Un poco de agradecimiento puede lograr mucho. ¿Cuánto cuesta decir: “Gracias”? Muy poco, pero el efecto en el ánimo de la familia puede ser grande.
22. ¿Qué se necesita para que la familia esté “firmemente establecida”, y cómo puede obtenerse?
22 La administración de la casa no es fácil por muchas razones. No obstante, puede tenerse éxito en la empresa. Un proverbio bíblico dice: “Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida”. (Proverbios 24:3.) La familia consigue sabiduría y discernimiento si toda ella procura aprender y observar en su vida la voluntad de Dios. La felicidad familiar bien vale la pena el esfuerzo.
^ En un manual sobre la diarrea —una enfermedad común que causa muchas muertes infantiles—, la Organización Mundial de la Salud dice: “Si no hay retrete: defecar lejos de la casa y de lugares donde juegan los niños, y al menos a diez metros de distancia del abastecimiento de agua; cubrir el excremento con tierra”.
El secreto de la felicidad familiar